Como parte de la presentación de los artículos científicos que se difunden en este número, iniciamos con la discusión que en la actualidad existe en el campo de la historia, de antemano, sin considerarla aislada de las distintas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. En el sigo XXI las barreras disciplinarias tienden a diluirse, lo que permite -en el caso de la historia- pensar en la interdisciplinariedad en los abordajes de los objetos de estudio, con el fin de profundizar en ellos con miradas trascendentales (Mora, 2003) y así superar el encave de los acontecimientos históricos desde las empíreas y dar paso a las interpretaciones con sentido, en beneficio de la construcción de la sociedad a la que aspiramos vivir.