México, desde su etapa protoconstitucional, intentó tomar consciencia de su sitio en el mundo, reconociéndose frente al espejo de la historia y la realidad. La agenda indígena, desafiada por el borbonismo y reservada a la religión, fue diluida por los congresistas europeos en Cádiz que, sin saberlo, fueron un augurio de la suerte legal que le depararía a los pueblos originarios del otro lado del mar, incluso después de la consumación de las independencias latinoamericanas. El presente estudio, con base en un método ius-histórico y una técnica documental, busca esclarecer los principales acontecimientos históricos que se han acusado, conforme el caso, de ser detonantes de discriminación racial al interior de la actual república mexicana.