PAMELA RAMOS RIVERA, MARIO AZAEL RUBIO ROMERO, G. SONIA RODRÍGUEZ DE LA ROCHA, S. MARGARITA RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ,
VÍCTOR SANTANA RODRÍGUEZ Y ARMANDO QUINTERO RAMOS: Efecto del ácido giberélico sobre la producción hidropónica
del tomate variedad Gabriela
Las plantas bajo este sistema requieren,
para un desarrollo normal, que los elementos
esenciales estén de manera disponible, en una
relación óptima entre ellos, y en concentraciones
suficientes para satisfacer las necesidades del
cultivo (Rodríguez, 2001).
el agua y los nutrientes que la planta requiere,
así como para mejorar las condiciones
climáticas del cultivo; lo anterior puede
deducirse de los datos aportados por
Stanghellini (2004), quien describe que en Israel
yAlmería, en campo, utilizando riego localizado,
se requieren 60 litros de agua por kg de tomate,
y 15 litros por kg de tomate en Holanda, en
condiciones de clima controlado con vidrio e
inyección de dióxido de carbono.
En un cultivo hidropónico se busca
proporcionar todos los elementos esenciales a
la planta por medio de soluciones nutritivas que
los contengan en forma de aniones y cationes
disueltos, que junto con una buena iluminación
y suministro de CO y O , permiten que los
El sistema hidropónico puede realizarse al
aire libre o en invernaderos; se ha observado
que incrementa la producción por unidad de
superficie, ya que la densidad de siembra es
mayor. Además, cuando se protege el cultivo
contra las inclemencias del tiempo, se puede
programar la temporada de cosecha de manera
que coincida con la época que se pueda obtener
el mejor precio posible (Resh, 2001). La
producción de tomate bajo el sistema
hidropónico es muy alta, comparada con la que
puede obtenerse en un cultivo tradicional Se han
obtenido buenos resultados acomodando tres
plantas por metro cuadrado, lo que equivale a
30,000 plantas por hectárea, mientras que el
cultivo de tomate en suelo, la densidad es de
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vegetales se desarrollen bien (Rodríguez, 2004).
El tomate es una hortaliza de suma
importancia en México, la cocina mexicana lo
utiliza ampliamente y su demanda aumenta
constantemente. La evidencia histórica sugiere
que México es el centro más importante de
domesticación de tomate, hecho ampliamente
aceptado en el mundo científico, ya que la
utilización de formas domésticas en nuestro
país tiene bastante antigüedad, y sus frutos eran
bien conocidos y empleados como alimento en
las culturas indígenas que habitaban la parte
central y sur de México, antes de la llegada de
los españoles (León, 2001).
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0,000 a 15,000 plantas, dependiendo del tipo
Bajo condiciones de campo, este cultivo
requiere de mucha agua para producir una
cosecha de tomate. El cultivo tradicional utiliza
de terreno y cultivar.
Según datos aportados por Knott (1996),
citado por Jensen (2001) en comparaciones de
rendimiento entre los sistemas hidropónico y
tradicionales, reportan, bajo el primer sistema,
550 t/ha en tomate cultivado en un periodo de
once meses; en contraste, registraron una
producción anual de 100 t/ha bajo el sistema
tradicional. En el caso de los pepinillos, se
produjeron 600 t/ha en dos cultivos al año, contra
800 l/kg de tomate, mientras que con el sistema
de hidroponía se optimiza el consumo de agua.
En Holanda se han reportado 22 l/kg de tomate,
y otros datos de consumo de agua con
sistemas hidropónicos fluctúan de 27 a 60 l/kg
(Stanghellini, 2004); el grupo de Investigación
en Hidroponía de la Facultad de Ciencias
Químicas de la Universidad Autónoma de
Chihuahua, dirigido por la M.C. Sonia Rodríguez,
encontraron, en el año 2002, que al desarrollar
un cultivo de tomate utilizando como sustrato
arena y riego por goteo se requieren 46 l/kg de
tomate producido.
30 t/ha en el cultivo tradicional. En el pimiento
verde se obtuvieron 114 t/ha anuales realizando
dos cultivos, contra 16 t/ha en el sistema
tradicional. La preocupación de todo productor
es elevar la productividad de su cultivo, por tal
motivo, se propone la adopción de la hidroponía
como un sistema de alta eficiencia productiva
por unidad de área, con ahorro de agua.
Por lo tanto, aún tratándose de un mismo
cultivo como es el caso del tomate, se pueden
implementar diferentes maneras de suministrar
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Vol. IV, No. 2 • Mayo-Agosto 2010 •