El científico frente a la sociedad  
Artículo de opinión  
La profesionalización en enfermería: hacia  
una estrategia de cambio  
Professionalization of nursing: toward a  
strategy for change  
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,3  
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ELIAZAR GONZÁLEZ CARRILLO , ANA MARÍA ARRAS VOTA  
1
Y B. LETICIA MORIEL CORRAL  
Resumen  
Abstract  
La profesionalización de la enfermería, como estrategia y como un  
proceso de cambio permanente, es una necesidad constante para  
lograr que las metas de la enfermería estén acordes con las necesidades  
de atención a la salud, ante una sociedad en continua transformación.  
Este proceso requiere a la vez cambios en el personal de enfermería,  
tanto en su manera de pensamiento y comportamiento, así como  
en su manera de apreciar la salud y la sociedad. Investigadores han  
tratado de esclarecer los elementos esenciales de la profesionalización  
de la enfermería, enfocándose al estudio en el conocimiento del  
entendimiento y experiencias en la práctica del cuidado de la salud.  
Pero, tal como es observado en los hospitales, la práctica de las  
enfermeras para aplicar un juicio discreto no es sólo limitada por el  
alcance médico, sino también por las reglas burocráticas y  
procedimentales establecidas por la organización en la que trabajan.  
Así, este artículo pretende mostrar la enfermería como una  
profesión, describiendo los elementos que la caracterizan, y  
analizando estos elementos desde la perspectiva sociológica de las  
profesiones.  
The professionalization of nursing, as a strategy and a process of  
permanent change, is a constant need to accomplish that the  
goals of nursing are consistent with the needs of health care to a  
continuously changing society. This process requires the nursing  
staff modify its way of thinking and behaving, as well as its way  
to appreciating health and society. Researchers have tried to  
elucidate the essential elements of the professionalization of  
nursing, focusing the study on the knowledge of the insights and  
experiences in the practice of healthcare, but as it is observed in  
hospitals, the practice of nurses to apply discrete judgment is not  
only limited by the medical scope, but also bureaucratic and  
procedural rules established by the organization where they work.  
Thus, this article pretends to show nursing as a profession  
describing the elements that characterize it, and, analyzing these  
elements from a sociological perspective of the professions.  
Keywords: professional development, social and labor  
recognition, paradigm shifts.  
Palabras clave: desarrollo profesional, reconocimiento social y  
laboral, cambios de paradigma.  
Introducción  
l término profesión se define como el proceso de formación que se lleva a cabo dentro de las  
instituciones de educación superior; sin embargo, el concepto traspasa el mero ámbito escolar,  
puesto que su desarrollo ha estado ligado de forma permanente a la evolución de las sociedades,  
E
en donde ha asumido características que le permiten ser considerado como una institución dentro de la  
estructura social a la que pertenece (Fernández et al., 2007).  
_
1
________________________________  
Facultad de Enfermería y Nutriología, Universidad Autónoma de Chihuahua. Circuito Universitario, Campus 2, Teléfono (614) 238-  
000 Ext. 4808.  
Universidad Autónoma de Chihuahua.  
Dirección electrónica del autor de correspondencia: egonzales@uach.mx.  
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ELIAZAR GONZÁLEZ CARRILLO, ANA MARÍA ARRAS VOTA Y B. LETICIA MORIEL CORRAL: La profesionalización en enfermería: hacia  
una estrategia de cambio  
La conceptualización de profesión ha  
evolucionado a través del tiempo, y ha sido producto  
del desarrollo histórico que la ha creado y renovado  
por medio de mecanismos de diversa índole, hasta  
llegar a los procesos modernos actuales. Entre  
algunas de las características de una profesión se  
encuentran las siguientes: 1) supone una formación  
profesional de larga duración, impartida en lugares  
especializados, 2) el control de actividades  
profesionales es realizado por un conjunto de expertos  
en la disciplina, los cuales son los únicos que poseen  
las competencias para efectuar un registro técnico y  
ético del ejercicio de la carrera, 3) la profesión está  
reconocida legalmente por un acuerdo entre la  
institución educativa formadora y las autoridades, y  
científicos de la disciplina que se han obtenido a partir  
de las investigaciones, la puesta en práctica de teorías  
y modelos de enfermería cuando se brinda el cuidado,  
ejercicio con una toma de decisiones, y un pensamiento  
crítico que la han conducido hacia mayores  
oportunidades en el área asistencial, la docencia, la  
industria, entre otros (Hernández et al., 2003).  
Las enfermeras han asumido la responsabilidad  
de formar sus propios profesionales, de organizar y  
dirigir los servicios de enfermería, y de iniciar  
investigaciones encaminadas a incrementar su campo  
disciplinar. En el campo asistencial, los cambios  
generados han sido muy significativos, de una  
actividad basada en el empirismo y centrada en la  
técnica, se ha pasado a orientar el cuidado con un  
marco teórico propio, utilizando una metodología  
lógica y racional, como lo demuestra el uso  
generalizado del Proceso Atención de Enfermería, y  
la formulación de diagnósticos de enfermería (García  
y Martínez, 2007). Por tanto, en este artículo se hará  
el abordaje de la profesión de enfermería desde la  
perspectiva de la sociología, detallando algunas de  
las características que debe reunir como profesión,  
y se citarán algunos antecedentes del desarrollado  
de la profesión de enfermería en el contexto local.  
4
) los profesionistas manifiestan actitud de servicio,  
que está orientada a cubrir las necesidades de la  
sociedad. Entre las profesiones abordadas desde la  
sociología se encuentran: la economía, el derecho, la  
medicina, la ingeniería y la enfermería.  
Los profesionales que ejercieron y ejercen la  
enfermería desde su inicio temprano como profesión,  
se han preocupado por su estatus, y por hacer de la  
disciplina una profesión socialmente respetable dentro  
de las instituciones que proporcionan cuidado para la  
salud. Una perspectiva al respecto es la del  
movimiento para mejorar la posición de las  
ocupaciones mediante la profesionalización, palabra  
que si se ve como tal, representa el descontento con  
la actual posición de la ocupación, y su interés por  
mejorarla. En Estados Unidos por ejemplo, la  
enfermería ha tenido aspiraciones más amplias, puesto  
que esta profesión ha elevado su formación y  
requisitos de legitimación, y ha persistido en la  
búsqueda de una mayor independencia (Fridson, en  
Fernández et al., 2007).  
Para comprender  
y
dimensionar el  
comportamiento que ha manifestado el intento por  
integrar propuestas de desarrollo profesional en la  
enfermera, es necesario abordar la temática desde  
dos perspectivas: una histórica y otra sobre los  
aspectos relacionados con la profesionalización.  
Ambos son abordados a continuación.  
Desarrollo histórico de la enfermería  
La figura profesional de la enfermera tiene  
antecedentes históricos distintos, dependiendo del país  
en que se investigue. En España, en 1915, se creó la  
figura profesional de la enfermera, pero la práctica  
siempre fue supeditada y considerada como auxiliar  
de la medicina, marcada fuertemente por el género.  
Al entrar a la universidad, la enfermería trataba de  
elevarse como disciplina con un cuerpo de  
conocimientos propio, y con la utilización de un juicio  
clínico por parte de las enfermeras en la aplicación  
de los cuidados. Para ello, disponía de toda una base  
teórica desarrollada en Estados Unidos  
La enfermería profesional, desde su origen, ha  
tratado de crear conceptos propios, específicos del  
campo de acción, que han servido como instrumentos  
para construir modelos y teorías de enfermería; pero  
este desarrollo no ha sido homogéneo en todos los  
países, por tanto, esta transformación ha originado  
que la práctica del cuidado de hace cincuenta años  
sea diferente en su conceptualización y aplicación.  
Distintos factores han intervenido en la  
profesionalización, como son: los conocimientos  
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una estrategia de cambio  
(
mayoritariamente), específica de la disciplina y en  
en 1954 (hoy Universidad Autónoma de Chihuahua  
o UACH), la Escuela de Enfermería y Obstetricia  
del Hospital Central pasó a formar parte de la misma,  
dirigida por médicos y enfermeras, quienes además  
impartían asignaturas referentes a prácticas y  
técnicas hospitalarias.  
continuo avance (Brito, 2007); el problema radicó y  
ha permanecido en la práctica de la teoría de la  
enfermería; para subsanar este dilema, el Proceso  
Atención de Enfermería (PAE) fue la fórmula ideal  
para llevar a cabo un plan de actuación, del cual la  
enfermera era la principal responsable como gestora  
y brindadora de cuidados.  
Fue hasta 1974 cuando la dirección de la Escuela  
de Enfermería y Obstetricia de la UACH estuvo  
ocupada por primera vez por la enfermera en salud  
pública María Antonieta Silva Lagunas, quien abrió  
nuevas oportunidades para que las enfermeras  
chihuahuenses participaran en la preparación de  
recursos humanos en enfermería (Rodríguez et al.,  
2003).  
Los conocimientos de una profesión también  
contienen otros elementos como son: cogniciones  
específicas, categorías que involucran los saberes que  
le permiten identificarse como profesión y la  
capacidad para generar representaciones y  
reflexiones poderosas sobre las ideas sustanciales  
que la caracterizan. Salazar (2005) menciona que la  
profesión de enfermería debe ofrecer conocimiento  
sobre el objeto de estudio, bases científicas que la  
sustenten, teorías, modelos y conceptos que integren  
la base de conocimientos, y ostentar un volumen de  
investigaciones del fenómeno de estudio, realizadas  
por los miembros de la comunidad.  
Para Chacón (1994), los primeros estudios que  
se realizaron sobre enfermería, en 1950, se ocuparon  
de abordarla desde la perspectiva de su filosofía y  
definición. Durante los años sesenta, el interés de  
esos estudios se fijó en la importancia de la  
comunicación interpersonal. A fines de los años  
setenta, las investigaciones se dirigieron hacia la  
ciencia de enfermería. A partir de los años ochenta  
se originó popularidad por el humanismo y la  
enfermería, o sea, todos los aspectos de las relaciones  
humanas, no sólo hacia el paciente, sino hacia la  
propia enfermera. Es relevante mencionar que a  
pesar de los muchos estudios dentro de la formación  
de enfermería, no se establece un consenso que sea  
generalizable sobre su conceptualización.  
La enfermería como profesión se ha desarrollado  
acorde a las etapas históricas del país, y su práctica  
responde, por una parte, a los avances de la medicina  
científica, y por otra, a los procesos económicos y  
políticos del mundo en general y de México en  
particular. Durante las primeras décadas del siglo XX,  
la educación en enfermería fue organizada y dirigida  
principalmente por el gremio médico, de acuerdo con  
el modelo «biologicista» existente.  
Profesionalización en enfermería  
En el caso particular de Chihuahua, al igual que  
en otros estados de México, la enfermería fue  
evolucionando desde 1906 hasta 1954, en este periodo  
se fundaron diversas instituciones de beneficencia  
para atender a los pacientes; ahí mismo se crearon  
centros educativos para formar enfermeras,  
empleando el programa de estudios de la Universidad  
Nacional Autónoma de México (UNAM), en donde  
al finalizar el primer año, las estudiantes presentaron  
evaluaciones y fueron aprobadas un total de 10.  
En la profesionalización de una actividad siempre  
intervienen una serie de factores, que en el caso de  
la profesión de enfermería se pueden considerar de  
dos modos: la formal y la sociológica, siendo ambas  
decisivas para el reconocimiento de la enfermería  
como profesión. Las organizaciones formadoras de  
profesionales de enfermería continuamente se están  
renovando para elevar la calidad de la profesión; se  
actualizan en los aspectos de cambios de programas  
formativos, en las normas legales que regulan la  
educación, y en el ejercicio profesional. Las  
asociaciones profesionales de enfermería tienen  
como objetivo colaborar para mantener la calidad de  
la educación, de igual forma en el servicio que se  
brinda a la sociedad, y regular la profesión (García y  
Martínez, 2007).  
Para el año de 1942, se estableció un convenio  
en el Hospital Civil, hoy Hospital Central, en el cual  
la Cruz Roja se instaló en una parte de la institución,  
y en donde las enfermeras realizaban actividades en  
el laboratorio de análisis clínicos y administración de  
anestesia.Al ser fundada la Universidad de Chihuahua  
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una estrategia de cambio  
La profesión como ocupación que proporciona  
un medio estable de vida y un estatus socialmente  
reconocido, recibió un estímulo adicional a medida  
que el desarrollo científico y tecnológico fue  
incorporándose a los procesos productivos y de  
organización del trabajo. Gracias al desarrollo de  
dichos procesos, la profesión vino a separarse  
definitivamente de los oficios, por su nueva posición  
frente al conocimiento y a la praxis (Uricoeches, s.f.).  
en las unidades hospitalarias, con el propósito de que  
se dejen atrás hábitos y costumbres que acompañan  
el ejercicio cotidiano, por una actitud de desarrollo  
coherente con los tiempos que se están viviendo, y  
mostrar una cultura profesional (Rodríguez et al.,  
2003).  
Otro aspecto relevante de citar, es que el ámbito  
de acción de la enfermera profesional se amplió, y  
con ello los mercados laborales se abrieron, pues quien  
ostenta un título en enfermería, además de la  
asistencia clínica y la gestión del cuidado en todos  
los niveles de complejidad, también participa en la  
industria, la educación, la investigación y la práctica  
independiente, entre otras (Organización Mundial de  
la Salud, OMS, 2005).  
Existe un gran debate entre el gremio de la  
enfermería con respecto a si la categoría profesional  
plena se ha alcanzado dentro de los campos laborales,  
a pesar de que han conquistado nuevas relaciones y  
espacios donde ha precisado demostrar diferentes  
competencias, no sólo de carácter intelectual, sino  
también manifestar la capacidad de negociar en  
beneficio de las personas a las cuales brinda el  
cuidado; sin embargo, un número considerable se  
cuestiona si se ha logrado la categoría profesional  
total, y existe todavía cierta confusión en cuanto a la  
condición disciplinar de enfermería; esto se debe a  
las diferentes definiciones de la profesión que se han  
generado en los países con mayor desarrollo en la  
teoría y práctica de enfermería, como es el caso de  
España, Estados Unidos, Brasil y Colombia, entre  
otros (Schwirian, 1999).  
La sociología de las profesiones plantea que  
existen elementos o requisitos que debe cumplir una  
profesión, y la enfermería, al igual que otras  
disciplinas, se caracteriza porque durante la  
realización de su praxis, se comunica con sus pares  
y con el usuario mediante un lenguaje técnico  
común, concebido este como el proceso para  
producir y recibir textos relacionados con el quehacer  
de la enfermería.  
Dentro del Marco Común Europeo (2001) se  
define al lenguaje técnico como los términos para  
que la comunidad disciplinar tome conciencia de las  
restricciones que impone el contexto académico y  
profesional de la comunicación. Son estructuras para  
la información en el ámbito de desempeño que les  
permiten participar, con un grado suficiente de  
autonomía, en las prácticas comunicativas propias  
de la colectividad, y todo este bagaje se manifiesta a  
través de la expresión escrita, por medio de artículos  
científicos donde se exponen avances en la profesión,  
publicados en revistas de enfermería de prestigio,  
donde el profesionista se comunica con el gremio  
con un lenguaje técnico, acorde al contexto donde se  
desarrolla y con enunciados orales claros hacia el  
paciente, de acuerdo al nivel que se maneja.  
La profesión de enfermería requiere de  
conocimientos profundos, flexibles y cualificados del  
contenido disciplinar, y debe estar compuesta por  
teorías, modelos y constructos que apoyen su  
desarrollo; estos conocimientos se sustentan en la  
investigación de los fenómenos que se presentan  
durante el ejercicio, así como del cuidado como objeto  
de estudio de la profesión (Gutiérrez-Meléndez,  
2008).  
Un avance que es necesario reconocer, es que  
las instituciones educativas, tanto universitarias como  
de formación de profesionales generales y técnicas  
en España y México, han promovido el uso del  
Proceso Enfermero como método de trabajo. Hoy  
en día, la mayoría de las enfermeras técnicas y las  
licenciadas en enfermería conocen parcial o  
totalmente este método; en las últimas décadas se  
ha generado un cambio hacia la modernidad con  
relación a la certificación de la licenciatura en  
enfermería, los docentes y las categorías existentes  
Otra categoría establecida por la sociología es  
la autonomía, ésta es percibida por los profesionales  
de la enfermería como la habilidad para cumplir las  
metas del cuidado de la práctica independiente con  
otros cuidadores de la salud. Igualmente para  
Cárdenas (2005), autonomía significa que los  
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una estrategia de cambio  
practicantes de una profesión tienen la capacidad  
para controlar sus actividades profesionales en el  
ambiente de trabajo; implica independencia,  
disposición, correr riesgos y responsabilidad de los  
propios actos, así como la auto determinación y auto  
reglamentación de la organización social del trabajo,  
en su contenido técnico y en la selección de sus  
condiciones económicas.  
sociedades profesionales o entes corporativos, que  
tienen su base en una comunidad de personas con  
intereses comunes, que el Estado considera  
jurídicamente relevante y les otorga, en virtud de ello,  
personalidad para que actúen en el mundo legal. En  
México existen diversas organizaciones de  
enfermería, algunas con carácter local, nacional e  
internacional, como son: el Colegio Nacional de  
Enfermeras, A.C. (CNE) y Federación Mexicana de  
Asociaciones de Facultades de Enfermería, A.C.  
La autonomía en el ejercicio profesional implica  
libertad para hacer juicios clínicos y tomar decisiones  
dentro del ámbito o alcance de la práctica profesional.  
Para Tapp et al. (2005) la autonomía en la práctica  
implica aplicar un cuerpo de conocimientos de la  
disciplina, la cual ha sido vista como un indicador  
importante de que enfermería es sin duda una  
profesión notable en su derecho propio. La autonomía  
también ha sido relacionada con la toma de decisiones  
asertivas, coherentes, con la habilidad para solucionar  
problemas, con autoridad y responsabilidad en cada  
una de sus intervenciones; de igual manera, con la  
libertad de actuar en lo que se sabe hacer y la  
habilidad para desempeñar funciones en forma  
independiente.  
(
FEMAFEE). Estas entidades agrupan a un gran  
número de profesionales de la enfermería, integrados  
en comunidades que tienen los mismos objetivos,  
como son: elevar la calidad académica de los  
estudiantes y docentes que integran las instituciones  
educativas de enfermería, con la finalidad de  
trasformar la enseñanza y se dé respuesta a la nuevas  
generaciones sobre una mejor formación y una  
práctica con mayor autonomía; así mismo, inciden  
las entidades en la revisión y estructuración de los  
planes de estudio para el mejoramiento del proceso  
enseñanza-aprendizaje, pero además tienen  
personalidad jurídica para actuar en bien del gremio.  
Otro aspecto importante que distingue a la  
enfermería es la autorregulación profesional, que  
es otro de los requisitos que establece la sociología  
de las profesiones para definir el nivel de  
competencias e importancia social de la profesión;  
este proceso se caracteriza fundamentalmente  
porque las personas que pertenecen a dicha profesión  
establecen las normas y modelos apropiados,  
generados por el trabajo consensuado de sus  
miembros, se identifican con sus pares y logran una  
fuerte noción de colectividad.  
Otro elemento de la profesión es la llamada  
credencialización, definida como el conjunto de  
componentes que identifican que una profesión puede  
ser ejercida por sus miembros, y que la ley y la  
sociedad la reconocen como tal (Fernández et al.,  
2007). La credencialización se da a través del proceso  
de formación que la institución educativa establece,  
un examen profesional formulado y administrado por  
la misma, ser portador de un título con validez oficial,  
ejercer la profesión con vocación para ofrecer el  
servicio a la sociedad, estar basada en el  
entrenamiento y contar con el documento tangible  
que acredita el proceso de formación que lo acredite  
como miembro de la comunidad científica, o de  
organizaciones profesionales.  
Otra acepción de la autorregulación es entendida  
como la capacidad de una profesión para controlar  
su ejercicio dentro de la sociedad (Cárdenas, 2005).  
Para la Asociación Latinoamericana de Facultades  
y Escuelas de Enfermería (ALADEFE), la  
autorregulación comprende el proceso de elaboración  
e implementación de reglas y estándares técnicos  
que orientan las relaciones entre actores para  
racionalizar el intercambio de bienes y servicios.  
Morán (2006); concibe la regulación como el término  
con que se describen las metodologías empleadas  
para inducir responsabilidad en el ejercicio  
profesional, con el fin de proteger al público. No  
En la actualidad, según Reyes (2006), existen  
diversas organizaciones de profesionales debidamente  
constituidas, autónomas y con una multiplicidad de  
objetivos voluntarios, con metas comunes para  
establecer un liderazgo en defensa de los más claros  
derechos de sus miembros. Para Navarro (2006), la  
«
colegiación» (trabajo colegiado o conjunto entre  
profesionales de la misma disciplina), es definida como  
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una estrategia de cambio  
obstante, para Nájera et al. (2008), es un proceso de  
elaboración e implementación de reglas y estándares  
técnicos que orientan las relaciones entre actores,  
para racionalizar el intercambio de bienes y servicios.  
Dentro de esta misma reglamentación se regulan las  
competencias técnicas, la responsabilidad profesional  
y la eficiencia.  
alcanzados con el trabajo desempeñado, el  
reconocimiento social y el prestigio obtenido, esto se  
ve reflejado principalmente en aquellos profesionales  
que ocupan diversos cargos o puestos en las  
instituciones de salud, que son una minoría, y que  
adquieren relevancia cuando esas instituciones son  
calificadas como unidades de calidad; sin embargo,  
el salario y las condiciones laborales son aspectos  
que el sistema de salud o empleadores no han  
modificado favorablemente para verse reflejado en  
los ingresos salariales más que en el mero  
reconocimiento social.  
La autorregulación en la profesión de enfermería  
se manifiesta por el establecimiento e implementación  
de estándares de formación y ejercicio de la profesión,  
se reglamenta mediante el registro de licencias  
emitidas por instituciones debidamente acreditadas.  
Para mantener un registro del número de profesionales  
de la enfermería que la ejercen, se requiere organizar  
y llevar a cabo exámenes de certificación y  
acreditación, y crear comités para defender o aplicar  
medidas disciplinarias, esto con el fin de obtener  
mejores niveles de reconocimiento social.  
Conclusiones  
A partir de esta breve revisión por los elementos  
que caracterizan la profesión de enfermería desde la  
sociología de las profesiones, se puede concluir que  
ésta, como disciplina moderna, aún tiene muchos  
obstáculos que vencer; el proceso de  
profesionalización es un camino largo y en ocasiones  
difícil, puesto que cambiar el conocimiento práctico,  
los usos y las técnicas, hacia el conocimiento científico,  
es un reto que no todos los profesionales de la  
enfermería quieren realizar en el mundo asistencial  
donde se encuentran inmersos la mayoría de de ellos.  
La función de una profesión es la responsabilidad  
que tiene en la sociedad, es decir, la razón de ser o fin  
último para la que ha sido creada; en definitiva, lo que  
hace y que ninguna otra profesión puede ofrecer; en  
el caso de enfermería, la responsabilidad, la razón de  
ser y el fin último ante la sociedad es cuidar,  
conceptualizado como una entidad diferenciada que  
se caracteriza por la relación integral con otro ser, donde  
ambos reaccionan y se relacionan como personas; el  
profesional de la enfermería que cuida no considera al  
ser cuidado como una mera categoría patológica o  
como rol (paciente), sino como una persona única  
Se deben efectuar cambios estructurales para  
hacer visibles los componentes que distinguen a la  
profesión de enfermería, como son: conocimiento  
científico, autonomía, unidad y reconocimiento social;  
a pesar de que se cuenta con una autorregulación,  
esta no es suficiente para establecer sistemas de  
homogeneidad respecto a las condiciones laborales,  
salarios e incentivos, que son variables según la  
categoría y la dependencia de salud de que se trate,  
incluyendo la certificación y otros beneficios que la  
profesional de enfermería debe poseer.  
(Waldow, 2004) en la que visualiza problemas de salud  
que requieren de conocimientos, destrezas y actitudes  
que sólo se adquieren con el estudio profundo y  
sistemático de la sociedad, el hombre, la salud y la  
propia enfermería (García y Martínez, 2007).  
La utilidad profesional y el prestigio social son  
indicadores de reconocimiento social. De esta  
manera, si el prestigio que una profesión tiene en la  
sociedad es superior a la utilidad social percibida,  
entonces se considera que esa ocupación tiene  
excesivo poder. Cárdenas (2005), menciona que partir  
de que la enfermería entra en la llamada época  
moderna, que surgió a principios del siglo XX, y al  
hacer un recuento del camino recorrido por los  
profesionales de la enfermería, se percibe una  
incongruencia entre los niveles académicos  
Respecto a la autonomía, esta es parcialmente  
ejercida, puesto que si se analiza a profundidad en el  
sistema de salud y en la práctica hospitalaria, la  
enfermera desempeña los roles disciplinares  
realizando actividades dependientes (en su mayoría),  
interdependientes e independientes, esto derivado de  
una cultura, de una historia y de una organización  
donde es más conveniente depender del área médica  
que tener la responsabilidad de la toma de decisiones  
al ejecutar el plan de cuidados.  
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una estrategia de cambio  
Otro punto por demás relevante es la  
colegiación, que debería ser la fuerza impulsora para  
obtener avances significativos para la profesión,  
Literatura citada  
BRITO, P. R. 2007. Enfermería como ciencia emergente. Revista  
de Enfermería, pp 41-44.  
como son: alcanzar espacios políticos que luchen  
por mayores beneficios gremiales, acreditación de  
todos sus miembros y obtener campos laborales sin  
riesgos, entre otros; sin embargo, todo profesional  
de enfermería, como requisito para obtener el grado,  
deberá estar reconocido por alguna asociación  
profesional; aunque existe cierto desánimo en la  
participación y poco involucramiento en la toma de  
decisiones respecto al rumbo profesional de la  
disciplina.  
CÁRDENAS, L. 2005. La profesionalización de la enfermera en  
México: un análisis desde la sociología de las profesiones (1  
a
ed.). Barcelona, Esp.: Ediciones Pomares, pp 37,84  
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psicólogo en el campo educativo: presentaciones sociales sobre  
su formación y sus prácticas profesionales, Buenos Aires,  
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REYES, E. 2006. La regulación y educación en enfermería: nuevos  
determinantes. Ponencia presentada en el XIII curso OPS/OMS-  
CIESSL Legislación en Salud, 4-8 de septiembre 2008 México  
D.F. p. 2.  
Respecto al reconocimiento social, es  
necesario que las instituciones educativas y las  
instituciones laborales realicen acciones para que  
a través de ellas muestren una imagen profesional  
de la enfermería, haciendo visible el cuidado,  
mostrando cientificidad, competencia, asertividad  
en la toma decisiones y la capacidad de resolver  
problemas de salud del usuario y familia, en  
interdependencia con otras disciplinas.  
En el proceso hacia la profesionalización en  
enfermería, el camino que se recorre a veces es  
arduo, puesto que se deben generar cambios, de  
una práctica técnica a un cuidado innovador  
centrado en la persona, en la recuperación de la  
salud, en la prevención de la enfermedad y  
sustentado en el conocimiento científico. El punto  
de partida son las instituciones educativas  
formadoras de profesionistas, es decir, el modelo  
de enseñanza universitaria, pero en la actualidad y  
en el contexto local, aún persisten las escuelas  
financiadas por las unidades hospitalarias  
respaldadas por consorcios médicos, que forman  
profesionales técnicos que se insertan en los mismos  
campos laborales que los profesionales de la  
enfermería (nivel licenciatura) y, en ocasiones, con  
la misma categoría laboral y salarial. De igual  
manera, las instituciones empleadoras deben realizar  
reformas en su estructura, primero para delimitar  
funciones y después para situar al profesional de  
enfermería en los puestos clave, donde se realice  
la gestión del cuidado, y este sea reconocido por la  
sociedad como un servicio privativo de la enfermería  
profesional.  
RODRÍGUEZ, A., Gutiérrez, M. T., Muruato, L., García, C., Moriel B.  
L. 2003. Enfermería en Chihuahua: el despertar de una  
profesión, (1ª ed.) México, pp 33, 34,62, 70,  
SALAZAR, S.F. 2005. El conocimiento pedagógica del contenido  
como categoría de estudio de la formación docente, Revista  
electrónica: actualidades de investigación en educación. Vol.  
5
Nº 2 Costa Rica, p 13  
SCHWIRIAN, P. M. 1999. Capítulo 1: profesiones  
y
la  
profesionalización de enfermería = Profesionalization of  
Nursing: Current Issues and Trends. (3ª ed.). Estados Unidos:  
Lippincot. 1998 p 1.  
TAPP, D.; Stansfield, K., Stewart, J. 2005. La autonomía en la  
práctica de enfermería. Aquichan, Vol. 5, Nº 1.  
URICOECHEA, F. (s.f.). La profesionalización académica en Colombia,  
guías para la Investigación. Bogotá, Colombia: Universidad  
Nacional de Colombia.  
WALDOW, V.R. 2008. Cuidar: expresión humanizadora, (1º ed.)  
México: Nueva Palabra, 119, 120.  
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Vol. VI, No. 1  Enero-Abril 2012 •  
ELIAZAR GONZÁLEZ CARRILLO, ANA MARÍA ARRAS VOTA Y B. LETICIA MORIEL CORRAL: La profesionalización en enfermería: hacia  
una estrategia de cambio  
Este artículo es citado así:  
González-Carrillo, E., A. M. Arras-Vota y B. L. Moriel-Corral. 2012: La profesionalización en enfermería:  
hacia una estrategia de cambio. TECNOCIENCIA Chihuahua 6(1): 1-8.  
Resúmenes curriculares de autor y coautores  
ELIAZAR GONZÁLEZ CARRILLO. Terminó la licenciatura en el año 2004, en febrero de 2005 le fue otorgado el título de Licenciado en  
Enfermería por la Facultad de Enfermería y Nutriología de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH). Obtuvo el grado de  
maestro en enfermería en la Facultad de Enfermería y Nutriología de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) en 2008.  
Actualmente cursa el Doctorado en Educación en la Facultad de Filosofía y Letras de Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH).  
Desde 2001 labora en la Facultad de Enfermería y Nutriología, posee la categoría de académico asociado «A» de tiempo completo;  
su área de especialización es la enfermería pediátrica, la administración y gestión de los servicios de enfermería, y desde 2010  
imparte la asignatura de metodología de la investigación. Actualmente dirige cuatro tesis de estudiantes de la Maestría en Enfermería  
en la ciudad de Los Mochis, Sinaloa. Participó en dos reportes técnicos de cuatro estudiantes de Licenciatura en Enfermería. Es  
autora de un modelo de cuidado en enfermería, el primer avance fue publicado en la Revista de Educación y Desarrollo, del Centro  
Universitario de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara, en 2007.  
ANA MARÍA DE GUADALUPE ARRAS VOTA. Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación, egresada del ITESO. Maestra enAdministración  
por la Universidad Autónoma de Chihuahua y Doctora en Ciencias de la Administración egresada de la Universidad Nacional  
Autónoma de México. Académica e investigadora en la Universidad Autónoma de Chihuahua. Miembro del Sistema Nacional de  
Investigadores Nivel 1, en el área de Economía de 2007 – 2010 y perfil PROMEP. Dirige tesis de licenciatura, maestría y doctorado.  
Línea de investigación: Administración, Agrotecnología y Educación. Es autora del libro Comunicación Organizacional, y La acción  
comunicativa, estrategia de poder y agente de cambio en las prácticas organizacionales; y coautora de Lenguaje y Comunicación,  
La administración y su aplicación a empresas agropecuarias, Competencias en TIC y rendimiento académico en la universidad,  
diferencias por género, además de varios capítulos de libros. Le han publicado diversos artículos en revistas arbitradas e  
indexadas, destacando: Percepción de estudiantes de educación superior sobre sus competencias en las TIC en las universidades  
Autónoma de Chihuahua y Veracruzana. Estrategia y educación superior. Competencias en Tecnologías de Información y  
Comunicación (TIC) de los estudiantes universitarios, Granja Renacer: agronegocio familiar que fructifica al incorporarse en redes  
de conocimiento, Comunicación y cambio organizacional. Visión de la Administración Agrotecnológica como profesión, Ética,  
estrategia para pequeños y medianos productores y Redes de colaboración, estrategia empresarial en la inserción a cadenas de  
valor. Es evaluadora de proyectos de investigación del CONACYT y árbitro de una revista científica indexada.  
BERNARDINA LETICIA MORIEL CORRAL. Terminó su Licenciatura en 1978, año en que le fue otorgado el titulo de Licenciada en Enfermería  
por la Escuela de Enfermería y Obstetricia de la Universidad de Guanajuato. Realizó su posgrado en Chihuahua, Chih. México, donde  
obtuvo el grado de Maestría en Administración en 1996 por la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma  
de Chihuahua (UACH) y estudios de Doctorado en Ciencias de la Educación en 1998 por el Instituto Superior de Estudios Pedagógicos.  
Instituto Pedagógico de Estudios de Posgrado de la Secretaria de Educación Pública de Guanajuato. Desde 1974 labora en la  
Facultad de Enfermería y Nutriología de la UACH y posee la categoría de Académico Titular C. Ha sido miembro de los Comités  
Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior por el área de la Salud CIEES_ ANUIES par académico titular desde  
1993 a la fecha. Ha dirigido 48 tesis de Licenciatura y 15 de Maestría; es autora de aproximadamente 20 artículos científicos, un  
libro, más de 40 ponencias en congresos y dos capítulos de libros científicos. Ha impartido 45 conferencias por invitación y ha  
dirigido 3 proyectos de investigación financiados, con los que se han titulado más de 10 profesionistas de enfermería. Es evaluadora  
de proyectos CONACYT para otorgar el reconocimiento de programas de posgrado de calidad y es evaluadora del Programa de  
Mejoramiento del Profesorado, PROMEP y ha sido árbitro en dos revistas científicas, una de la Universidad de Guanajuato (Acta  
Universitaria) y otra de la UACH (Synthesis).  
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 Vol. VI, No. 1  Enero-Abril 2012 •