Alimentos  
Artículo arbitrado  
Contribución de tres modelos en pruebas  
sensoriales de diferencia  
Contribution of three models in sensory test of difference  
1
,3  
2
Y ADA MANRESA-GONZÁLEZ  
YAMILA ÁLVAREZ-COUREAUX  
Recibido: Febrero 5, 2010  
Aceptado: Mayo 10, 2010  
Resumen  
Abstract  
El empleo de los métodos para evaluar diferencias o agrado  
está muy extendido para una variedad de pruebas  
aparentemente sencillas de evaluación sensorial, ya sea  
empleando catadores o consumidores; sin embargo, se deben  
considerar las tendencias más actuales en este ámbito, es por  
ello que el artículo ofrece una introducción para el modelo  
Thurstoniano, así como su aplicación en las pruebas sensoriales.  
El tratamiento teórico abordado explica las diferencias detectadas  
en la ejecución de diversos protocolos, incluyendo las pruebas  
de diferencias, donde un pequeño cambio en las instrucciones  
dadas al juez puede alterar la proporción de respuestas  
correctas. Se comenta sobre el uso de la estadística binomial  
para el análisis de pruebas de diferencia, sus limitaciones y el  
efecto de la estrategia cognitiva adoptada por el catador durante  
la prueba; se analiza el modelo Thurstoniano en la respuesta de  
los evaluadores y la Teoría de Detección de Señales, además de  
abordar aspectos relacionados con el Análisis Secuencial de la  
Sensitividad, desarrollado como una evolución crítica al modelo  
Thurstoniano.  
The use of methods to evaluate differences or liking is very  
widespread for a variety of apparently simple sensory evaluation  
tests, either trained judges or consumers are being used.  
However, the most current tendencies in this area should be  
considered. That is why this article shows an introduction to  
the Thurstonian model as well as its application on sensorial  
tests. The discussed theoretical treatment explains the detected  
differences in the execution of diverse protocols, which include  
the test of differences, where a small change in the instructions  
given to the judges could alter the proportion of right answers.  
A comment is made about the use of the binominal statistics for  
the analysis of tests of difference, its limitations and the effect  
of adopted cognitive strategy by the testers during the test.  
The Thurstonian model in the judges’ answers and the Signal  
Detection Theory are also analyzed. Moreover, some aspects  
related to Sequential SensitivityAnalysis, developed as a critical  
evolution of the Thurstonian model, are also uncovered.  
Keywords: Sensory Evaluation, Thurstonian Model, Signal  
Detection Theory.  
Palabras clave: Evaluación Sensorial, Modelo Thurstoniano,  
Teoría de Detección de Señales.  
Introducción  
ara que una ciencia progrese es importante contar con bases sólidas y modelos que  
expliquen los eventos de la ciencia en cuestión. Hasta hace unos años, el área de  
evaluación sensorial y los estudios con consumidor eran meramente una colección  
P
de métodos y datos sin una columna vertebral teórica.  
_
1
________________________________  
Universidad San Francisco de Quito. Círculo de Cumbayá s/n. Quito, Ecuador. Casilla postal 17-12-841. Tel. (593) 22971753.  
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Dirección electrónica del autor de correspondencia: yalvarez@usfq.edu.ec.  
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diferencia en alimentos  
Los investigadores de la ciencia sensorial  
han entendido el rol del análisis estadístico para  
paliar las incongruencias de las mediciones en  
evaluación sensorial. Sin embargo, se ha  
detectado que los problemas principales están  
asociados con el acto de la medición misma.  
Por consiguiente, se hace necesario poner  
atención a los modelos de medición. Con estos  
antecedentes, el presente trabajo recoge la  
información principal acerca de una nueva visión  
del análisis sensorial desde el enfoque que se  
ha dado en llamar el modelo Thurstoniano.  
permite la independencia en el juicio del catador.  
Las pruebas sensoriales con consumi-dores  
pueden realizarse en cualquier sitio donde estos  
se encuentren, o por medio de pruebas en el  
hogar. Por su parte, los estudios en psicofísica  
sensorial se realizan mediante la interacción uno  
a uno (evaluador-evaluado) y, de ser posible, el  
estudio se realiza a doble ciego.  
Modelos psicofísicos  
Han sido muchos los intentos por explicar  
el funcionamiento de los sentidos a través de la  
psicofísica, y desde mediados del siglo XIX se  
realizan aportes a la teoría de la percepción  
(O’Mahony et al., 1994). Dentro de los modelos  
más reconocidos en la literatura científica de la  
ciencia sensorial se encuentran la ley de  
Fechner, en 1860, el modelo de Beidler (1954),  
así como la ley de Stevens (1957).  
La psicofísica es la parte de la filosofía  
empírica que estudia las reacciones entre lo  
físico y lo psíquico (Meilgaard et al., 2007). La  
psicofísica sensorial busca, por su parte,  
estudiar el funcionamiento del sistema sensorial  
y los mecanismos cerebrales de captación de  
estímulos. Los investigadores de la temática  
sensorial deben utilizar la psicofísica, ya que los  
alimentos son evaluados por los sentidos  
humanos; por lo que, mientras mejor sea  
conocido el instrumento de trabajo, más  
eficientes serán las pruebas a diseñar.  
Sin embargo, desde 1927 se postula un  
modelo probabilístico, no matemático, en el que  
se plantea que: «la variabilidad de la percepción  
genera cambios en la medición y además tiene  
en cuenta la regla de la toma de decisión  
cognitiva» (Thurstone, 1927 a,b,c). Este  
modelo, conocido como modelo Thurstoniano,  
se basa en la variabilidad de la percepción  
sensorial, representada a través de la  
distribución normal de probabilidades y en la  
estrategia cognoscitiva empleada para la toma  
de decisiones y la emisión de una respuesta  
sensorial.  
Los psicólogos y los neurocientíficos  
trabajan evaluando el sistema sensorial y  
registrando los impulsos nerviosos. Otros  
estudios son los que utilizan modelos en  
animales, sin embargo, la forma de medir los  
estímulos se realiza, por lo general, sobre la  
base del comportamiento del individuo. Los  
integrantes de un grupo de estudio pueden ser  
seleccionados al azar, lo que permite realizar  
inferencias acerca de la población humana. La  
psicofísica supone que todos los sistemas  
sensoriales humanos actúan similarmente, de  
ahí que las muestras sean significativamente  
más pequeñas que para otros estudios  
Modelo Thurstoniano  
El modelo de Thurstone es una estructura  
poderosa para entender los mecanismos de la  
medición sensorial (Angulo y O’Mahony, 2009a).  
La idea básica del modelo radica en que cada  
vez que un alimento es degustado por un juez,  
varía la percepción de la intensidad del estímulo.  
Esta variación puede ser medida en términos  
de la respuesta neural o de la intensidad de la  
propia percepción, pero no depende del alimento  
en sí, sino del criterio de elección del evaluador.  
Estas estrategias teóricas han resultado  
enriquecedoras para la comprensión de los  
métodos de medida sensorial y básicamente  
(O’Mahony et al., 1994).  
Los grupos de evaluadores, independiente-  
mente del objetivo de la evaluación sensorial,  
están sujetos a mediciones de su comporta-  
miento y cada grupo tiene su forma de controlar  
el desempeño del evaluador. En la evaluación  
sensorial, el análisis se lleva a cabo en  
compartimientos individuales o cabinas, lo que  
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traza dos estrategias cognitivas. La estrategia  
(criterio ), involucra un proceso de  
Un segundo tipo de criterio se ha llamado  
criterio Tau () descrito por Ennis (1993) o  
criterio K (Macmillan y Creelman, 2005)  
empleado en protocolos donde al menos se  
presentan dos muestras y se pide al juez indicar  
si se trata del mismo producto o de productos  
diferentes. Esta estrategia cognoscitiva,  
derivada del modelo Thurstoniano, ha sido  
llamada la regla de la decisión de la diferencia  
categorización de la intensidad de los estímulos  
en lugar de la usual comparación relativa de las  
distancias entre ellos. El evaluador asigna  
categorías a las sensaciones según este criterio  
cognitivo que se crea, por lo general, siguiendo  
las instrucciones dadas por el conductor de la  
prueba. Esta estrategia se ha designado en la  
literatura propia de la psicología como «la regla  
de la decisión óptima» (Noreen, 1981) o el  
modelo de la observación independiente  
(Noreen, 1981) y en este caso, en lugar de ser  
una demarcación que delimita dos áreas en el  
continuo sensorial, el criterio simula una vara  
o cinta métrica de una medida psicológica de la  
distancia percibida entre las dos intensidades  
de las muestras que se van a comparar.  
(
Macmillan y Creelman, 2005). El criterio   
define la intensidad a partir de la cual los  
estímulos se consideran de mayor intensidad,  
teniendo en cuenta que existe una actividad  
cerebral basal identificada como ruido. Es decir,  
el límite entre las regiones de baja y alta  
intensidad se llama criterio , siendo un  
parámetro psicológico que no depende  
directamente de la sensibilidad particular de  
cada juez (Rousseau, 2001)  
Igualmente, el criterio  es un parámetro  
psicológico y no depende de la sensibilidad del  
sujeto. Si un sujeto se siente seguro, no necesita  
una diferencia grande para percibir y describir  
las muestras como diferentes, lo que se traduce  
en un pequeño criterio . En cambio, si el  
individuo es más reservado o inseguro, requerirá  
un criterio  más grande para declarar las  
muestras como diferentes. Al aplicar esta  
estrategia cognitiva, el juez se basa en la  
estrategia de comparación de distancias  
Un mejor entendimiento del criterio  se  
logra en la Figura 1, donde el ruido neural está  
representado por el segmentoAB. En el instante  
B, se distingue un estímulo X, el cual se percibe  
como señal, pues supera la barrera de  
detección que establece el criterio  hasta el  
instante C, en que cesa el estímulo. El ruido  
neural se mantiene incluso después del instante  
D en el que a pesar de la presencia del estímulo  
Y, éste no es lo suficientemente intenso para  
superar el criterio  y permitir al sujeto  
diferenciar esta señal del ruido neural.  
Atendiendo a estos argumentos se infiere que  
toda acción destinada a ajustar el criterio   
redundará en una mejor diferenciación de  
estímulos confundibles.  
(Rousseau, 2001).  
Un diagrama que ejemplifica una de las  
funciones del criterio se ilustra en la Figura 2,  
mediante una prueba triangular en la que al juez  
se le entregan tres muestras de las cuales una  
es diferente. La tarea del juez es indicar cuál es  
la muestra diferente. Si el criterio cognitivo del  
juez es demasiado amplio, se da la situación  
ilustrada en (a) y el juez percibe los estímulos  
como similares. Si el criterio cognitivo del juez  
es muy estrecho se da la situación ilustrada en  
(
b) y el juez percibe los tres estímulos como  
diferentes.  
Al informarle al juez que una de las  
muestras es diferente, él debe ajustar su criterio  
a la longitud óptima que le permita percibir una  
Figura 1. El criterio  como límite en la percepción del ruido  
neural y la señal del estímulo.  
muestra como más alejada que la otra, así, el  
juez podrá identificar la muestra diferente, tal  
como ocurre en (c) de la Figura 2.  
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Figura 2. El criterio  como una medida psicológica de la distancia  
percibida entre las dos intensidades.  
dos frecuencias y no determina la magnitud de  
la diferencia (Angulo y O’Mahony, 2005).  
La similitud de las pruebas pareadas, tanto  
afectivas como discriminatorias, se manifiesta  
en que el juez consumidor o el catador,  
respectivamente, deben emitir un juicio forzado,  
y el manejo estadístico de los datos, en ambos  
casos, se realiza mediante el estadístico  
binomial. Este aspecto ha sido modificado bajo  
el modelo Thurstoniano, ya que en el enfoque  
binomial no toma en cuenta la variabilidad de  
los evaluadores.  
La variación de la intensidad del estímulo  
Si en el lugar de esta prueba se emplea una  
puede representarse por una distribución de  
de decisión forzada de un atributo en particular,  
frecuencias continuas a lo largo de un eje de  
con las tres opciones de respuestas, como es  
intensidad (Figura 3), donde la altura de la  
distribución representa la frecuencia para cada  
intensidad. La altura máxima se corresponde  
con la intensidad media que más comúnmente  
ocurre, pero la frecuencia desciende en las  
intensidades débil y fuerte.  
la prueba 3-AFC, (por sus siglas en inglés,  
(Forced Choice 3-Alternative) el juez emplea la  
estrategia cognitiva, llamado desnatado, siendo  
mucho más fácil para el juez encontrar la  
muestra diferente y, por tanto, se incrementan  
considerablemente las respuestas correctas,  
haciendo de esta prueba una opción más  
eficiente (O’Mahony et al., 1994).  
La intensidad momentánea al degustar  
corresponderá a algún valor a lo largo del eje, y  
cuan común sea este valor estará representado  
por la distribución (O’Mahony, 1992).  
A partir de los postulados de Thurstone se  
han realizado varios aportes de gran interés para  
la ciencia sensorial explicando desde el punto  
de vista teórico las inconsistencias y paradojas  
de los métodos tradicionales, como la  
variabilidad de los resultados al comparar  
alimentos en las pruebas de discriminación, así  
como los sesgos en la pruebas de preferencia  
pareadas y en el empleo de escalas hedónicas.  
Otro importante aporte a partir del Thurstoniano  
es la distribución beta binomial, que toma en  
consideración la variabilidad de la percepción  
en las pruebas sensoriales (Ura, 1960; Elliott,  
Figura 3. Distribución de frecuencias a lo largo del eje de  
intensidad que representa la variación en la percepción del  
estímulo en degustaciones repetidas (O’Mahony et al., 1994).  
1
964; Hacker y Ratcliff, 1979; Frijters et. al., 1980;  
La Figura 4a representa las distribuciones  
de intensidades del estímulo de dos muestras  
de alimentos: «N» y «S» que no se superponen,  
y por ello son perfectamente distinguibles.  
Ennis y Mullen, 1985; Ennis y Mullen, 1986a;  
Ennis y Mullen, 1986b; Ennis y Mullen, 1992;  
Ennis, 1992; Ennis, 1993; Ennis et al., 1998; Bi y  
Ennis, 2001; Rousseau y Ennis, 2002).  
Obviamente, mientras más se superponen  
las distribuciones, más confundibles serán los  
estímulos; una medida de la superposición es  
d’ (Figura 4b) que es la distancia entre las dos  
medias, medida en unidades de desviación  
estándar.  
Tradicionalmente, los datos derivados de  
las pruebas de preferencia se analizan esta-  
dísticamente utilizando la distribución binomial.  
Sin embargo, el resultado de este análisis sólo  
informa sobre la significancia estadística entre  
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diferencia en alimentos  
Figura 4 a y b. Distribución de frecuencias de la intensidad del  
Teoría de Detección de Señales  
sabor de dos estímulos mediante el modelo Thurstoniano  
(
O’Mahony et al., 1994).  
Por su parte, la Teoría de Detección de  
Señales (Green y Swets, 1966) postulada para  
evaluar estímulos auditivos y visuales,  
comparte muchos de sus enunciados con el  
modelo Thurstoniano. En la teoría de detección  
de señales se parte del supuesto de que la  
sensibilidad de un sistema depende de las  
características físicas del estímulo y de los  
aciertos que los observadores puedan alcanzar,  
por lo que permite distinguir dos conceptos: la  
detección objetiva del estímulo y el criterio de  
decisión que adopta el observador en un  
momento dado.  
La Figura 5 muestra las situaciones en que  
un juez puede emitir respuestas correctas o  
erradas. Si el alimento «S» es de mayor  
intensidad que el alimento «N», y en el instante  
de la cata se presenta la situación 5(a) el juez  
percibe el alimento «S» como más intenso y  
emitirá una respuesta correcta. Si en el  
momento de la degustación se da la situación  
El acercamiento esencial entre el modelo  
Thurstoniano y la Teoría de Detección de  
Señales es reconocer la naturaleza probabilística  
de los datos sensoriales. Para una prueba de  
diferencia, el acercamiento considera dos  
distribuciones de la intensidad percibida, cada  
una asociada a cada estímulo que va a ser  
discriminado (Kim et al., 2006).  
5
(b), el juez cometerá un error en su respuesta.  
Como se observa, la probabilidad de que  
suceda un escenario tal como se muestra en  
la Figura 5a es mucho mayor que la frecuencia  
de ocurrencia de la situación en 5b.  
La Teoría de Detección de Señales y el  
ajuste thurstoniano ofrecen una comparación  
métrica de la sensibilidad de diferentes pruebas  
de discriminación, tomando en cuenta la  
dificultad inherente a los procedimientos y al  
hacer algunas suposiciones razonables sobre  
las estrategias empleadas por los jueces en las  
pruebas sensoriales (Frijters, 1979; Ennis, 1993;  
O’Mahony et al.; 1994).  
Figura 5 a y b. Distribución de frecuencias de la intensidad  
percibida de dos estímulos confundibles mediante el modelo  
Thurstoniano (O’Mahony et al, 1994).  
El modelo Thurstoniano y la Teoría de  
Detección de Señales se han aplicado a  
pruebas de diferencia y han suministrado una  
medida fundamental del grado de diferencia  
entre dos estímulos (d’). Estos modelos fueron  
aplicados primero a la prueba 2-AFC, la  
triangular y dúo-trío; estos ensayos han sido  
utilizados para confeccionar las tablas que  
permiten la determinación de los d’  
correspondientes a las proporciones de  
respuestas correctas para los procedimientos  
discriminativos de respuesta forzada.  
Por otra parte, el análisis thurstoniano ha  
facilitado la comparación de los métodos  
sensoriales a través del cálculo del parámetro  
d’ como índice del grado de diferencia entre  
los productos, lo cual no es posible realizar  
sin tener en cuenta este estadígrafo  
(
O’Mahony, 1992; Ennis y Ashby, 1993; Bi y  
Ennis, 1997; Ennis et al., 1998; Bi y Ennis,  
001; Rousseau y Ennis, 2002; Angulo y  
O’Mahony, 2005).  
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diferencia en alimentos  
Otra forma de interpretar el comportamiento  
Párametro d’ (d prima)  
del juez es homologando la escala de categorías  
El parámetro d’ es una medida del grado  
a una prueba del tipo A No-A. En este tipo de  
de diferencia sensorial entre dos productos. Este  
parámetro permite la comparación de pruebas  
de diferencia con probabilidades de respuesta  
aleatoria diferentes, algo que no se podría hacer  
al aplicar el modelo binomial tradicional. Por lo  
tanto, d’ es una medición básica, fundamental,  
prueba, el juez, una vez ajustado un único  
criterio , lo considera No-A y lo ubica en la parte  
baja de la escala, o si éste se encuentra después  
del criterio , lo ubica en la parte superior de la  
escala correspondiente al estímulo A (Fig.7).  
pues es independiente de la metodología  
aplicada. No es fácil entender el concepto de d’  
sin antes usarlo. A fin de tener una idea de lo  
que representa, es útil saber que cuando d’ es  
igual a uno, representa la diferencia entre dos  
estímulos que apenas se perciben como  
diferentes (Angulo y O’Mahony, 2009a). El valor  
de d’ se puede obtener de varias maneras:  
empleando las tablas reportadas por Bi y Ennis  
en 1997, elaboradas entre otros parámetros, a  
partir de la proporción de respuestas correctas  
o de la transformación de los datos a formas  
más adecuadas cuando de escalas hedónicas  
se trata. Además se puede estimar la varianza  
de d’ y conocer si el valor obtenido difiere  
significativamente del valor cero (Bi y Ennis,  
Figura 7. Bandas del criterio  en una escala de cinco puntos.  
Para obtener el valor d’ a partir de los  
resultados de una escala de categoría, se puede  
aplicar el procedimiento descrito por laASTM E  
2262 (2003) donde se considera el procedi-  
miento similar al de la prueba de diferenciación  
A No-A, que a su vez se basa en la teoría de  
detección de señales. En este caso, el ruido  
neural se simula con la muestra No-A que  
corresponde a aquella muestra que presente  
mayor frecuencia en las categorías bajas de la  
escala, mientras la muestra que presente  
mayor frecuencia en las categorías altas de la  
1997).  
En el caso de una escala de categorías, el  
cálculo de d’ se explica a través de la teoría de  
detección de señales, de manera que en una  
escala de n puntos (Figura 6), el juez considera  
n-1 bandas del criterio cognitivo , y para asignar  
la categoría tres de la escala a un alimento, el  
estímulo que éste provoca debe ser mayor que  
el criterio  y menor que el criterio  (Kim y  
escala será la señal. Esto indica que la P será  
(A)  
mayor que la P(No A).  
2
3
De esta manera, las diferencias entre ruido  
y señal serán distinguibles cuando ocurra el  
adecuado ajuste de los criterios cognitivos  
correspondientes y las muestras puedan ser  
consideradas de diferente nivel de agrado.  
O’Mahony, 1998).  
Figura 6. Bandas límites del criterio  en una escala de cinco  
puntos.  
Así mismo, el parámetro d’ puede utilizarse  
en las pruebas de preferencia para estimar la  
tendencia de la preferencia. (Angulo y O’Mahony,  
2
009b). Los resultados reportados hasta la  
fecha sugieren que el cálculo de d’, en este tipo  
de prueba, podría ser utilizado para comparar  
métodos hedónicos que utilicen o no la opción  
de «No Preferencia» (NP).  
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diferencia en alimentos  
La aplicación del modelo Thurstoniano en  
pruebas de preferencia es más compleja debido  
al sesgo experimental que puede ocurrir. Para  
ello es necesario comparar los valores de d’  
obtenidos bajo el formato con la opción «NP» y  
sin esta opción. Una forma de obtener esta  
información es utilizando dos grupos de  
consumidores, pero puede atribuirse la  
diferencia en las preferencias a cada grupo de  
consumidores, lo cual dificultará la comparación.  
El diseño alternativo es el de muestras  
dependientes, es decir, utilizar el mismo grupo  
de consumidores bajo las dos opciones (Alfaro  
et al, 2005).  
desempeño sería superior que para tríadas, con  
dos estímulos fuertes y un estímulo débil, lo que  
confirma el desempeño de los evaluadores en  
la prueba 3-AFC como superior con relación a  
la prueba triangular.  
Como metodología revolucionaria, el  
modelo Thurstoniano genera controversias, se  
plantea (O’Mahony et al, 1994) que la principal  
deficiencia del modelo Thurstoniano consiste  
en que se habla de la variabilidad de la  
intensidad de la percepción, sin intentar explicar  
por qué. Además, está el planteamiento de que  
las distribuciones probabilísticas de dos  
estímulos son independientes, lo que implicaría  
suponer que no existen interacciones entre  
ellos.  
En condiciones en las que los jueces  
prueban los mismos alimentos, se espera que  
el uso de diferentes pruebas sensoriales dieran  
como resultado los mismos valores de d’, pero  
las pruebas varían sustancialmente en términos  
de variaciones sensoriales. Estas variaciones  
son inducidas por las diferencias en la secuencia  
entre probar las muestras y el agotamiento de  
los jueces, y por lo tanto, no darán como  
resultado los mismos valores de d’ (Alfaro et  
al., 2005). Esta problemática fue explicada por  
el modelo de «Análisis Secuencial de la  
Sensibilidad» (ASS) descrito por O’Mahony y  
Odbert, (1985), y por el modelo Condicional de  
Estímulos (Ennis, 1992). Estos modelos han  
sido estudiados por varios investigadores  
Uno de los modelos que perfeccionan al  
patrón Thurstoniano lo constituye el Análisis  
Secuencial de la Sensibilidad, que ha  
demostrado la dependencia de un estímulo del  
que le ha precedido.  
Conclusiones  
Las teorías que encierra el modelo  
Thurstoniano, así como el refinamiento y la  
evolución del mismo, han sido ampliamente  
investigadas en los últimos años, generando  
una revisión teórica de los fundamentos de la  
metodología sensorial, así como de los métodos  
estadísticos tradicionales empleados para el  
análisis de los datos.  
(O’Mahony y Goldstein, 1986; Vié y O’Mahony,  
1
989; Masuoka et al., 1995; Rousseau y  
O’Mahony, 1997).  
El progreso en las investigaciones  
psicofísicas y su indiscutible relación con la  
evaluación sensorial ha tenido importantes  
avances, pero aún queda mucho por investigar  
en este campo, para lo cual se requiere de  
grupos multidisciplinarios que aborden los  
aspectos fisiológicos, psicofísicos, estadísticos  
y propiamente sensoriales. De ello dependerá  
el desarrollo de la disciplina de evaluación  
sensorial, lo cual permitirá corregir errores y  
perfeccionar los métodos para finalmente tener  
una visión más cercana a los fenómenos que  
rigen la percepción humana.  
El modelo ASS describe la relación de los  
efectos de secuencia de degustación en las  
pruebas de diferencia considerando cuán  
adecuadamente los dos estímulos son  
detectados e identificados correctamente, al ser  
diferenciados en una prueba de discriminación.  
La detección de un estímulo es considerada  
como dependiente de las propiedades del  
estímulo precedente.  
Estos modelos explican el efecto de la  
secuencia y su relación con el desempeño  
discriminatorio de los evaluadores.Al presentar  
un estímulo fuerte y dos estímulos débiles, el  
1
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YAMILA ÁLVAREZ-COUREAUX Y ADA MANRESA-GONZÁLEZ: Contribución de tres modelos en pruebas sensoriales de  
diferencia en alimentos  
KIM, H., O. Kim, S. Jeon, J. Kim and M. O’Mahony. 2006.  
Thurstonian models and variance II: Experimental confirmation  
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ANGULO, O. and M. O’Mahony. 2005. The paired preference test  
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Journal Sensory Studies 21:465-484.  
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4
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 Vol. VI, No. 3  Septiembre-Diciembre 2012 •  
YAMILA ÁLVAREZ-COUREAUX Y ADA MANRESA-GONZÁLEZ: Contribución de tres modelos en pruebas sensoriales de  
diferencia en alimentos  
Este artículo es citado así:  
Álvarez-Coureaux, Y., yA. Manresa-González. 2012: Contribución de tres modelos en pruebas sensoriales de  
diferencia en alimentos. TECNOCIENCIA Chihuahua 6(3): 165-173.  
Resúmenes curriculares de autor y coautores  
YAMILA ALVAREZ-COUREAUX. Terminó su licenciatura en 1995, año en que le fue otorgado el título de Licenciado en Ciencias Farmacéutica  
por la Facultad de Farmacia y Alimentos de la Universidad de la Habana. Realizó sus postgrados en Cuba donde obtuvo el grado  
de Maestro en Ciencias en el área de Toxicología experimental en el 2002 y el grado de Doctor en Ciencias de los alimentos en 2011,  
otorgado por la Universidad de la Habana, Cuba. Ha laborado como docente y consultora en varias universidades en Ecuador,  
como Universidad San Francisco de Quito, Universidad Salesiana; actualmente labora en el Centro de Formación e Integración  
Profesional de Montreal - Canadá. Ha sido miembro del comité CODEX- Ecuador, 2005-2011. Es consultora de OPS-Ecuador y  
directora del Instituto Sensorial de los Alimentos. Su área de especialización es el análisis sensorial. Ha dirigido 15 tesis de  
ingeniería de alimentos. Es autora de varios artículos científicos, de ponencias en congresos, además ha impartido 15 conferencias  
por invitación y ha dirigido 10 proyectos de investigación financiados por fuentes externas.  
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