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Vol. IX, Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2015
El científico frente a la sociedad Artículo de opinión
Resumen
La investigación, el bienestar y la supervivencia son tres términos
diferentes que siempre han actuado desde un mismo espacio; el hombre
constantemente ha manipulado su entorno para que este actúe a
conveniencia, por ello, este artículo de reflexión muestra problemáticas
bioéticas asociadas a los avances científicos que imperan en nuevas
alternativas de subsistencia y pretenden mejorar y prevalecer como
especie humana y su entorno. Por tal motivo, se abordaron las
siguientes temáticas: investigación científica, el ADN, trasplante de
órganos, muerte cerebral, reproducción asistida y experimentación
con seres humanos.
Palabras clave: biotecnología, ingeniería genética, investigación,
experimentación, trasplante de órganos, muerte cerebral,
reproducción asistida, derecho.
_________________________________
1 Universidad Militar Nueva Granada. División de Publicaciones, Comunicaciones y Mercadeo. Dirección: Carrera 11 101 - 80. Teléfono:
650-0000 634-3200 Ext 1110 a 1113. Bogotá DC – Colombia.
2 Dirección electrónica del autor de correspondencia: martha.striedinger@gmail.com.
Abstract
The research, welfare and survival are three different terms that
have always acted from the same space, man has always manipulated
their environment so that this acted to convenience, therefore,
this article's reflection shows bioethical issues associated with
scientific prevailing in new alternative livelihood and aim to improve
and prevail as a human species. For this reason the following
topics were discussed: scientific research, DNA, organ
transplantation, brain death, assisted reproduction and human
experimentation.
Keywords: biotechnology, genetic engineering, research,
experimentation, organ transplantation, brain death, assisted
reproduction, law.
Bioethics and scientific advances
La bioética y los avances científicos
MARTHA P. STRIEDINGER1,2
La vida es considerada una lucha incesante por continuar existiendo; afirma Potter «en
conclusión, les pido que piensen en la bioética como una nueva ética científica que
combina la humildad, la responsabilidad y la competencia, que es interdisciplinaria e
intercultural y que intensifica el sentido de la Humanidad» (1998,32). Desde la fecundación
del óvulo se empieza una batalla a contra reloj, desplegándose una compleja red de desarrollo
con una alta proliferación celular que se va diferenciando en partes específicas de un embrión,
el cual está programado para concluir en un nuevo ser como expresión del material genético
de sus progenitores.
Introducción
«La libertad y la salud se asemejan:
su verdadero valor se conoce cuando nos faltan»
Henri Becque
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MARTHA P. STRIEDINGER: La bioética y los avances científicos
No todos los procesos embrionarios finalizan, en
concordancia, muchos de los futuros humanos no
existirán. Es aquí, en donde la ciencia ha tomado el
papel de velar por la conservación de la especie
humana adelantando infinidad de investigaciones en
torno al cuidado de la salud; evidenciándose
problemas bioéticos cuando no hay límites de
investigación al igual que cuando existen y estos no
permiten investigar. «Hay dos culturas –ciencias y
humanidades- que parecen incapaces de hablarse la
una a la otra y si ésta es parte de la razón de que el
futuro de la humanidad sea incierto, entonces
posiblemente podríamos construir un «puente hacia
el futuro» construyendo la disciplina de la bioética
como un puente entre las dos culturas. Los valores
éticos no pueden ser separados de los hechos
biológicos» (Potter, 1971).
Consecuente con ello, la bioética concebida como
aquella sana relación consigo mismo, con los demás
y con el entorno, permite establecer aproximaciones
a los dilemas éticos en la investigación científica, la
cual se retroalimenta de la moral del investigador,
entendida esta como la objetividad en la subjetividad
y un escalón necesario para llegar al componente
ético –la sana conciencia en el actuar – (Tirado,
2011c). La bioética no sólo estudia el área bioclínica,
sino también incursiona en otras ciencias, como las
sociales y humanas, facilitando elementos para
encontrar salidas permutables a las grandes
problemáticas sociales que hoy aquejan a la
humanidad.
Por ende, el presente artículo de reflexión tiene
como objetivo general evidenciar algunos problemas
bioéticos que pueden aquejar directamente el
desarrollo de las ciencias de la salud, entre ellas, como
eje central, las diferentes limitaciones, aproximaciones
e interpretaciones en la investigación científica y su
relación con las restricciones de acceso y desarrollo
por factores como el económico y sociocultural, en
la evolución de las ciencias implicadas en la
supervivencia del Homo sapiens. Consecuentemente,
se dará una mirada interdisciplinar a temáticas como
las de ADN, el trasplante de órganos como alternativa
de sobrevivencia, muerte cerebral frente a la
obtención de órganos, reproducción asistida: avance
o retroceso de la humanidad y la experimentación
con seres humanos.
Metodología
La metodología utilizada es de tipo exploratorio
y toma como componente la revisión documental
mediante el uso de la dialéctica, en torno a la
investigación científica, el ADN, trasplante de
órganos, muerte cerebral, reproducción asistida y
experimentación con seres humanos.
Resultados y discusión
Investigación científica
Investigar se define como la búsqueda de medios
para esclarecer una cosa, por lo cual la investigación
es el proceso empleado en la indagación de la verdad
sobre el objeto a investigar, su único fin es enriquecer
los conocimientos del hombre para llegar a evidenciar
algo que está desconocido o no es claro (Cegarra,
2011: 41).
Es así que el conocimiento científico debe
cumplir algunas condiciones, siendo fáctico, legal,
claro y preciso, sistemático, metódico, verificable,
comunicable, explicativo, predictivo, en ocasiones
generalista, útil y ético. En especial bioético, el fin de
las investigaciones, en aras de desarrollo científico,
no debe vulnerar los principios éticos en sus
procedimientos, y mucho menos atentar contra el
bienestar de los individuos o el entorno de estos.
Debe ser útil, pero la utilidad se debe enmarcar
en límites que no tipifiquen un delito y no generen
daño actual o posterior a un entorno social, ambiental
o económico. El problema es ¿qué hacer cuando esta
investigación se prohíbe porque sus procedimientos
o fines están descritos en las leyes de cada país como
antijurídicas, pero su conocimiento experimental se
hace necesario para evaluar aspectos propios de
desarrollo pluridimensional para un fin concreto que
pueda beneficiar la humanidad o su entorno?
Por elloc sería atrevido decir que la investigación
es producto de la creatividad, pues, como se
mencionó anteriormente, la creatividad está limitada
por obligaciones que deben estar presentes en el plano
moral de la vida humana, que tal vez pueden
entorpecer los procesos de desarrollo en algunas
áreas científicas, dado que la investigación nace como
consecuencia de dar solución a problemas planteados
por el hombre, aquí es donde esas posibles soluciones
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Vol. IX, Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2015
deben de seguir metodologías creativas limitadas que
no generen riesgos a un bien jurídico protegido.
De este modo, la investigación científica ha
despertado una nueva discusión ética, filosófica,
jurídica, médica y biológica sobre qué se puede
investigar y hasta dónde investigar. Dado que
actualmente no se cuenta con respuestas definitivas,
la discusión ética gira en torno a la readaptación de
las disposiciones jurídicas tradicionales que permitan
investigar y construir el conocimiento, pero que a su
vez regule las metodologías, limitando la creatividad
para llegar a ese conocimiento.
Hay quienes plantean una legislación clara con
lineamientos científicos estrictos que identifique qué
se debe apoyar, garantizando y protegiendo bienes
jurídicos que puedan verse implicados, delimitando
lo prohibido y sancionable, y a través de qué
instrumentos jurídicos (Borillo, 1996: 133). Claro está
que en la construcción de estos nuevos lineamientos
debe estar inmersa la opinión de los gremios
científicos, porque son ellos los llamados a establecer
sus propios límites de investigación como simbiosis
de las ciencias de la vida y las ciencias socio jurídicas.
El DNA, una estrategia de conservación
La biotecnología, pionera en persistir por el elíxir
de la eterna juventud, ha conllevado al desciframiento
del código genético; el querer saber cómo funciona
el DNA1 y RNA2, generó una disciplina denominada
ingeniería genética, que es definida según El dorado
(2009), como «la manipulación deliberada de la
información genética, con miras al análisis o al
mejoramiento de una especie». (p.8).
La medicina en la era genómica se va tornando
cada vez más preventiva que curativa. De ahí que el
conocimiento obtenido de los genes permite
desarrollar test de diagnóstico genético a personas
ya enfermas o a aquellas que todavía no han
desarrollado una particular afección génica (Santos,
2004: 191). Significa que las personas pueden acceder
a un test genético para saber qué mutaciones o qué
MARTHA P. STRIEDINGER: La bioética y los avances científicos
1 Ácido desoxirribonucleico (DNA), es un polímero de unidades menores denominados nucleótidos, el cual constituye la porción
prostética de los nucleoproteidos, descubierto en el núcleo celular.
2 Ácido ribonucléico (RNA) formado por ribonucleótidos (nucleótido de ribosa), sus bases nitrogenadas son adenina, guanina, citosina y
uracilo, compuesto este último que sustituye a la timina del DNA. A diferencia del DNA, el RNA es casi siempre monocatenario. p. 1.
http://www.itescam.edu.mx/principal/sylabus/fpdb/recursos/r46261.PDF. Consultado 29/08/2013.
falencias presenta su genoma, prediciendo futuras
enfermedades, lo cual en la actualidad ya es
inequitativo, ya que las personas de escasos recursos
no pueden acceder a un test de genética molecular.
Los polilemas surgen por el cuidado de la
información de los test, condicionalmente se convierte
en un blanco para las aseguradoras, quienes decidirán
a quién afiliar o no, de igual forma, será un requisito
laboral para determinar el potencial rendimiento del
trabajador y será una herramienta de selección de
personal (Naranjo, 2006: 437).
Pero no todo es un panorama oscuro, la
investigación sobre los genomas permite que existan
curas específicas para personas que sufren
determinadas enfermedades. Ejemplo de ello, la
farmacogénomica, definida como la ciencia que
estudia el resultado de una variación en el genoma
de un organismo y su respuesta a una droga
específica. Tiene como propósito estudiar los genes
que influyen en la actividad, toxicidad y el metabolismo
de una droga, y así proporcionar la información
necesaria para prescribir un tratamiento a la dosis
más eficaz, menos tóxica y, además, específica para
cada paciente (Frías, 2007: 99). Reiterándose que
no es inclusiva y solo puede acceder a ella quien
tiene recursos económicos.
Al mismo tiempo que se tuvo acceso al DNA se
han adelantado investigaciones en la manipulación del
material genético de diferentes especies; al respecto,
conviene decir que, como se pueden crear fármacos
específicos para cura de enfermedades, también se
pueden diseñar virus, hongos, bacterias o derivados
de estos capaces de afectar poblaciones con
determinadas características, siendo utilizados como
armas biológicas desde años atrás (Rio, 2001: 585).
El establecimiento de los postulados de Koch y
el desarrollo de la microbiología moderna aplicada al
análisis y comportamiento de los microorganismos a
partir de la investigación del DNA y RNA, han
permitido el aislamiento y producción de arsenales
de agentes infecciosos destinados a atacar al hombre
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como a diferentes especies que son estratégicas para
la supervivencia del ser humano, sumado al debate
de Seguridad de Estado por la utilización de armas
biológicas a nivel mundial que se consideraba una
amenaza teórica en las guerras, hoy en día se han
convertido en una realidad con potencial altamente
destructivo para las poblaciones por los conflictos
entre las naciones (Río, 2001; Ibáñez, 2005).
Por ende, el abrir la ventana al conocimiento
oculto del DNA no sólo permite crear o mejorar
armas biológicas, asimismo facilita manipular o jugar
con los genes, diseñar a conveniencia estereotipos
de nuevos humanos con genomas potenciales, crear
súper humanos y/o nuevas especies; en conclusión,
quienes tienen acceso y el conocimiento desde las
ramas de la biología y la medicina a los componentes
del DNA y RNA se podrían considerar a sí mismos
como dioses.
Tal es el caso de una de las polémicas generadas
en el año 2013, según la noticia difundida en el Diario
la Nación de la República del Paraguay: «Quince
niños genéticamente modificados han nacido en
los últimos tres años como resultado de un
programa experimental en el Instituto de Medicina
Reproductiva y Ciencia de San Bernabé, en Nueva
Jersey, EEUU». «Confirman que han heredado el
ADN de tres adultos– dos mujeres y un hombre. El
hecho de que estos niños hayan heredado genes
extra, y los han incorporado a su «línea germinal»
significa que, a su vez, tienen la capacidad de
transmitirlas a sus propios hijos»3.
Por dichas razones, las familias del futuro querrán
que sus hijos cuenten con características de prototipos
de moda en su momento, por lo cual se buscará «la
belleza» o características similares que evidencian
la perfección desde la concepción humana,
poniéndose en peligro la variabilidad genética de la
especie, definiendo variabilidad genética como una
medida de la tendencia de los genotipos de una
población a diferenciarse.
En otras palabras, el fenotipo de un individuo es
el resultado del genotipo de su potencial genético y
el ambiente en que se desarrolla; el efecto del
ambiente sobre la variabilidad genética es importante
en cuanto que esta representa la capacidad de una
población para responder a la selección natural, como
consecuencia, para evolucionar y adaptarse a nuevas
condiciones. Es importante recordar que la respuesta
de una población a la selección depende de la
presencia de variabilidad genética aditiva para los
caracteres relacionados con la eficacia biológica, pero
cuando el ambiente varía, existe la posibilidad de que
ocurran cambios en la expresión fenotípica de esa
variabilidad (Pérez, 2009: 1).
Por ello, cuando la población busca mantenerse
similar genéticamente por características supuesta-
mente superiores, pueden incidir en que la variabilidad
genética se pierda, incurriendo en una posible
extinción del ser humano, por cualquier factor biótico
o abiótico que afecte a lo población en un momento
dado y no se tenga respuesta de adaptabilidad; por
ende, si Hitler hubiera logrado mantener la línea pura
amparado por su legislación y su completa orden
científica legal, encontrándose solo personas altas,
piel blanca, de ojos claros, y el resto de personas en
el mundo hubieran desaparecido, los humanos podrían
haberse extinguido del planeta tierra (Navarro: 2009:
19).
Según Mawer (2003), amamos códigos, pues hay
quienes han encontrado y descifrado los códigos de
la Biblia, otros (o tal vez se trata de la misma gente)
han armado códigos con base en mapas de estrellas
con referente a la superficie de Marte; incluso otros
hablan de códigos que reciben mensajes de los ovnis;
pero el descifrar y entender el DNA, es tener el
código de la vida, pues en sus bases nitrogenadas se
encuentra el molde de la perfección.
De acuerdo con lo expuesto, el estudio de los
genes no solo evalúa al Homo sapiens, permite saltarnos
a otras especies y traer de ellas lo que necesitamos
como especie en mejora de la calidad de vida del
humano. Ejemplo de ello son los xenotrasplantes, que
implican el trasplante de órganos entre especies distintas
filogenéticamente, es decir, trasplantar órganos de
especies animales al ser humano, de acuerdo a la
filogenia de las especies (Ramírez: 2002: 222).
3 http://www.lanacion.com.py/articulo/124345-con-polemica-nacen-los-primeros-bebes-transgenicos.html. Accedido
Octubre 16 del 2013.
MARTHA P. STRIEDINGER: La bioética y los avances científicos
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Vol. IX, Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2015
Lo anterior trae consigo una paradoja o
cuestionamiento, ya que para poder dar uso a miles
de metodologías en pro de la vida del ser humano,
hay que pasar por encima de otras especies que
cohabitan con el hombre, inclusive experimentar con
el mismo. Pero, dado el tema de trasplante de órganos
como seguridad de la vida para pacientes, se abre
otro margen de investigaciones desde la biotecnología
y la ciencia misma, que a su vez se le debe dar control
bioético y jurídico para evitar caer en maleficencia o
intereses particulares, violando derechos humanos y
dignidad de personas.
Trasplante de órganos, una alternativa de
supervivencia
Desde siglos atrás las poblaciones han buscado
la forma de reemplazar partes del cuerpo humano
por otros componentes anatómicos que cumplan igual
funcionalidad, el disponer de un componente
anatómico conlleva un complejo procedimiento
médico, social y psicológico, iniciando desde la
selección del donante (Pérez: 1993: 241).
Moreno (2013) aduce que además «se debe
tener en cuenta un estudio histocompatible
donante-receptor, una previa intervención
quirúrgica en un lugar que cumpla con los
requerimientos necesarios para realizar el
trasplante, y un seguimiento a la respuesta del
órgano trasplantado en el receptor como a la
estabilidad total del donante». (p. 68)
Los polilemas bioéticos empiezan a surgir desde
la búsqueda del donante, aunque las legislaciones a
nivel mundial promueven la obtención de órganos de
forma altruista por medio de estrategias de donación,
estos procesos filantrópicos se han opacado debido
a incentivos económicos financiados por instituciones
y personas naturales que operan desde la ilegalidad
(Tirado: 2011a: 11).
Hay fuertes acusaciones como la de Martin
(1994), quien hace referencia a diferentes casos en
donde se evidencia violación a los derechos humanos
en torno al tráfico de órganos mostrando el siguiente
caso:
«La asociación internacional de juristas
demócratas (AIJD) informó en el mes de
Agosto de 1988, a la Comisión de Derechos
Humanos de la ONU que había recogido en
Haití una docena de testimonios confi-
denciales que consideraban probado el
tráfico de niños para comercio de órganos
mediante secuestros, falsas adopciones y
operaciones de destaque en el extranjero.
La agencia AFP facilitaba algunos detalles
sobre el informe.» (p. 24)
Pese a que estas realidades sean consideradas
mitos o historias urbanas, esta misma fuente cita a
un ex ministro quien exigió el anonimato para
denunciar
«la exportación de bebés a Francia: Algunos
fueron utilizados en extracciones de médula
espinal para sueros de rejuvenecimiento
utilizados en cirugía estética. Aseguró
además que entre 1978 y 1982 actuaba en
Haití una banda de secuestradores, su
negocio era la venta de órganos o el asunto
de los seguros, la familia que adoptaba al
niño le hacía un seguro y lo cobraba cuando
el menor desaparecía.
Según la AIJD, el tráfico se organiza
enviando los niños a Estados Unidos o
Canadá con la apariencia de una adopción.
Médicos haitianos entrevistados en Puerto
Príncipe hablaron sobre una mafia que
actuaba en Florida. Prometían una visa a
cambio de un órgano en donde los niños
podían ser las víctimas» (p. 24).
Por consiguiente, y pese a la renuencia de creer
en esta posibilidad, actualmente es muy fácil tener
contacto con un vendedor de órganos; se pueden
encontrar infinidad de publicaciones en la web
ofertando componentes anatómicos a distintos
precios y en diferentes ciudades del mundo.
En la legislación Colombiana, la Ley 919 del
2004 Artículo 2°, acusa una pena de tres a seis años
a quien realice publicidad sobre la necesidad de un
órgano o sobre su disponibilidad, ofreciendo o
buscando algún tipo de gratificación o remuneración;
igualmente vincula: a quien trafique, compre, venda
o comercialice componentes anatómicos humanos,
incurrirá también en pena de tres a seis años de prisión.
MARTHA P. STRIEDINGER: La bioética y los avances científicos
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MARTHA P. STRIEDINGER: La bioética y los avances científicos
Gracida (2008) define tráfico de órganos como la
captación, recepción, movilización de órganos o
componentes anatómicos, con su correspondiente
entrega a terceros con factor económico y sin altruismo.
El hecho que exista compra venta de órganos
entorpece los procesos de donación (Tirado, 2011b),
por lo cual miles de personas a nivel mundial mueren
en lista de espera; prevaleciendo una baja oferta y
una mayor demanda de componentes anatómicos
para trasplante, lo que se convierte en una gran
falencia de los sistemas de salud y un potencial de
oportunidades para quienes operan en la ilegalidad.
Según Moreno (2013) y Parrilla (2008), hay
posiciones que abogan por la legalización de la
compraventa de órganos, normalizando precios, lo
que ocasionaría la finalización de las mafias y redes
de tráfico acabando con la gran cantidad de
violaciones a los derechos humanos.
La realidad es que acceder a un órgano si se
cuenta con dinero no es dificultad alguna, ya que, así
no sea histocompatible, puede saltarse las listas de
espera; pues hoy en día la biotecnología puede
modificar los niveles de histocompatibilidad, y dar
soluciones entre donante-receptor en cuanto a la
activación de respuesta inmune contra los órganos
implantados.
Definiendo respuesta inmune como el mecanismo
que desarrolla un organismo o hospedador para
defenderse de agentes extraños, proteína, polisacárido
o cualquier organismo que tenga acceso a las células
del cuerpo (Cruz : 2001: 193), que en este caso es un
tejido extraño que no hace parte del organismo en el
que se implanta y que puede ser compatible con los
tejidos receptores, pero, dado el caso en que los tejidos
a implantar no cuenten con ningún grado de similaridad,
se puede disminuir o manipular la respuesta
histocompatible por medio de técnicas de ingeniería
genética, dando mayor probabilidad de vida al receptor.
Colombia ha dispuesto un sistema jurídico que
fortalece la donación en el país e incentiva a la población
a cooperar de forma segura y libre de toda presión o
intento de maleficencia, para ello, ha reglamentado la
siguiente normatividad: Ley 09 de 1979, Ley 73 de 1988,
Resolución 3199 de 1998, Resolución 3200 de 1998,
Declaración de Bogotá de 2002, Ley 919 de 2004,
Decreto 2493 de 2004, Resolución 2640 de 2005,
Resolución 5108 de 2005, Acuerdo 140 de 2005, Acuerdo
419 de 2009, Acuerdo 363 de 2009, Acuerdo 369 de
2009, Resolución 1220 de 2010.
Pese a que todas las legislaciones a nivel interno
e internacional, que buscan un gran apoyo a que las
donaciones se hagan efectivas, existen obstáculos
que no permiten que se lleve a cabo el proceso
altruista de donación. Solar (2008) propone tres
postulados que se enmarcan en los principales
obstáculos en la existencia de donantes, uno de ellos
es la influencia de la religión en la donación, en donde
las determinadas costumbres limitan a los fieles tanto
a recibir o entregar un componente anatómico.
El otro postulado es la organización del sistema
de información y acercamiento al donante y su familia,
mostrando la tendencia de mitos y creencias que
opacan los sistemas de donación, generando ideas
erróneas que influyen en la actitud y la perspectiva de
las personas frente a la donación; el último postulado
es la formación personal de los miembros del equipo
de salud, influyendo en las posibles donaciones
efectivas (Lozano: 2005: 78 & Tirado: 2011c: 60).
Con el fin de dilucidar los mitos en los procesos
de donación y trasplante, diferentes instituciones
interesadas en el bienestar social en alianza con la
Organización de los Estados Iberoamericanos4, han
aclarado dudas de la población objetivo, dando
respuesta a cuestiones que preocupan a los posibles
donantes en todo lo relacionado con los trasplantes y
mitos, generando seguridad y confianza en el donador5.
En cuanto a donación después de la muerte o en
presencia de muerte cerebral, sin ser un mito, la leyes
colombianas, como algunas internacionales, optaron
por el consentimiento presunto, significa que al no existir
oposición alguna por parte de los familiares entre las 6
horas después de darse el veredicto muerte, y si el
paciente en el derecho que tuvo de oponerse en vida
no se manifestó en contra de la donación de órganos,
se le da uso al cuerpo en totalidad de acuerdo a la
labor social que cumple el cadáver.
4 http://www.oei.org.co/sii/entrega7/art01.htm. Accedido Octubre 11 del 2013.
5 http://www.cydbank.org/legal/ley1172de1979.pdf. Accedido Octubre 11 del 2013.
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MARTHA P. STRIEDINGER: La bioética y los avances científicos
Muerte cerebral, un término acuñado a la obten-
ción de órganos para trasplante.
Durante miles de años el ser humano se ha
ocupado en tratar de detener el fenómeno de la
muerte, y en busca de la eterna juventud nunca ha
podido obtener la cura ni el elíxir de la vida infinita,
convirtiendo a la muerte en un hecho que afrontar.
El cuándo termina de vivir un ser humano es un
cuestionamiento que ha prevalecido con el correr de
los años, ya que masivos errores de interpretación
se han convertido en infinidad de entierros en vida.
Para saber cuándo concluye la vida, se entra a
definiciones como la de «muerte cerebral» que es
entendida como el cese completo de las funciones
de los hemisferios cerebrales y del tronco encefálico,
siendo esta situación irreversible (Montero: 2006: 26).
Es necesario hacer explícito que cuando se habla de
muerte cerebral se hace alusión a un solo órgano
«cerebro» y no a un individuo en su totalidad, por
ello, siempre se habla de necrosis de un órgano, y
nunca se indica que exista un «hueso muerto» o un
«riñón muerto», por lo cual, muerte es un término
que involucra a un individuo en su totalidad y no a
una de sus partes (Requeana: 2009: 129).
Según Bechi (2011) los donantes para trasplante
de componentes anatómicos en estado de muerte
cerebral se encuentran vivos, argumentando que no
han cesado aun todas las funciones del encéfalo. De
este modo, el paciente no debería considerarse
muerto, y si las condiciones de diagnóstico no son las
apropiadas no se debería pensar en una extracción
de órganos, lo que implicaría en una actividad ilícita
en contra de la dignidad y derechos humanos del
paciente.
Para evidenciar lo expuesto anteriormente, se
presenta el siguiente caso de una mujer de 19 años
de edad cursando su primer embarazo intrauterino
con diagnóstico de muerte cerebral, al continuar con
su soporte vital dio luz a un feto muerto meses
después (Hurtado: 2007: 503).
Es incomprensible que el cadáver de una mujer
muerta, pueda llevar a cabo un embarazo y traer al
mundo un niño en condición de vivo, o abortar un
feto en condición de muerto. Aunque es exactamente
lo que se pretende por parte de médicos y legisladores,
pues no hay forma alguna de afirmar que están vivos,
ya que si se llegara a una excepción se tendría que
reconocer que a los pacientes que se les extraen los
órganos en situación de muerte encefálica no son
cadáveres (Moreno, 2012).
Por todo esto, se hace importante que la
población que directamente está relacionada con el
tema de muerte cerebral y trasplante de órganos,
esté informada y posea conocimiento sobre los
principales dilemas bioéticos que pueden generarse
al respecto, entre los cuales se tienen: encarniza-
miento terapéutico, eutanasia pasiva, eutanasia
activa, suicidio asistido y ortotanasia.
Los problemas ético-médicos que suscita la
donación de órganos cadavéricos, están relacionados
con el concepto de muerte, de si ésta es considerada
como muerte cerebral o cardiovascular, y respecto
del avance científico para su determinación precisa,
frente a lo cual existen serios debates. Estos
planteamientos demuestran que la donación de
órganos no constituye una cuestión ética y
jurídicamente neutra, ya que implica complejas y
difíciles decisiones y discusiones morales, filosóficas,
religiosas, sociológicas y antropológicas que suscitan
agudas controversias en el contexto del debate y
discusión contemporánea6.
Queda por aclarar que la ciencia genera grandes
adelantos en pro de la vida y beneficio de la salud
humana, pero asaltan grandes incertidumbres que
pronto serán debates de discusión desde las ciencias
humanas y la bioética, como el hipotético caso de
obtener órganos provenientes de humanos a partir
de potenciales humanos creados por reproducción
asistida y manipulados genéticamente para que
nazcan en estado de muerte cerebral y disminuir listas
espera.
Reproducción asistida, un avance científico a
favor o en contra de la humanidad.
Tener hijos siempre ha sido el deseo de la
mayoría de los pobladores de la tierra, continuar como
especie y dejar un heredero es la noción de los seres
6 http://www.acj.org.co/sentencias/c-933-07.htm. Accedido el 4 de septiembre del 2013.
Vol. IX, Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2015 136
vivos, aunque la selección natural dentro de sus
mecanismos de evolución no permite que algunos
individuos puedan tener hijos por determinadas
mutaciones genéticas.
Hoy en día los planteamientos evolutivos y
debates entre Darwin y Lamarck dejan de plano, una
necesaria revisión a estos postulados, toda vez que
el más débil se puede reproducir y subsistir en el
tiempo, pues gracias a la investigación científica, el
no poder tener hijos y prolongar la vida es cosa del
pasado; anteriormente las enfermedades hereditarias
y síndromes específicos se tomaban como una
fatalidad incurable, sin embargo, en la actualidad se
pueden tratar enfermedades con alto componente
genético y darles posibles soluciones (Valenzuela,
2003: 131; Ginnobili, 2009: 3).
De acuerdo a dogmas culturales, si la pareja no
podía tener hijos se les rechazaba socialmente,
señalando especialmente a la mujer. Dada la angustia
y necesidad de la población por sentirse bien social y
psicológicamente, se dio origen a la investigación y
mejoramiento de técnicas de reproducción asistida
como estrategia de bienestar para las clases sociales
(Riaño: 2004: 185).
Entendiéndose por reproducción asistida como
técnicas que tienen por finalidad la actuación médica
ante la esterilidad humana para facilitar la procreación
humana asistida en forma extracorpórea, donde el
momento de la fecundación ocurre fuera del tracto
del sistema reproductor femenino, dando lugar a la
producción de embriones humanos7.
Al hablar de embriones humanos es necesario
recurrir al planteamiento de Calcagno (2003), quien
manifiesta que en las técnicas de fertilización se
procede a la fecundación de varios embriones, ya
que el porcentaje de embarazo puede ser muy bajo,
estimándose de 1 a 2 por cada 10; por esto, para
garantizar el éxito del procedimiento se hace una
provisión de varios embriones para poder repetir el
intento en caso de fracaso. Sin embargo,
independientemente de la cantidad de óvulos
fecundados, se transfieren los embriones sugeridos
por la pareja o madre soltera, por lo cual los sobrantes
se someten a congelación ya sea para el mismo
usuario o para fines de investigación.
El debate gira en torno a que si un embrión es un
humano potencial, ¿por qué experimentar con él o por
qué desecharlo? y si se experimenta y se manipula a
conveniencia, ¿quién es el responsable del posible
humano obtenido con características distintivas por
malformaciones genotípicas y fenotípicas?
La realidad es que la investigación con embriones
en medicina reparadora y regenerativa se considera
un diamante en bruto en que trabajan miles de
investigadores por todo el mundo; con dichas
investigaciones se abren nuevos horizontes para dar
cura a enfermedades que hasta el presente habían
sido incurables, siendo el preámbulo como instrumento
clave en mejorar la calidad y expectativa de vida de
los ciudadanos, lo que conlleva hipotéticamente a
aumentar su bienestar (Zurriaráin: 2008: 16).
Se diría que, claramente, de los embriones se
obtienen células madre pluripotentes, las cuales tienen
el potencial de convertirse en cualquier tipo de célula
adulta, por lo cual bajo previo control en el laboratorio
se podrían convertir en órganos o tejidos potenciales
para trasplante, aliviando las listas de espera (Kaji:
2006: 285). Pero de igual forma se vulneraría la
dignidad humana desde su concepción por intereses
particulares de investigación.
Experimentación con seres humanos
Dado que desde la investigación con embriones
se está incurriendo en experimentación con el ser
humano, y que es viable jurídicamente en casi todos
los países del mundo hasta los 14 días de desarrollo
embrionario8, de igual forma en la actualidad se está
apoyando las investigaciones con fines de un mayor
desarrollo biotecnológico embrionario a favor del
hombre, pese a existencia de una gran oposición por
científicos y por comunidad en general.
Para evidenciar lo dicho, el ex presidente Clinton
de los Estados Unidos de América firmó una ley en
1995 que prohíbe la financiación federal para la
7 http://servoaspr.imprenta.gov.co:7778/gacetap/gaceta.mostrar_documento?p_tipo=05&p_numero=148&p_consec=30940
Accedido octubre 21 del 2013.
8 http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/ciencias/2000088/lecciones/Foros/Clonacion2.html. Accedido octubre 21 del 2013.
MARTHA P. STRIEDINGER: La bioética y los avances científicos
137
Vol. IX, Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2015
investigación que destruya embriones humanos,
además prohibía los investigadores apoyados por
EE.UU en relación con estos temas en Institutos
Nacionales de Salud (NIH); en marzo de 2009, el
presidente Obama emitió una orden ejecutiva que
pretende impulsar la investigación de células madre
embrionarias humanas (HES). A pesar de este
anuncio, el apoyo federal y la financiación de los
estudios con células HES han sido bajas, pues las
políticas federales en continua evolución han
obstaculizado los esfuerzos de investigación; a
diferencia de China, Japón y algunos países europeos,
especialmente Bélgica y Suecia, que sí cuentan con
políticas liberales de manera similar con respecto a
la creación de nuevas líneas de investigación en
células HES (Jour: 2010: 627).
La experimentación con humanos no es nueva,
se mencionan escritos de filósofos y pensadores que
antes de Cristo se abrían las personas vivas para
estudiar el funcionamiento de su cuerpo y tomar
decisiones médicas con futuros pacientes. El
problema ético en la investigación en humanos, se
inicia cuando la persona se toma en un laboratorio
viviente que recibe una información incompleta, no
comprensible para ella o que por su situación social,
económica o mental favorece que se convierta en
un candidato especial para experimentos (Esquivel:
2002: 157).
Teniendo en cuenta que la investigación científica
puede salirse de los márgenes establecidos y se le
da relevancia por sus repercusiones directas en la
vida humana, se han establecido directrices
internacionales con el objeto de prevenir y controlar
los posibles abusos en la investigación citados por
Olivero (2008): El Código de Nuremberg (1946), los
códigos y declaraciones de Helsinki (1964), Tokio
(1975), el documento elaborado por la Comisión
Nacional para la Protección de Sujetos Humanos en
Investigaciones Biomédicas y de la Conducta, o
Informe Belmont (1979), el producido en Manila
(1981), los del Consejo de Organizaciones
Internacionales de Ciencias Médicas –CIOMS- hasta
2002 y el de las Recomendaciones Internacionales
para la Revisión Ética de los Estudios Epidemio-
lógicos, publicadas en 1991.
También el Informe sobre la Ética de la
Investigación Relativa al Cuidado de la Salud en
Países en Desarrollo, publicado por el Nuffield
Council on Bioethics en 2002. Además de las
legislaciones propias de cada país, establecidas para
la investigación científica en humanos.
Para poder llegar a la normatividad se pasó por
algunos experimentos que marcaron la historia,
vulnerando cualquier derecho humano, algunos de
estos experimentos fueron: investigación de
tratamientos médicos de heridas de guerra. Se
ocasionaban heridas en las que se introducía virutas
y cristales, sobre infectándolas con Streptococcus
sp, Clostridium perfringens o Clostridium tetani
y se trataban con sulfamidas para comprobar su
eficacia. Al igual se causaba heridas con gases o
con fósforo para estudiar su evolución (Sierra: 2011:
396).
Por su parte, Sierra (2011), también aduce sobre
estudios de sobrevivencia, en el cual se calculaba
cuántos días se podía resistir bebiendo sólo agua de
mar, en cuánto tiempo se congelaba un hombre, la
eficacia de venenos orales y balas envenenadas, la
inoculación de enfermedades transmisibles como la
fiebre amarilla, viruela, tifus, paratifus A y B, cólera
y difteria (Baumslag: 2005: 123).
Es indudable que la investigación científica
representa un beneficio para la humanidad, sin
embargo, los avances en muchas ocasiones superan
la regulación jurídica de sus estudios. Por otra parte,
se refleja que las poblaciones marginadas ubicadas
en países pobres son los principales blancos de
investigación, y los resultados de las investigaciones,
en concordancia también son inequitativos, convir-
tiéndose en medicinas o procedimientos que llegaran
a sectores económicamente más desarrollados
(Litewka: 2006: 131).
Es evidente que la experimentación con humanos
se requiere para evaluar su evolución ante diferentes
condiciones investigativas, es necesario experimentar
para poder dar resultados concretos frente algunos
estudios que generen curas contra enfermedades, que
generen mejor calidad de vida, que establezcan
normatividades y principios estructurales para
estudios más avanzados.
MARTHA P. STRIEDINGER: La bioética y los avances científicos
Vol. IX, Núm. 3 Septiembre-Diciembre 2015 138
Conclusiones
La investigación científica no se puede parar, es
una estrategia de supervivencia que no solo concierne
al ser humano, también involucra el entorno en que
este se encuentra, es la base estructural para que
pueda existir un desarrollo en todos sus esquemas,
ya sea social, económico y ambiental. En cuanto a la
investigación en el hombre mismo, se deben regular
sus alcances, pues no se puede dar libre albedrío a la
creatividad, ya que el hombre no debe destruirse y
causarse daño así mismo como a los demás.
Los avances científicos hoy en día permiten
vulnerar gran cantidad de derechos humanos, la
ciencia es inequitativa, no todos pueden acceder a
ella y en muchos casos esta toma gran importancia
sobre su abuso en aquellos que se encuentran en
situaciones más vulnerables, como partida para el
desarrollo de resultados investigativos que contribuyen
a un desarrollo humano de todos, pero que denigra y
margina a otros.
La biotecnología avanza cada día y en cuanto a
la ciencia jurídica en concreto, se quedará atrasada
si no evoluciona a la par de las nuevas tecnologías.
Sin embargo, en el caso de la problemática que nos
ocupa, se evidencia que el Derecho no solo debe
aprovechar la tecnología para su propio desarrollo,
sino que tiene una enorme responsabilidad frente al
desarrollo biotecnológico desde varios puntos de vista:
debe permitir la mayor libertad de investigación
posible para la evolución científica, al igual que debe
ocuparse de la gestión de un modo adecuado de
investigación y experimentación, que garantice la no
transgresión a la integridad y dignidad del ser humano,
y que a su vez permita mediar la existencia los
desarrollos bioéticos y la investigación de la vida en
todas sus formas dentro el ambiente que regula.
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Este artículo es citado así:
Striedinger, M. P. 2015. La bioética y los avances científicos. TECNOCIENCIA Chihuahua 9(3): 129-139.
Resumen curricular de la autora
MARTHA PATRICIA STRIEDINGER MELÉNDEZ. Administradora de Hotelería y Turismo de la Universidad Externado de Colombia, Especialista en
Mercadeo de la Universidad de los Andes, Magíster en Mercadeo Agroindustrial de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Master
Executive en Gestión de Marketing de la EOI de España. El presente artículo es resultado de la investigación en el Doctorado en
Bioética en la Universidad Militar Nueva Granada en Bogotá (Colombia).
MARTHA P. STRIEDINGER: La bioética y los avances científicos