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:
Riesgos
a
la
salud
humana
causados
por
plaguicidas
Los plaguicidas también brindan la
ventaja de evitar la propagación de
enfermedades por vectores como
insectos, ácaros y roedores. El uso de
los plaguicidas también contribuye a
mejorar la alimentación, ya que
permite tener una mayor
disponibilidad de los alimentos y
aumenta su vida de anaquel (Weiss et
al., 2004).
Los plaguicidas son compuestos
químicos utilizados extensivamente en
todo el planeta, lo que resulta en una
exposición continua de la población a
partir de diferentes fuentes tales como
alimentos, el agua y el suelo. Aún
cuando el efecto tóxico de los
plaguicidas está dirigido a organismos
específicos, estos compuestos se
encuentran en gran cantidad en el
ambiente, lo que constituye una
amenaza grave a la salud pública. Tan
solo en Estados Unidos, cada año se
aplican 4.5 billones de libras de
plaguicidas diversos (Alavanja et al.,
2004; Weiss et al., 2004).
Los efectos tóxicos de los plaguicidas
sobre la población humana han sido
motivo de preocupación por muchos
años, sin embargo, los mecanismos de
toxicidad de la mayoría de los
plaguicidas son poco comprendidos a la
fecha (Ferrer, 2003). Existen diversos
tipos de plaguicidas y cada uno de ellos
posee un mecanismo de acción distinto.
Entre los plaguicidas más comúnmente
utilizados se encuentran los
organofosforados, los carbamatos, los
organoclorados y los piretroides. Los
efectos tóxicos producidos por los
plaguicidas organofosforados y
carbamatos se enfocan principalmente
en el sistema nervioso, afectando las
terminales nerviosas a nivel enzimático
(Weiss et al., 2004). Los
organofosforados son altamente tóxicos
y se absorben rápidamente por las vías
respiratorias y por la piel, así como
también por medio de la ingestión
(Jeyaratman y Maroni, 1994). Los
carbamatos también pueden ser muy
tóxicos, y una vez que ingresan al
cuerpo se distribuyen rápidamente por
el torrente sanguíneo.
encuentra muy restringido debido a los
efectos tóxicos que pueden causar. En
este grupo se incluye el insecticida
DDT, uno de los plaguicidas más
conocidos el mundo. Los
organoclorados pueden tener efectos
negativos sobre el sistema endocrino,
además de ser potencialmente
mutagénicos y carcinogénicos, aunque
también pueden afectar el sistema
nervioso y acumularse en el tejido
graso (Longnecker et al., 1997; Kester,
2001).
Los piretroides constituyen otro grupo
de plaguicidas ampliamente utilizados,
tanto en la agricultura como en el
hogar. La exposición a insecticidas
piretroides se ha descrito desde hace ya
varios años, y los efectos negativos de
estos compuestos incluyen alteraciones
en el sistema nervioso y en el sistema
inmunológico (Soderlund et al., 2007).
Aunque la tasa de absorción cutánea es
baja para los piretroides, se han descrito
también casos de alteraciones en la piel
como reacciones alérgicas y dermatitis
(Ferrer, 2003).
Mecanismos de descomposición de
los plaguicidas en la naturaleza
El ambiente también puede verse
afectado por la presencia de
plaguicidas. La contaminación del agua
por este tipo de compuestos puede
afectar diversos sistemas biológicos.
Una vez contaminada el agua puede
pasar mucho tiempo para su
saneamiento, existiendo el riesgo de la
bioacumulación (Dalvie et al., 2003).
La entrada de plaguicidas al agua
procedentes de tierras agrícolas está
regulada por factores que controlan el
destino del plaguicida en el suelo. Estos
pueden verse afectados por otros
factores como la volatilización del
compuesto, además de
transformaciones sufridas por procesos
químicos, biológicos o fotoquímicos
(Flores et al., 2002).
El estudio de los mecanismos de
degradación de los plaguicidas en la
naturaleza es de vital importancia,
puesto que se ha descubierto que
algunos de ellos pueden bioacumularse
a la combinación de diversos factores.
Entre estos factores se incluyen la
descomposición por hidrólisis química,
la degradación por microorganismos, la
humedad, el pH del suelo y el
contenido de materia orgánica (Smith et
al., 2006). La degradación de los
plaguicidas es diferente en cada caso.
Por ejemplo, la hidrólisis química del
plaguicida carbofuran es la principal
ruta de degradación del compuesto en
suelos alcalinos, mientras que en suelos
ácidos ocurre principalmente gracias a
la acción microbiana. En contraste, la
hidrólisis química del organofosforado
Diazinon ocurre bajo condiciones
ácidas, pudiendo presentarse también la
descomposición por microorganismos
(Bro-Rasmussen et al., 1968; Getzwin,
1973).
Trabajos realizados en el laboratorio
de Biología Molecular y Bioquímica
de la UACJ
Los mecanismos de acción de los
diversos plaguicidas utilizados
comúnmente en la agricultura y en el
hogar son distintos en cada caso, y en
general se desconocen los posibles
efectos tóxicos que estos compuestos
químicos pueden tener en la salud
humana.
Preocupados por esta situación y con el
fin de aportar nuevos datos en relación
con la intoxicación por plaguicidas, en
el Laboratorio de Biología Molecular y
Bioquímica de la Universidad
Autónoma de Ciudad Juárez se
esdudiaron los efectos tóxicos de
diversos plaguicidas sobre la salud.
Para esto se utilizaron varios modelos
experimentales bajo condiciones
controladas de laboratorio.
En primer lugar, estudiamos el efecto
de algunos de los plaguicidas más
utilizados sobre un par de sistemas
enzimáticos clave en los organismos
vivos. Las enzimas son proteínas que
funcionan como catalizadores
biológicos de diversas reacciones
celulares y tienen funciones cruciales
en el metabolismo de cualquier
organismo, incluyendo el ser humano.
En este caso, se utilizaron dos enzimas
Por otro lado, los plaguicidas
en las cadenas tróficas, y pueden
encargadas de regular
2+
las
organoclorados fueron los primeros en
aplicarse mundialmente de forma
masiva, aunque actualmente su uso se
persistir en el ambiente durante
periodos muy prolongados (Ferrer,
2003). La degradación de los
plaguicidas generalmente ocurre gracias
concentraciones de calcio (Ca ): la
Ca
2+
-ATPasa de membrana plasmática
de eritrocito y la Ca
2+
-ATPasa de
Vol. I, No. 3 • Septiembre-Diciembre 2007
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