edactar escritos científicos es una tarea sencilla?
Una breve reflexión sobre el ampliamente conocido refrán que
se dice entre los colegas investigadores es aquel que establece que
De acuerdo con los autores
de este libro, la cantidad de artí-
culos publicados en nuestro país
es baja en comparación con los
EUA; por ejemplo, durante el pe-
riodo 1995-2000 los vecinos del
norte publicaron en promedio
243,265 escritos científicos por
año, mientras que en ese mismo
periodo se publicaron en México
aproximadamente 4,000 artículos
por año; esto es, 1.6% respecto a
los EUA. Tales cifras sugieren que
los resultados obtenidos de mu-
chos estudios no llegan a divul-
garse en la comunidad científica
por diversas razones; una de ellas
probablemente se debe a la difi-
cultad para redactar buenos artí-
culos.
En la actualidad, escribir ar-
tículos originales que sean
publicables en revistas arbitradas
y que formen parte de las bases
de datos bibliográficos especiali-
zadas de calidad internacional (ín-
dices de revistas) se ha converti-
do en un asunto de supervivencia,
tanto para las instituciones como
para los científicos. El reto para
el investigador es generar proyec-
tos de investigación financiables,
enfocados a la solución de proble-
mas, cuyos resultados sean publi-
cados utilizando sus capacidades
y herramientas disponibles. El li-
bro que presentamos hoy es una
valiosísima herramienta, ya que
ofrece a los estudiantes e investi-
gadores ideas sencillas y consejos
prácticos para desarrollar las ha-
bilidades de redacción de buenos
artículos científicos, obviamente si
se tienen resultados que valgan la
pena.
¿Quiénes son los autores de este
libro?
Señalan los autores del libro
que ha sido muy enriquecedor
para ellos, como instructores de
sus cursos y talleres, estar acti-
vos publicando en revistas arbi-
tradas e indexadas; ellos se defi-
nen a sí mismos como escritores
“aprendiendo enseñando”.
¿Cómo y cuándo surgió el pro-
yecto de escribir este libro?
Los doctores Rubio y
Saucedo respondieron enfática-
mente que “Todo empezó con una
idea: organizar un taller de redac-
ción técnica”. A principios del año
2004 nos reunimos con el Dr.
Francisco Abelardo Núñez
González, profesor de la Facultad
de Zootecnia. Los tres colegas es-
tábamos muy entusiasmados y te-
níamos un propósito en mente:
ayudar a los profesores a mejorar
la estructura de su manuscrito,
asumiendo que los resultados de
sus investigaciones eran
publicables. En ese mismo año,
motivados por el Ing. Javier
Martínez, Director de la Facultad,
se impartió el primer curso-taller
¿R
de redacción de artículos, que
marca el momento en que conce-
bimos la idea del libro sin pensar-
lo previamente; realmente fueron
los mismos participantes del pri-
mero y siguientes seminarios quie-
nes nos demandaban material im-
preso, y con ello provocaron el
impulso que culminaría con la pu-
blicación que hoy está a su alcan-
ce. Los participantes en cada ta-
ller llevan los resultados de su in-
vestigación y están comprometi-
dos a entregar un artículo listo
para enviarse a una revista arbi-
trada y/o indizada; por lo tanto,
leer el libro no necesariamente
hace un experto autor científico,
sino la práctica constante aplican-
do los principios y ejemplos des-
critos.
¿Qué puede esperar el lector de
un libro como este?
Aunque el tipo de publicación
depende de las normas editoriales
establecidas por cada revista, ven-
cer el miedo a escribir es todo un
reto. Escribir en otro idioma ha
sido también una limitante para
algunos colegas. Como muchos
investigadores, hemos experimen-
tado tensión y temor de que el ar-
tículo enviado a una revista arbi-
trada sea rechazado. Hemos
aprendido a tener templanza para
no caer en la frustración por el
hecho de que algún artículo no sea
aceptado en una revista. Creemos
“la ciencia que no se ve está muerta”, invita a cuestionarnos si como científicos
contribuimos al desarrollo de la ciencia y comunicamos por escrito, de manera
oportuna y eficaz, los resultados de la investigación. Además, vale la pena preguntar-
nos quiénes conocen, valoran y aplican los conocimientos generados de nuestra inves-
tigación, es decir, qué nivel de impacto tiene cada una de nuestras publicaciones.
Vol. I, No. 1 • Enero-Abril 2007 •
64