Discusión
En un estudio donde se caracterizaron ecotipos nativos de
pasto banderita, se obtuvieron producciones de materia seca
desde 4.53 hasta 17 g MS planta-1, a los 125 días post siembra
(Sánchez-Arroyo et al., 2014). Este resultado es inferior al que
presentaron los genotipos E-689 y Niner, a pesar de que en este
estudio se evaluó hasta 70 días después de la emergencia. No
obstante, es similar al mostrado por el resto de los genotipos.
De los genotipos comerciales, Niner fue el que mostró el mejor
comportamiento en PBA, seguida por Vaughn y El Reno. Estos
resultados tal vez se deban a que las variedades Vaughn y Niner
toleran ambientes más cálidos, como consecuencia de su lu-
gar de origen, mientras que El Reno puede mostrar mayor pro-
ducción de materia seca en ambientes templados (Veneciano,
2006; Corleto et al., 2009). Así mismo, Corrales et al. (2016) re-
portaron que los genotipos Niner y Vaughn fueron superiores
en producción de materia seca al compararlos con El Reno, lo
cual concuerda con los resultados obtenidos en este estudio.
Por otro lado, Morales et al. (2009) al caracterizar la diversidad
forrajera de 177 ecotipos de pasto banderita en México, encon-
traron que más de la mitad de los ecotipos fueron superior a la
variedad El Reno en producción de forraje. Lo anterior junto
con los resultados en este estudio, señala que El Reno no se
desarrolla bien en zonas áridas. Sin embargo, es una de las
variedades más utilizadas en programas de rehabilitación de
pastizales en México (Morales et al., 2009).
Con respecto a BR, Sánchez-Arroyo et al. (2014) al carac-
terizar ecotipos nativos de pasto banderita bajo condiciones
similares a las de este estudio, obtuvieron producciones des-
de 0.293 hasta 0.946 g MS planta-1, a los 125 días después de
la siembra. De igual manera, este resultado es inferior al que
presentaron todos los genotipos en este estudio, a pesar de que
se evaluaron hasta 70 días después de la emergencia. El ma-
yor desarrollo de la BR del genotipo E-689, podría reflejarse en
una mayor capacidad para adquirir nutrientes del suelo y cap-
tar mayor cantidad de agua. Además, este resultado podría ser
una característica deseable desde un punto de vista ecológico,
debido a que la raíz retiene el suelo y disminuye las tasas de
erosión (Gyssels y Poesen, 2003; Zhang et al., 2013).
El genotipo con mayor incremento de AF fue el E-689, lo
cual podría representar un mayor contenido de proteína, ya
que esta especie se caracteriza por tener alta concentración
de proteína en hojas (Veneciano et al., 2004). Por otro lado, los
investigadores Veneciano y Frigerio (2003) señalaron que la va-
riedad Vaughn se caracteriza por tener una alta proporción de
hojas. No obstante, presentó menor AF que el genotipo E-689.
Otras especies como pasto africano (Eragrostis lehmanniana) y
rosado (Melinis repens) presentan un AF de hasta 100 y 250 cm2
planta-1, respectivamente (Carillo et al., 2009). Esto demuestra
el potencial forrajero del genotipo E-689 y del pasto banderita
en general.
Al igual que en las variables anteriores, el genotipo E-689
presentó mayor aumento en el ICC. Esto podría indicar una ma-
yor capacidad fotosintética de este genotipo y a su vez explicar
su mayor PBA, ya que la capacidad fotosintética está altamente
correlacionada con la producción de materia seca (Warren y
Adams, 2004; Rodrigues et al., 2006; Wu et al., 2008). Además,
la concentración de clorofila está relacionada con el contenido
de nitrógeno en planta, debido a que la mayor parte de éste
se encuentra en las moléculas de clorofila. Así mismo, el con-
tenido de nitrógeno está correlacionado con la concentración
de proteína en plantas, ya que gran parte de este es nitrógeno
proteico (Daughtry et al., 2000; Rincón y Ligarreto, 2010). Por lo
anterior, el genotipo E-689 al presentar los mayores valores en
el ICC, probablemente posea mayor contenido de proteína que
los otros genotipos. Por otro lado, las tendencias en el aumen-
to de AF e ICC fueron similares. Esto probablemente se debe
a que se ha demostrado que en gramíneas como Pennisetum
purpureum, el incremento de pigmentos verdes en las plantas
favorece el desarrollo foliar (Fortes et al., 2010).
En un estudio donde evaluaron el efecto de la fertilización
de nitrógeno sobre los patrones de crecimiento de 34 especies
de pastizal, el pasto banderita mostró una TAN de 0.00139 g
cm2 día-1 sin fertilización y 0.00163 g cm2 día-1 con fertilización.
Además, obtuvo una TCR de 0.136 g g-1 día-1 con fertilización y
0.105 g g-1 día-1 sin fertilización (Reich et al., 2003). Estos resul-
tados son inferiores a los obtenidos en este estudio por los ge-
notipos E-689, E-592, Niner y El Reno. Sin embargo, concuer-
dan con los resultados del genotipo Vaughn. El genotipo con
mayor TAN y TCR fue el E-689, lo cual puede explicar su com-
portamiento sobresaliente en PBA. Esto debido a que la TAN
es un indicador de la eficiencia del tejido asimilador de radia-
ción solar para producir materia seca a través de la fotosíntesis
laminar (James, 2008); mientras que, la TCR expresa la capa-
cidad de una planta para producir material nuevo a partir de
una unidad de peso (James y Drenovsky, 2007). El resultado de
TAN concuerda con el obtenido en ICC. Esto probablemente
se debe a que la clorofila está relacionada con la eficiencia del
aparato asimilador, ya que es el pigmento encargado de captar
luz solar y convertirla en energía para que la planta lleve a cabo
la fotosíntesis (Rivera et al., 2005). Por otra parte, el genotipo
E-689 también presentó mayor TCA, lo que de igual manera
puede explicar su comportamiento en PBA, ya que esta tasa ex-
presa la capacidad de una planta para producir material nuevo
en un tiempo determinado (Hunt, 1979).
Estos resultados demuestran que en México existen ecoti-
pos nativos con mayor potencial forrajero que las variedades
importadas. Además, en otro estudio donde evaluaron la ger-
minación de estos mismos genotipos bajo condiciones de es-
trés hídrico, encontraron que los ecotipos nativos E-689 y E-592
presentaron mayor capacidad de germinación y desarrollo de
plúmula y radícula (Álvarez-Holguín et al., 2017). Así mismo,
en este estudio el genotipo E-689 presentó mayor desarrollo
del sistema radical. Lo anterior, indica que el genotipo E-689
puede presentar mayor capacidad de establecimiento que las
variedades comerciales. Este resultado puede ser de suma im-
portancia, ya que la baja capacidad de establecimiento es una