Abstract
Vinasses are highly polluting residues that are generated in the mezcal production process. These
effluents are characterized by a high organic load, a brown color, acid pH and a high content of
recalcitrant compounds, such as phenolic compounds. To investigate the reduction of these
compounds, present in the mezcal vinasse, a treatment train was implemented where, first, the
effluent was characterized, followed by a physicochemical pretreatment (coagulation/flocculation)
and then an advanced oxidation process (UV/H2O2 photolysis) was applied. The results of the
characterization of the mezcal vinasse showed high chemical oxygen demand (COD) values of 45,730
mg O2/L, pH of 3.4 and total phenol content of 3,000 mg AG/L. For pretreatment, aluminum
polychloride (PAC) was used as a coagulant and polyacrylamide (PAM) as a flocculant. Color
removal of 67 %, turbidity of 95 %, total phenols of 40 % and COD of 56 % were achieved at pH 5
and PAC dosages of 10 mg/L and PAM of 3 mg/L. For the UV/H2O2 photolysis tests, the raw and
coagulated stillage was used, obtaining phenol removals close to 60 % in a retention time of 35 min
and a H2O2 concentration of 0.99 g/L.
Keywords: vinasse, coagulation/flocculation, polyelectrolytes, UV/H2O2 photolysis
1. Introducción
La producción de bebidas alcohólicas en México se remonta a miles de años, siendo las más
importantes y representativas el bacanora, el sotol, el tequila y el mezcal, incluso son reconocidas
como bebidas nacionales de gran tradición (Chávez-Parga et al., 2016). La producción del tequila en
México ha generado una industria económicamente muy atractiva, y que ha posesionado al tequila
como una bebida de alto prestigio en el mundo. Asociado a esto, en los últimos 10 años la producción
de mezcal ha buscado acceder a los mercados nacionales e internacionales para su comercialización.
Al año se generan cerca de 8 millones de litros de mezcal (CRM, 2023), los cuales van en aumento
debido a su gran popularidad nacional e internacional. Sin embargo, la generación de los
subproductos que se producen en el proceso de fermentación y destilación del agave también
aumenta de manera constante, ya que se estima que por cada litro de mezcal se producen cerca de
10 a 12 L de vinaza (Rodríguez-Cortés, 2016), lo que significa que anualmente se viertan al medio
ambiente, entre 45 y 54 millones de litros de vinaza. Cerca del 80 % de las vinazas no reciben el
tratamiento adecuado para su disposición y son descargadas a los cuerpos de agua y suelo,
provocando efectos nocivos en la flora y fauna acuática.
Estos efluentes se caracterizan por ser altamente contaminantes y poseer un color marrón, debido al
contenido de compuestos recalcitrantes, como son los polifenoles y las melanoidinas, así como
valores de pH ácidos (Robles-González et al., 2018). Además, contienen una alta concentración de
sales, compuestos aromáticos, alcoholes, ácidos orgánicos (acético, isobutírico, butírico, valérico,
cáprico, enántico, caprílico, láurico, palmítico y otros), furanos, alcanos, aldehídos, ésteres, cetonas,
y píranos (Rodríguez-Félix et al., 2018). Estas características están muy relacionadas con los procesos
de producción y la especie de agave que se utiliza para elaborar el mezcal, ya que cada etapa que
forma parte de este proceso tiene el potencial de afectar la calidad sensorial y química del producto
final, así como sus rendimientos, y como consecuencia también los subproductos generados
(vinazas) resultan muy variados en su composición, lo que los hace muy difíciles de tratar por
métodos biológicos aeróbicos, (Díaz-Barajas et al., 2024).