Nuestro estudio buscó describir el proceso de valoración y tratamiento fisioterapéutico realizados
por una estudiante intercambista, bajo supervisón docente, en una adolescente de 12 años, con
diagnóstico médico de síndrome de Guillain Barré (SGB), acompañada en la clínica-escuela de
Fisioterapia de la Universidad del Valle de Taquari - Univates/Lajeado/RS/Brasil.
La paciente de este estudio, comenzó a recibir fisioterapia un año después de recibir el diagnóstico.
En vista de que la patología de Guillain Barré tiene una progresión en el cuadro clínico de hasta
aproximadamente un mes, se tiene un buen pronóstico sobre la rehabilitación de las secuelas
motoras, sin embargo, algunos pacientes pueden conservar algunas de ellas. Según algunos autores,
después de los 2 años, disminuye mucho la posibilidad de obtener una recuperación satisfactoria
(Fernández, García, 2013). Por otro lado, del 5 % al 10 % de los pacientes con S.G.B. son llevados de
la gravedad a la muerte, principalmente por insuficiencia respiratoria (De Quadros, Grave, 2016),
principalmente en la fase aguda, la cual termina con la estabilización de la desmielinización, donde
inicia la remielinización y regeneración axonal (Pereira da Rocha, Ledesma, Souza, 2017), en el caso
de la paciente tratada en el presente estudio, no se manifestó, a la fecha de la valoración, síntomas
respiratorios ni quejas asociadas.
Entre la serie de secuelas presentadas, según la revisión sistemática de Junior y Neto (2011), se
encuentran alteraciones de la marcha, equilibrio y propiocepción, entre las cuales se derivan
lumbalgias, hormigueo, debilidad muscular, arreflexia e hiporreflexia. Así como la afectación de la
musculatura de la extremidad inferior, principalmente tibial anterior y fibulares, resultando en un
patrón de marcha con pié equino. Tal fue el caso descrito en este estudio, en el que coinciden los
hallazgos valorados en el examen físico, por medio de diversos instrumentos.
Estudio de caso realizado en una clínica-escuela de fisioterapia en Juazeiro del Norte, en
Ceará/Brasil, con un hombre, adulto joven, con SGB, constató, durante la valoración, paraparesia
flácida simétrica, con predominio en las extremidades inferiores, con una leve hipoestesia táctil para
el dolor y temperatura hasta el nivel de los maleolos, reducción de arcos de movilidad para la
dorsiflexión y flexión plantar, alteración del equilibrio y aumento de los arcos plantares,
asemejándose a los hallazgos clínicos de nuestro caso descrito (Alves et al., 2022).
Otro estudio realizado con dos pacientes con SGB, el primero de 1 año y 7 meses de evolución y el
segundo con tan solo un mes de evolución, con SGB, con el objetivo de comprobar la influencia de
la terapia física en el tratamiento de esta enfermedad, demostró que la prueba de Romberg resultó
positiva para el primer caso y con incapacidad de realizar para el segundo. En la escala de equilibrio
de Berg, el caso 1 y 2 puntuaron 40 y 8 puntos respectivamente. Ambos presentaban alteraciones del
equilibrio. Los participantes recibieron un tratamiento específico e individualizado durante 15 días
y se obtuvieron mejorías evidentes tanto en el equilibrio estático como dinámico, más notables en el
segundo caso. Delante de todo lo expuesto, es primordial la realización de un tratamiento precoz
tras el diagnóstico, teniendo en cuenta no solo las alteraciones motoras sino también las sensitivas
(Ortega-Santarén et al., 2010), como se hizo en el presente estudio.
Estudio realizado con el objetivo de describir la evolución de un paciente con SGB durante un
programa de rehabilitación multidisciplinar intensiva, en régimen de internación, desmostró una
disiminución de la fatiga, aumento de la capacidad respiratoria, de la fuerza muscular de miembros
inferiores y de la calidad de la marcha, así como una mejora en los índices de depresión y ansiedad,
incrementando la motivación. Todo esto después de 8 sesiones de terapia físicas, con una frecuencia
diaria, durante el periodo de internación hospitalar. Por lo tanto, se incluyó un programa de