De acuerdo con Casanova (2017), un currículum flexible se imposibilita con una administración
rígida. Un currículum democrático se imposibilita con una organización autoritaria. Por ello el modelo
adecuado para la educación inclusiva deberá tener una estructura organizativa que favorezca la atención
a todos desde una acción de compromiso compartido con la comunidad educativa.
En México, existen algunas problemáticas que limitan el avance de las estrategias inclusivas que
se pudieran gestar en la educación, algunas de ellas son la falta de sensibilización, concientización,
formación, capacitación y superación profesional docente lo que , principalmente obstaculiza el éxito de
la educación inclusiva, la falta de infraestructura técnica y física, si bien, genera una deficiencia en el
proceso educativo es mayormente la desinformación del docente en los temas de las buenas prácticas
para la atención del aula incluyente, esto, evidenciando por la falta de conocimientos pedagógicos y
didácticos a implementar.
Otra problemática a la que se enfrenta la educación inclusiva se basa en que la operatividad al
interior de las aulas, existen grandes requerimientos de capacitación docente pues en la cotidianeidad el
profesorado se encuentra con la dificultad de la atención, el centro de esta propuesta es plantear una
estrategia para fomentar una educación que avance verdaderamente a la acción inclusiva.
Aunque en México se han formado distintos acuerdos internacionales u ha establecido políticas y
estrategias nacionales que promuevan una educación existe una brecha significativa entre la política y la
implementación real en la escuela, Una problemática más es que las políticas inclusivas a menudo o se
traducen en prácticas efectivas debido a la falta de capacitación y voluntad política y administrativa de
las IES.
En lo que concierne al alumnado de una sala de clases, la diversidad que no solo hay que verla
como diferencia o semejanza, también como abundancia o riqueza- se pone de manifiesto en sus
potencialidades y deficiencias, en sus estilos de aprender experiencias (Bermeosolo, 2017).
La adopción del DUA no sólo favorece a estudiantes con discapacidad sino también a aquellos
provenientes de contextos multiculturales al fomentar ambientes de aprendizaje más flexibles y accesible.
Para Casanova (2017):
El DUA es una aproximación que persigue eliminar barreras en el proceso de enseñanza,
proporcionando múltiples formas de representación, de una acción y expresión, y de
implicación para el aprendizaje. Así, se facilita que todos los estudiantes puedan acceder al
currículo, independientemente de sus capacidades, intereses o necesidades. El DUA es, en
definitiva, una respuesta inclusiva para enriquecer la enseñanza y no verla como un obstáculo
que deba ser superado (p. 95).
Además, de transformadora al afrontar todas las formas de exclusión, las desigualdades en el
acceso, permanencia, participación y los resultados de aprendizaje, la educación en términos de inclusión
y equidad debiera garantizar que sea para todos.
Para Bermeosolo (2017) el estudiantado con necesidades educativas especiales debe considerarse
los que presentan requerimientos extraordinarios y especializados de apoyo para acceder al currículo y
progresar en el aprendizaje y que, de no proporcionárselos, verían limitadas sus oportunidades.
Esta consideración se refiere a la importancia de conjugar el quehacer del diseño curricular con el
DUA para que desde la creación sean alineados a los componentes específicos que reducen las limitantes
elaboradas principalmente para quienes no presentan dificultades en el aprender.
En su modelo de diseño curricular llamado Modelo Taba, (Taba, 2020), promueve el contacto
directo con las necesidades y realidades de los estudiantes, en el cual se deben identificar y adaptar
contendidos y métodos de evaluación para hacer el aprendizaje más relevante y accesible.