La historia se ha venido estructurando con base en la objetividad, desde la época del Comtismo (haciendo referencia a la doctrina filosófica de Augusto Comte), en donde los acontecimientos son rescatados de las distintas fuentes, cuidando no apartarse de lo allí enunciado o que las interpretaciones estén apegadas a las narraciones implícitamente encerradas en estos. Con las nuevas visiones historiográficas, entre ellas las de la historia del tiempo presente, nos acercamos al estudio de procesos o fenómenos ocurridos no solo en el pasado, sino los que corresponden a la realidad cercana. Estudiar los acontecimientos que están ocurriendo en la actualidad e incluso poder aventurar juicios de lo que podría ocurrir con posibilidades racionales, es lo que justifica el abordaje desde la historia del tiempo presente.