Año II, Vol. III, Julio-Diciembre 2024|ISSN-e: 2992-8656
| Reserva de Derechos: 04-2023-063014014100-102
DOI: https://doi.org/10.54167/usiil.v3i3.1633
Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE). Datos de contacto: aura.ruiz@inacipe.gob.mx
https://orcid.org/0000-0002-7406-9479
ANÁLISIS CRIMINOLÓGICO DE LA DELINCUENCIA FEMENINA
¿Por qué preocuparse por el estudio de la mujer delincuente?
CRIMINOLOGICAL ANALYSIS OF FEMALE CRIME
Why worry about the study of female delinquents?
RUIZ-GUARNEROS AURA ITZEL1
SUMARIO I. Introducción., II. Género y Criminología, III. Perspectiva criminológica de la
delincuencia femenina IV. Delincuencia femenina V. Conclusiones, VI. Agradecimientos, VII.
Referencias.
KEYWORDS
Women
Prision
Criminology
Crime
Gender
ABSTRACT
This paper explains gender´s role in the explanation of criminal behavior
considering feminist Criminology as a general vision of female criminality,
generating a discussion about theories. Situations of female crime will be
criminological analyzed regarding: factors, characteristics and needs. In
criminal justice system women and adolescents are considered as a legally
disadvantaged group; historically penitentiary regimes -thought and
designed for men- treated females as males. Penitentiary regimes tend to
be more severe, repressive and discriminatory. Therefore: why worry
about the study of female delinquents? Are there male and female crime
patterns? Should criminal justice policies be different for each gender?
PALABRAS CLAVE
Mujeres
Prisión
Criminología
Delito
Género
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Licencia Creative
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es/by-nc-sa/4.0/">Creative Commons
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4.0 International License</a>. /
RESUMEN
Se explica el papel del género en el comportamiento delictivo
considerando la Criminología feminista, dando una visión de la
criminalidad femenina y generando una discusión sobre teorías
criminológicas. Analizando situaciones de criminalidad femenina -
factores, características y necesidades- Mujeres y adolescentes se
consideran legalmente más desfavorecidas; históricamente los regímenes
penitenciarios -pensados y diseñados para hombres- tratan a la mujer
como si fuera varón y suelen ser más severos, represivos y discriminatorios.
Cuestionamos: ¿por qué preocuparse por el estudio de la mujer
delincuente? ¿existen patrones de delincuencia masculinos y femeninos?
¿deberían las políticas de justicia penal ser diferentes para cada género?
Recibido: 01/04/2024
Aceptado: 20/06/2024
Como citar este artículo: RUIZ-GUARNEROS Aura Itzel, “Análisis
criminológico de la delincuencia femenina ¿Por qué preocuparse por
el estudio de la mujer delincuente?“, en Ubi Societas Ibi Ius en Línea,
México, Año II, Vol. III, julio-diciembre de 2024, pp. 82-96.
82
UBI SOCIETAS IBI IUS EN LÍNEA,
Año II (Vol. III), 2024, pp. 82-96.
1. Introducción
l tema de la delincuencia femenina ha sido
eludido y poco investigado. Resulta
sencillo acceder a estudios de
delincuencia masculina, pero es más complicado
encontrar investigaciones sobre mujeres
delincuentes, y más aún desde la perspectiva de
género. Según Gilfus:
Se ha prestado poca atención a preguntas
tales como si existe algo acomo una “carrera
criminal” femenina y, de ser así, cómo
comienza esa carrera y qué da forma a sus
contornos.
1
En los últimos años, el fenómeno de la
delincuencia femenina ha atraído cada vez más
atención social, política y académica.
Aprovechando sus características
multidisciplinarias, Burgess-Proctor dicta que
según la criminología se ha esforzado por
explicar las causas del delito y las razones por las
que algunos individuos son más propensos a
cometer delitos que otros.
2
Sin embargo, durante muchos años, la
criminología y las teorías criminológicas
ignoraron e invisibilizaron a las mujeres como
sujetos de investigación (tanto en su calidad de
víctimas, como en su rol de agresoras) han
sido subrepresentadas de manera negativa y
estereotipada, con un enfoque en su
incapacidad para adherirse a los modelos
tradicionales de comportamiento femenino
“apropiado.”
En la década de 1960 algunos académicos
comenzaron a argumentar que las mujeres eran
ignoradas en la teorización y la investigación
criminológica.
1
GILFUS, E., “From victims to survivors to offenders:
women’s routes of entry and immersion into street
crime,” Women & Criminal Justice, 4(1), 1992, p.63
89. Véase: https://doi.org/10.1300/J012v04n01_04
2
BURGESS-PROCTOR, A., “Intersections of Race,
Class, Gender, and Crime: Future Directions for
Feminist Criminology,” Feminist Criminology, 1(1),
2006, p. 27-47. Disponible en el link:
https://doi.org/10.1177/1557085105282899
Este interés inicial no proviene de los Estados
Unidos sino de Canadá y Gran Bretaña.
3
Según
Bertrand y Heidensohn: el papel del género se
había ignorado en gran medida, aparte de
señalar que los hombres cometían más delitos.
Esta “falta de interés” podría explicarse por la
pequeña proporción de reclusas cerca del 6.9%
a nivel mundial según el Institute for Criminal
Policy Research. Sin embargo, durante los
últimos años se han elevado sus niveles de
encarcelamiento:
Incluso, la Oficina de las Naciones Unidas
contra la Droga y el Delito ha advertido que,
en algunos países, el número de mujeres
encarceladas está aumentando a una tasa más
rápida que en los hombres.
4
La segunda ola del feminismo de mediados
del Siglo XX condujo a un renovado interés por
las delincuentes femeninas.
A principios de la década de 1970 se
publicaron algunos libros importantes derivados
del enfoque del feminismo liberal de esta
manifestación sobre la igualdad de género.
Algunos de ellos son los siguientes:
1. Sisters in crime. The rise of the new
female offender de Freda Adler (1975), en el
cual se rompe con la atribución de la
“debilidad femenina” como causa del delito
y la atribución del “sexo débil” tiene un
efecto de bloqueo en tiempos de
emancipación y asigna un papel
subordinado a la mujer.
2. Women and Crime de Rita James Simon
(1975), en el cual se enfocaba en actualizar
los datos demográficos, que indican cambios
3
BERTRAND, M., Self-image and delinquency: a
contribution to the study of female criminality and
woman’s image,” Acta Criminologica 2(1), 1969, p.
71144.
4
AA. VV. Informe sobre mujeres privadas de libertad en
las Américas, Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, 2023, p. 19.
E
83
ANÁLISIS CRIMINOLÓGICO DE LA DELINCUENCIA FEMENINA
¿POR QUÉ PREOCUPARSE POR EL ESTUDIO DE LA MUJER DELINCUENTE?
en el estatus social de las mujeres y su
participación en actividades delictivas.
Examinó los datos de los tribunales para
detectar cambios en el trato de los jueces a
las mujeres y observar los cambios para
transformarlos en oportunidades para que
ellas adquieran habilidades académicas; así
como en las disposiciones y programas
disponibles en los centros penitenciarios.
3. Women, Crime and Criminology: A
Feminist Critique de Carol Smart (1977), en
el cual la autora no sólo destacó la escasez
de material sobre la criminalidad femenina,
sino también que el poco material existente
carecía de una actitud crítica sobre los
estereotipos sexuales dirigidos a las
mujeres adultas y adolescentes (otra parte
de la población olvidada).
Gracias al aporte de Smart y de esta publicación,
actualmente existe un creciente desarrollo en la
criminología feminista y se pueden distinguir
algunas áreas principales a las cuales se les ha
dedicado mayor atención, véase gráfico 1:
Gráfico 1. Temas abordados por la Criminología
Feminista
Fuente: Smart, 1977
5
Sin embargo, el primer libro de texto
completo de criminología feminista: Feminist
5
SMART, C.,
Women, Crime and Criminology
,
Routledge & Kegan Paul Ltd, London, 1977, p. 20.
6
RENZETTI, C., Feminist Criminology.: Routledge,
London, 2013.
Perspectives on Criminology, escrito por un
equipo de criminólogas feministas, se publicó en
2007,
6
este libro de texto no sólo aceptó lo que se
había denominado “criminología de la mujer en
la disciplina, sino que también definió la
criminología feminista.
El segundo factor importante en el auge de la
criminología feminista durante la década de
1970 fue el surgimiento de las “nuevas
criminologías”, o los enfoques radicales y
conflictivos del estudio del delito.
De acuerdo a Matthews con raíces
intelectuales basadas en el conflicto, así como en
la teoría marxista, estas perspectivas veían el
delito como el resultado de la opresión,
especialmente la opresión de género, raza y
clase.
7
Tanto la criminología crítica como la
feminista surgieron durante el periodo de 1960-
1970, altamente políticas y socialmente
conscientes.
En los Estados Unidos, al igual que en gran
parte del mundo occidental, ésta fue una era de
rápidos cambios sociales, sin dejar de lado el
malestar político.
Se desafiaron las ideologías, las estructuras
de poder existentes y surgieron movimientos
sociales, incluidos los movimientos contra la
guerra, de derechos civiles, así como el de
liberación de la mujer.
Con ello, el género ha sido reconocido como
uno de los factores más importantes que juegan
un papel fundamental en la intervención de
diferentes tipos de delitos dentro de los sistemas
de justicia penal. Durante mucho tiempo se ha
considerado que los tanto los hombres como las
mujeres difieren en sus tasas, patrones delictivos
y en sus experiencias de victimización.
7
MATTHEWS, R., Realist Criminology, Palgrave
Macmillan, London, 2014.
El estudio de
mujeres y
adolescentes
delincuentes.
Los
programas,
actividades e
intervención
del sistema de
justicia.
Las
pandillas
lideradas
por
mujeres.
El papel de las
agresoras y
víctimas frente a
los medios de
comunicación.
La violencia que
sufren mujeres,
adolescentes y
niñas.
84
UBI SOCIETAS IBI IUS EN LÍNEA,
Año II (Vol. III), 2024, pp. 82-96.
Por ello surgen una serie de
cuestionamientos: ¿Es la brecha de género
estable o variable en el tiempo, así como en el
espacio?, ¿Son las causas de la delincuencia
femenina distintas o similares a las de la
delincuencia masculina?, ¿Pueden las teorías
tradicionales explicar la delincuencia femenina y
la brecha de género en el delito?, ¿Las teorías de
género neutral o específicas de género son la
promesa más explicativa?
2. Género y Criminología
Las perspectivas feministas en criminología han
tenido un gran impacto en la comprensión
general de las mujeres como victimarias y
víctimas del delito. La relación entre el
feminismo y la criminología está impregnada de
una rica exploración de métodos, disciplina,
epistemología y política.
Los académicos en el campo de la
criminología han cuestionado a lo largo de los
años algunos de los supuestos de ceguera de
género en la criminología para crear espacio
para las voces y experiencias de las mujeres. Por
lo tanto, el término “criminología feminista” se
refiere a un marco teórico amplio y profundo.
La criminología feminista, también conocida
como criminología de la mujer, se ha definido
como una rama de la criminología que
específicamente: “intenta explicar las causas y
los resultados del comportamiento delictivo
desde una perspectiva particular: a saber, desde
el género.
8
Por lo tanto, el género es ahora un tema
central y establecido en criminología y estudios
de justicia penal.
9
Cabe destacar que el género
de los delincuentes nunca ha sido el único factor
determinante, pero siempre ha estado conectado
a variables sociales, económicas, culturales,
políticas y otras. La brecha de género es un
fenómeno bastante conocido y su existencia
sigue en la actualidad.
8
DUNBAR, K., “Staying with the Social Project: A
Review of Feminist Criminology, Social & Legal
Studies, 30(3), 2021, 469488.
9
HEIDENSOHN, F. and MARISA. S., Gender and Crime,
in Oxford Handbook of Criminology, Oxford
University Press, London, 1995.
El comportamiento delictivo está
fuertemente influenciado por las
circunstancias sociales, culturales y
económicas en las que viven hombres y
desafortunadamente las expectativas de
género impuestas. Esta brecha no sólo es
relacionada con su sexualidad, crianza y
educación, sino también a todo el códice
social.
10
Un enfoque de género debe incluir al menos
cuatro elementos clave:
1) la perspectiva debería ayudar a explicar no
sólo la criminalidad femenina, sino también la
criminalidad masculina;
2) visualizar con perspectiva de género debe
tener en cuenta no únicamente las diferencias
de género, a su vez comprender las
diferencias en el tipo, la frecuencia del delito,
contexto ofensivo, e incluso cuando hombres
y mujeres cometen el mismo delito;
3) marco teórico que ayude a entender
formas y factores clave en las que las mujeres
y lo que las conduce a la delincuencia; y
4) la perspectiva debe explorar hasta qué
punto las diferencias de género en el delito
derivan no sólo de complejos factores
sociales, históricos y culturales, sino también
de diferencias biológicas y reproductivas.
La discriminación por motivos de género en
el sistema de justicia penal crea obstáculos
importantes para lograr el acceso a la justicia
para todos. Este problema afecta
desproporcionadamente a las mujeres, que aún
enfrentan importantes barreras para acceder a
la justicia, ya sean víctimas, testigos, presuntas
victimarias o internas. La ausencia de la
perspectiva de género en audiencias y sentencias
persiste en diversos países. Del mismo modo,
persiste la falta de inmediatez de los asuntos, la
ausencia de personal capacitado y sensibilizado
en temas de género y la falta de mecanismos y
aplicación que garanticen un piso igualitario al
impartir justicia para las mujeres,”
11
por
mencionar algunas véase tabla 1.
10
ASLIMOSKI, P., & STANOJOSKA, A., Criminology,
Bitola: Faculty of Law, 2015.
11
PECOVA, A. en Impunidad Cero (2019, enero) ¿Por
qué no hay justicia para las mujeres en México?
Entrevista a Ana Pecova, Impunidad Cero, 2019.
Disponible en el link:
https://www.impunidadcero.org/uploads/app/artic
85
ANÁLISIS CRIMINOLÓGICO DE LA DELINCUENCIA FEMENINA
¿POR QUÉ PREOCUPARSE POR EL ESTUDIO DE LA MUJER DELINCUENTE?
Tabla1. Violación a los Derechos Humanos de las
mujeres detenidas en América Latina.
Las mujeres detenidas por los agentes policiales en
sus establecimientos sufren malos tratos, negación
o restricción de la comunicación con su familia o
abogados y son usualmente retenidas junto a los
hombres, dado que en estos recintos no existen
dependencias separadas para hombres y mujeres.
Es más que frecuente que durante el paso por los
recintos policiales sufran atentados sexuales e
incluso violaciones, disfrazadas de “favores
requeridos”.
El abuso de la prisión preventiva oficiosa.
No existe una concepción sobre arquitectura
penitenciaria que distinga entre establecimientos
carcelarios para hombres y para mujeres.
La atención médica es inadecuada, no hay espacios
suficientes y apropiados para la atención médica
de las embarazadas y lactantes y carecen de
dependencias donde puedan efectuarse los
exámenes ginecológicos y obstétricos
El personal de custodia actualmente está
compuesto principalmente por mujeres, el
personal de vigilancia es masculino y muchas veces
son los custodios hombres quienes llevan a las
mujeres a declarar a los juzgados.
La deficiencia cualitativa y cuantitativa en la
atención jurídica de las mujeres procesadas es
notoria. Considerando su posición económica, la
gran mayoría carece de medios para contratar
abogados particulares, y los defensores públicos
son insuficientes para darles adecuada atención.
Los problemas derivados del abandono de sus
maridos o compañeros, la privación de sus hijos, la
atención médica insuficiente e inadecuada, la
precariedad de los establecimientos penitenciarios
y la ausencia de visión de género en su
construcción y diseño, se suman o agravan otras
particularidades que hacen aún más aflictivo su
paso por la prisión.
Fuente: Adaptación de: Morán, A. 2003: 137-139.
Las diferencias de género condicionan los
patrones de motivación y acceso a las
“oportunidades” delictivas, así como en el tipo, la
frecuencia y el contexto del delito, veamos a
continuación algunas áreas que limita el pensar
o participar de algunas mujeres en el delito.
Necesitamos examinar más de cerca varios
factores criminógenos y si estos varían según el
género, ya sea en la magnitud o en la reacción de
efectos.
ulo/98/contenido/1546879216W98.pdf, ultima vez
visitado el 28 de mayo de 2024.
3. Perspectiva criminológica de la
delincuencia femenina
Las teorías criminológicas han comenzado a
incluir más relatos de las mujeres delincuentes,
no obstante, todavía existe una brecha en la
literatura en términos de inclusión de la
delincuencia femenina.
La literatura por mucho tiempo hizo hincapié
en las mujeres como víctimas más que como
victimarías.
12
Acerca del tema, dentro de la literatura
criminológica se han sugerido varias teorías,
aunque con poco consenso y referidas a la
etiología del delito, tal y como se verá más
adelante.
Hoy en día se necesita conocer las causas del
delito, el por qué algunas personas cometen
dicha conducta e identifican los factores de
riesgo que puede presentar una persona,
específicamente contar con un sustrato teórico
que comprenda y brinde las explicaciones sobre
la delincuencia femenina.
3.1. Teorías tempranas
Antes de la aparición de los postulados de
Lombroso y Ferrero en 1895 acerca del origen de
la delincuencia femenina, algunos autores se
centraron en el estudio biológico de esta.
Lo anterior dio lugar a las denominadas
“teorías tempranas”, que surgieron a finales del
siglo XIX y principios del XX, cuando el delito
femenino se consideraba, a menudo, una
“anomalía.”
Estas ideas dieron paso a los primeros
avances científicos en los cuales descubrieron
que el cerebro de la mujer era “diferente”, por lo
que se interpretó de inmediato como un signo de
inferioridad.
Prácticamente la idea se centraba en que los
cerebros más grandes eran más inteligentes,
haciendo alusión a un rotundo determinismo
biológico.
12
CHESNEY-LIND, M. & PASKO, L., The female
offender. Thousand Oaks, CA: Sage, 2004.
86
UBI SOCIETAS IBI IUS EN LÍNEA,
Año II (Vol. III), 2024, pp. 82-96.
Lo que dio lugar a algo denominado
“neurosexismo” considerado como la práctica de
afirmar que existen diferencias fijas entre los
cerebros femeninos y masculinos, lo que puede
explicar la “inferioridad” de las mujeres para
ciertos roles, véase tabla 2.
Tabla 2. Teorías tempranas de la delincuencia
femenina
Postulado
Consideró que el tamaño del cráneo
determinaba la inteligencia entre
hombres y mujeres.
Estudió los casos de asesinato de las
mujeres rusas y los compa con un
grupo de control de mujeres normales,
por lo que descubrió diferencias
biológicas entre ellas y en la capacidad
craneal de ambos grupos.
Consideró la relación de la mujer con el
crimen por las condiciones sociales y por
las condiciones sexuales; además, afirmó
que el hombre comete delitos
fundamentalmente por la pobreza,
mientras que la mujer los comete por
desequilibrios mentales.
Estudió el cuerpo calloso del cerebro en
cerebros de distintas razas, de hombres
y mujeres, por lo que sostuvo que la
mujer, dentro de cada raza, poseía una
inteligencia menos desarrollada que la
del hombre.
Afirmó que el cerebro femenino se había
ido degenerando a través del tiempo,
debido a su utilización parcial.
Continuó con los trabajos de Broca y
sostuvo que el cerebro de la mujer era
más pequeño debido a que el tamaño del
cerebro se relacionaba con la estatura
del sujeto, y los hombres eran más altos
que las mujeres.
Presentaron algunas la hipótesis, a saber,
1) la delincuencia juvenil femenina
manifiesta una inteligencia por debajo de
la media normal por una inadaptación al
mundo cultural y escolar; y 2) la
prevalencia del hemisferio izquierdo
sobre el derecho.
Fuente: Elaboración propia
13
LOMBROSO, C., FERRARO, W., The Female Offender,
New York: D. Appleton and Company, 1898, p. 43 y
152).
14
SIMPSON, S. Of crime & criminality: The Use of
Theory in Everyday Life.: Pine Forge Press, California,
2000, p. 4.
3.2 Teorías biológicas o perspectivas
masculinas
En estas teorías de la criminalidad femenina a
menudo se usaron determinantes de índole
biológico para explicar la conducta delictiva. Por
ejemplo, en la mayoría de ellas, se argumentó
que tenían características “masculinas” que las
predisponían a delinquir.
Entre las tres teorías tradicionales de la
masculinidad, la primera fue desarrollada por
Lombroso y Ferrero los autores trataron de
demostrar “científicamente” que la inferioridad
de las mujeres era la razón de sus bajas tasas de
criminalidad; para ello, utilizaron un grupo
control de 50 “mujeres normales” y las
compararon con las mujeres criminales y las
prostitutas. En su trabajo incluyeron
características craneales, faciales, de altura, pelo
oscuro, color de piel, etc., y afirmaron que:
las mujeres tienen muchos rasgos en
común con los niños, […] su sentido moral es
deficiente, […] son resentidas, celosas e
inclinadas a venganzas de crueldad refinada.
La mujer criminal en consecuencia es un
“monstruo.
13
Posteriormente vinieron otros autores a dar
sus postulados, véase tabla 3. Es evidente que los
primeros enfoques de la comprensión de la
delincuencia femenina se centraron casi
exclusivamente en distinguir a las mujeres de los
hombres, y utilizaron estas distinciones como
base para explicar los orígenes de la conducta
delictiva en las mujeres.
Hoy en día se consideran dos razones para la
menor aceptabilidad de las investigaciones con
enfoque temprano y biológico.
En primer lugar, las teorías son imparciales y
tienen un sesgo de género
14
y, en segundo lugar,
si las características masculinas son el único
factor responsable de cometer delitos, entonces
¿por qué no todos los hombres delinquen?
15
15
HERRINGTON, V. & NEE, C., “Self-perception,
masculinity and female offenders,” Journal of
Criminology, 2005, p. 1-30.
87
ANÁLISIS CRIMINOLÓGICO DE LA DELINCUENCIA FEMENINA
¿POR QUÉ PREOCUPARSE POR EL ESTUDIO DE LA MUJER DELINCUENTE?
Tabla 3. Teorías biológicas o perspectivas
masculinas
Teoría
Postulado
Biotipolo
gía
Glueck y
Glueck
(1934)
La fascinación por los factores
constitucionales y el comportamiento
delictivo llevaron a los autores a la
recopilaron de información de 500
mujeres delincuentes; asimismo,
buscaron e identificaron los factores
clave que influyen en las mujeres
delincuentes y desarrollaron un esquema
tipológico para clasificarlas.
Perspecti
va
genética
Goddard
(1913)
Crowe
(1972)
La genética criminal aprecia lo referido a
la herencia, a las alteraciones
cromosómicas, y a la criminalidad. En
dichas teorías se abordaron las
explicaciones vinculadas con la adopción
y a los aspectos hereditarios del
comportamiento delictivo por parte de la
figura materna.
Teoría
psicoanal
ítica
Freud
(1948)
Se pensaba que la agresividad era propia
del hombre, por lo tanto, en esta
perspectiva se consideraba la tendencia
delictiva de una mujer como una rebelión
contra el poder de los hombres, la cual
era generada por profundos trastornos
emocionales.
Teorías
del
desarroll
o sexual
Konopka
(1966)
Baker
(1902)
Wilson y
Herrnstei
n (1985).
Esta teoría se basa en factores de la
conformación hormonal sobre las
“emociones”, pues las mujeres segregan
estrógenos y progesterona, que podrían
desencadenar comportamientos
agresivos (Redondo y Garrido, 2013). En
este contexto se llegó a pensar que la
relación de las mujeres con la
criminalidad se debía a que intentaban
adquirir la “masculinidad” simbólica
(dada la carencia de ciertos atributos
sexuales masculinos), por lo tanto, se
rebelaban contra sus roles femeninos
“naturales. Tales consideraciones
sirvieron para destacar el papel de las
hormonas, a partir de ello las ocurrencias
resultantes de dichos postulados fueran
la del embarazo y el síndrome
premenstrual (SPM) en la denominada
“locura criminal” de las mujeres.
Teoría de
la
caballero
sidad
Pollak
(1950)
En esta teoría se manifestó la inferioridad
biológica de la mujer respecto a la del
hombre, derivada de las manifestaciones
generadas por la “crisis del desarrollo
sexual”; así, la astucia, la falsedad y la
venganza se consideraban características
sustantivas de la desigualdad. La tesis
fundamental del autor fue creer que la
mujer, más que ser como el prototipo
social establecido, un ser puro, dulce y
desprotegido, realmente estaba
“enmascarada” bajo estas apariencias, de
ahí su comportamiento criminal; o sea,
está oculta bajo tres factores:
1) las mujeres tienen contactos limitados
en la cultura, normalmente suelen ser
víctimas de miembros del círculo familiar
a quienes no denuncian;
2) la criminalidad femenina es
enmascarada por las tasas s bajas de
detección de delincuentes femeninas en
comparación con los hombres
delincuentes; finalmente, Pollak enfatizó
la naturaleza intrínsecamente engañosa
de las mujeres, por lo que
3) las delincuentes mostraban
indulgencia por parte de la policía,
debido a la existencia de la
caballerosidad.
Cromoso
mopatías
Dabbs y
Alabama
(1988)
El síndrome de Turner, que afecta
exclusivamente a las mujeres, tiene como
característica nacer con un cromosoma X
o con solo una parte de este. Algunos
autores trataron de demostrar una
correlación entre niveles altos de
testosterona en mujeres, una hormona
típicamente producida en cantidades
mucho más altas en hombres que en
mujeres.
Fuente: Elaboración propia
3.3. Teorías Sociales
Los roles sociales comienzan con un conjunto de
expectativas normativas que definen posiciones
o estatus particulares en la estructura social y
sus correspondientes roles o comportamientos
en la interacción con los demás.
Los roles o el estatus de la mujer en la cultura
han cambiado; la posición de la mujer en el
ámbito público fue lo que empezó a llamar la
atención y como consecuencia y crítica a las
teorías biológicas, surgieron las teorías
sociológicas de la criminalidad femenina, véase
tabla 3, las cuales iban encaminadas a buscar la
explicación en el entorno en donde se
desenvolvía las niñas, adolescentes y mujeres.
Para ello, es necesario comprender la teoría
social propuesta por Linton y Mead, reconocida
con el nombre de “teoría del rol.” Según esta
teoría las diferentes expectativas de
comportamiento estándar parecen ser
importantes en la génesis del delito cometido
por las mujeres.
88
UBI SOCIETAS IBI IUS EN LÍNEA,
Año II (Vol. III), 2024, pp. 82-96.
En pocas palabras, la teoría analiza cómo las
familias enseñan a las mujeres a ser educadas
para ser pasivas, tranquilas, educadas, de buen
comportamiento y no violentas.
Por este hecho, las mujeres intentan reprimir
su naturaleza violenta, su ira, su frustración y su
voz para estar a la altura de las expectativas de la
sociedad.
Esto impide que las mujeres posean la
capacidad técnica para participar en delitos
violentos como peleas de pandillas, robos a
mano armada, etc.
El punto de vista sociológico es una de esas
ideologías que se puede relacionar de una
manera mucho más conveniente en comparación
con los puntos de vista antes mencionados.
Las mujeres enfrentan la desigualdad en
todas las fases de su vida. La razón principal
detrás de tal disparidad es la opresión social y la
dependencia de los hombres en todos los
aspectos de sus vidas.
Tabla 4. Teorías sociales
Teoría
Postulado
Asociación
Diferencial
/Teoría
del
Aprendizaj
e
Sutherland
(1939)
Esta teoría se centra en la
criminalidad como participación en
una tradición cultural, y se centra en
el aprendizaje de valores criminales.
El autor propuso que la conducta
delictiva es aprendida,
principalmente, en grupos de
referencia primarios, asimismo, que
una persona se convierte en
delincuente cuando tiene más
exposición a códigos y patrones de
comportamiento que son
considerados como desviados;
además, mencionó que la asociación
diferencial podría mostrar “por qué
los hombres son s delincuentes
que las mujeres.”
Teoría de
la tensión
Cohen
(1955)
Agnew
(1992)
Se pretende explica el
comportamiento delictivo como un
resultado inevitable de la angustia
que experimentan los individuos
cuando se ven privados de formas de
lograr objetivos culturalmente
aceptados.
Por ejemplo, se representaba a los
hombres y los niños como
triunfadores y hacedores, pero a las
mujeres y las niñas se mostraban
como compañeras pasivas de los
hombres.
Teoría de
la anomia
Durkheim
Merton
La teoría implicaba una supuesta
enfermedad social que acompaña la
ruptura con las reglas y los valores
sociales que se derivan del rápido
cambio social.
Son dos características las que
producen “condiciones
potencialmente anómicas: las metas
culturalmente definidas de adquirir
riqueza, éxito y poder y los medios
socialmente permitidos para
lograrlas”; es decir, se centraba en la
conformidad con el aspecto social, en
particular con el éxito financiero, y
ponía énfasis en la estructuración de
todas las desigualdades que existen
debido a la clase social.
Teoría de
la
oportunid
ad
Cohen
(1955)
Cloward y
Ohlin
(1960)
Simon
(1976)
Esta teoría tiene dos perspectivas, la
primera asume que todos los
individuos luchan por obtener dinero
o estatus y éxito, pero las
oportunidades de éxito no están
disponibles para todos debido a que
existen bloqueos sistemáticos en la
sociedad.
Como consecuencia surgen ciertas
subculturas, que se generan de la
disociación entre metas y fines.
Por lo tanto el origen de la subcultura
está en la frustración que sienten los
jóvenes de clase baja al intentar
lograr, sin éxito, el nivel económico y
el status social de otros grupos
sociales.
Se trata, por tanto, de subculturas que
no asumen el fracaso, sino que buscan
alcanzar los objetivos que la sociedad
establece como metas a alcanzar
mediante mecanismos menos
ortodoxos,
La segunda perspectiva con Rita
Simon, según los hallazgos empíricos
de esta teoría, históricamente los
hombres han estado más
involucrados en la delincuencia que
las mujeres debido a mayores
oportunidades sociales, habilidades y
redes de contactos.
Simon afirmó que cuando más
mujeres ingresan al mercado laboral
como trabajadoras y ocupan empleos
altamente especializados en el sector
laboral, cometen más delitos contra la
propiedad relacionados con el
empleo que los hombres.
89
ANÁLISIS CRIMINOLÓGICO DE LA DELINCUENCIA FEMENINA
¿POR QUÉ PREOCUPARSE POR EL ESTUDIO DE LA MUJER DELINCUENTE?
Teoría del
control
Walter
Reckless
Ivan Nye
Heidensohn
La teoría postula que cuando un
individuo tiene un vínculo bil o
roto con la sociedad aumenta el
riesgo de cometer actos delictivos; en
este sentido, los lazos con la sociedad
funcionan como controles sociales
formales e informales o, en su caso,
aislantes o inhibidores de la conducta
delictiva.
Así, se cree que afectan
diferencialmente a los hombres y las
mujeres, lo que puede significar que
ciertos lazos son más importantes
para prevenir la delincuencia
femenina que los que previenen las
ofensas masculinas.
Teoría del
vínculo
social
Travis
Hirschi
(1969)
La teoría asume que los humanos
tienen una tendencia natural a la
delincuencia.
La pregunta que planteó el autor es
qué impide que las personas violen
las normas; de este modo, asumió que
cuanto s fuerte es el grado de
control social y más densa es la red de
vínculos sociales es más probable que
las personas se comporten de
acuerdo con los estándares, dado que
existen lazos que se tienen con las
instituciones sociales y las personas
dentro de ellas, tales como las
familias, los compañeros, las escuelas
y los trabajos.
Teoría de la
marginación
económica
Daly y
Chesney-
Lind (1988)
Steffensmeie
r y Streifel
(1992)
Esta teoría sostiene que las
principales causas de la delincuencia
femenina son el desempleo, el empleo
mal pagado, los pagos de asistencia
social inadecuados y el número
creciente de hogares encabezados
por mujeres con un gran número de
hijos.
La teoría de la marginación
dominante está fuertemente
relacionada con otras dos tendencias
teóricas. Estos dos son:
(a) la teoría marxista: 'En la
estructura social capitalista, las
mujeres cometen delitos como
resultado de su proceso de
socialización y
(b) la teoría feminista: la experiencia
de la tortura física y sexual de las
mujeres en la primera infancia instiga
a cometer delitos y a consumo de
sustancias.
Fuente: Elaboración propia
3.4 Teorías neutrales de la delincuencia
femenina
Las teorías integradoras del delito representan
un intento de unir las diferencias ideológicas que
existen entre varias teorías más antiguas del
delito al integrar variables de enfoques teóricos
dispares. Un enfoque integrado reconoce que el
delito es un fenómeno complejo y
multidimensional con múltiples causas.
Al integrar una variedad de factores
ecológicos, de socialización, psicológicos,
biológicos y económicos en una estructura
coherente, tales teorías superan las deficiencias
de teorías más antiguas que pueden críticarse
por motivos de reduccionismo, véase tabla 5.
Tabla 5. Teorías neutrales
Teoría
Postulado
Autocontrol
Gottfredson y
Hirschi
(1990)
Argumentaron que la propensión
subyacente a delinquir está
directamente relacionada con un
déficit en el autocontrol.
Aprendizaje
social
Ronald Akers
y Robert
Burgess
La probabilidad de que las personas
se involucren en conductas
delictivas, aumentan cuando se
asocian diferencialmente con otras
personas que cometen conductas
delictivas y adoptan patrones de los
modelos criminales.
Taxonomía
del
desarrollo
Moffitt
(1993)
Una teoría integradora, formada por
teorías de la tensión y del
aprendizaje social, las cuales
proponen que existen dos prototipos
hipotéticos principales que explican
el comportamiento delictivo y el
inicio de la criminalidad. Es decir
existen dos caminos de desarrollo
distintos hacia la delincuencia: a) el
desarrollo antisocial persistente en
el curso de la vida y, b) el desarrollo
antisocial limitado en la
adolescencia.
Fuente: Elaboración propia
Con ello visualizamos que se requiere una
mayor reflexión desde una perspectiva teórica
que permita comprender a las mujeres, con ejes
de análisis como violencia, inequidad, controles,
factores de riesgo, motivaciones, etc. En síntesis,
se requiere de un enfoque multidisciplinar para
abordar la complejidad del fenómeno analizado
y para avanzar en la temática.
90
UBI SOCIETAS IBI IUS EN LÍNEA,
Año II (Vol. III), 2024, pp. 82-96.
4. Delincuencia femenina
El tema de la delincuencia femenina fue un
fenómeno totalmente olvidado y la poca
atención que se brindó, fue ateniendo a las
siguientes razones:
1) Reducido número de población femenina,
motivo por el cual se ha generado una
invisibilidad en los estudios del delito;
2) Se creía que sólo cometían delitos
“típicamente femeninos”, como delitos de
índole moral (por ejemplo, prostitución,
brujería e infanticidio); y
3) Análisis de la mujer violenta, el ser racional
dado que las mujeres normales son
consideradas pasivas, y las pocas mujeres que
cometen delitos violentos debe estar
“enfermas.”
Los prejuicios que tradicionalmente se han
mantenido contra la delincuencia femenina han
llevado al no reconocimiento de sus necesidades
y características, así como a muchas situaciones
de desigualdad mientras están en prisión.
Por lo tanto, como resultado podríamos
observar violación de sus derechos humanos,
injusticia social, desigualdades generalizadas y
persistentes entre mujeres y hombres.
Las mujeres que ingresan a prisión suelen
proceder de entornos marginados y
desfavorecidos y a menudo se caracterizan por
historias de violencia, abuso físico y sexual.
16
En cuanto a la estadística se refiere la Oficina
de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
ha advertido que, en algunos países, el número
de mujeres encarceladas está aumentando a una
tasa más rápida que en los hombres.
…En adición, la CIDH observa que el
aumento en el número de mujeres
encarceladas ha duplicado al incremento de
la población penitenciaria general. Al
respecto, de acuerdo con los datos más
actualizados del Institute for Criminal
16
WORLD PRISON NETWORK, “Country Report,
Mexico. ¿,” Prison Insider, 2021. Disponible en:
https://www.prison-
insider.com/en/countryprofile/mexique-2021.
Policy Research, en el mundo, entre los años
2000 y mediados de 2022, el número de
mujeres en prisión aumentó
aproximadamente en un 60%, mientras que
la población general se incrementó en un
30%.
Además, se agrega que:
Esta tendencia se presenta también en las
Américas. Según la misma fuente, en el
mismo período, el porcentaje de mujeres
encarceladas ha tenido un aumento del
56.1%, mientras que la población carcelaria
general aumentó en un 24.5%. Además,
dicho incremento supera al de África, donde
el número de mujeres privadas de libertad
incrementó en un 55.5%, y al de Europa que
aumentó en un 12.6%.
De manera particular, la Comisión nota que
durante los últimos años se ha presentad un
marcado incremento en la población
carcelaria femenina, al menos en los países
de Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador,
Estados Unidos, Guatemala, Honduras,
México, Nicaragua, Paraguay y Uruguay.
Finalmente:
Sumado a ello, conforme a los datos del
Institute for Criminal Policy Research, las
mujeres encarceladas en la región
representan el 8% del total de las personas
privadas de libertad.
Esta cifra demuestra que, con una tasa de 30
por cada 100.000 personas, la tasa de
población carcelaria femenina en la región
es la más alta del mundo.
17
Al sistema de ejecución penitenciaria de las
mujeres respecto al de los hombres es una
mayor precariedad de espacios y, en
consecuencia, peores condiciones de
alojamiento, mayor lejanía de su entorno
familiar y afectivo, ausencia de separación
interior en los centros según criterios de
clasificación, incremento de las dificultades
para el acceso a programas de tratamiento o a
17
INTERAMERICAN Commission On Human Rights,
Informe sobre mujeres privadas de libertad en las
Américas: aprobado por la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos, 2023
91
ANÁLISIS CRIMINOLÓGICO DE LA DELINCUENCIA FEMENINA
¿POR QUÉ PREOCUPARSE POR EL ESTUDIO DE LA MUJER DELINCUENTE?
determinados trabajos en talleres, falta de
unidades maternoinfantiles para madres
encarceladas, acceso a servicio de salud, ya que
con frecuencia existen problemas de salud
mental, entre los que destacan trastornos de
estrés postraumático, depresión, autolesiones
y abuso de sustancias, etc.
18
Respecto a las sentencias y el tema de la
perspectiva de género, se publicó un estudio, el
cual refirió que del total de la población
penitenciaria sólo 5% son mujeres,
principalmente por delitos como robo (25%),
secuestro (24%) y homicidio (18 por ciento).
Se identificó una diferencia estadística
significativa en los tiempos de sentencia entre
hombres y mujeres. “Aun cuando los delitos
más frecuentes de ambos grupos son de alto
impacto social, este sesgo puede deberse a que
las mujeres reciben un castigo más severo por
el mismo delito,
19
sostiene el informe donde
se destaca que el promedio de sentencia para
los hombres es de 17.5 años, mientras que para
las mujeres de 23.5 años.
En algunos otros casos el número de
mujeres que cumplen cadena perpetua sin
posibilidad de libertad condicional se disparó
un 43% entre 2008 y 2020, superando con
creces el aumento general del 2% de mujeres
encarceladas por delitos violentos durante ese
tiempo.
El aumento de las penas de muerte en
prisión para las mujeres fue casi 1,5 veces
mayor que el aumento del 29% de las penas de
cadena perpetua sin libertad condicional para
los hombres en el mismo período.
20
18
DORADO, C., Delincuencia y población
penitenciaria femeninas: situación actual de las
mujeres en prisión en España,” Revista
Electrónica de Ciencia Penal y Criminología.
20(10), 2018, p. 1-32.
19
REINSERTA, Diagnóstico sobre la percepción del
desempeño de la defensoría penal en México,
México, 2020.
20
NELLIS, A., In The Extreme: Women Serving Life
Without Parole and Death Sentences in the United
States, The Sentencing Project, United States,
4.1. Factores de riesgo
Las mujeres constituyen una “minoría”
estadísticamente de la población penitenciaria y
se considera que es menos probable que sus
delitos infrinjan menos daños en comparación
con los delincuentes masculinos.
21
Lastimosamente casi la totalidad de la
investigación sobre evaluación del riesgo de
violencia se ha desarrollado con muestras
masculinas, existiendo una especial escasez de
estudio sobre factores de riesgo que se asocian
con conductas delictivas en mujeres.
Tabla 6. Factores de riesgo
Rovelo y de Santiago (2020):
Bajo nivel socioeconómico Exposición temprana a
conductas violentas en el ámbito familiar, con
la consecuente normalización de la violencia.
Estilo de crianza disfuncional.
Carencia de relaciones prosociales.
Abuso de sustancias
Víctimas de violencia
Carabellese et al. (2020):
Pobre calidad familiar
Relaciones sociales pobres
Bajo nivel educacional
Situación laboral precaria
Sin antecedentes criminales
Sin antecedentes psiquiátricos
Prevalencia relativamente alta de trastornos de
la personalidad del grupo B (destacando el
trastorno límite, que correlaciona con el abuso
de sustancias) y de trastornos del espectro
esquizofrénico y del ánimo en una menor
medida
No comportamiento agresivo
Cuesta (1992):
Pertenencia a barrios periféricos marginales
Antecedentes
Procedentes de familias numerosas
Escasa formación educacional y cultural
Falta de oportunidades laborales
Alcoholismo
Fuente: Adaptación de: López-Acevedo, A. 2020:191-
192.
22
2021.
21
SCHAAP, G., LAMMERS, S., & DE VOGEL, V., “Risk
assessment in female forensic psychiatric patients: A
quasi-prospective study into the validity of the HCR-
20 and PCL-R, Journal of Forensic Psychiatry &
Psychology, 20(3), 2009, p. 354365.
https://doi.org/10.1080/14789940802542873.
22
LÓPEZ-ACEVEDO,M., Perfilación criminal de
mujeres violentas y psicópatas,“ Revista de
Criminología, Psicología y Ley, 4, 2020, p. 117-212.
92
UBI SOCIETAS IBI IUS EN LÍNEA,
Año II (Vol. III), 2024, pp. 82-96.
4.2. Factores de personalidad
A continuación, se hará alusión a los factores de
riesgo en el terreno de la personalidad
atendiendo a tres ámbitos: cognitivo, emocional
y conductual.
Tabla 7. Áreas afectadas en mujeres violentas según
Rovelo y de Santiago (2020).
Ámbito
cognitivo
Ámbito
emocional
Ámbito
conductual
Interiorización
de la violencia
desde una edad
temprana
Hostilidad
Uso de la
violencia para
la resolución de
problemas
Falsas
percepciones y
errores de
pensamiento
que facilitan
problemas de
conducta
Manejo
limitado de
las emociones
Escaso control
de impulsos
Habilidad
limitada para la
resolución
efectiva de
problemas
Carencia de
empatía
Falta de
responsabilidad
de los propios
actos
Egocentrismo y
antisocial
Dificultades
en las
relaciones y
baja
tolerancia a la
frustración
------
Fuente: Adaptación de: López-Acevedo, A.
2020:193.
23
Lo que se sabe sobre las delincuentes
femeninas es producto principalmente del
resultado de las pocas investigaciones
desarrolladas sobre esta temática.
La mujer delincuente violenta ocupa menos
lugar dentro del sistema de justicia penal; sin
embargo, la investigación que involucre a esta
población de delincuentes es necesaria e
importante para comprender cómo se vincula el
género con la comisión de delitos graves.
23
Ibid.
24
DE VOGEL, V., DE VRIES ROBBÉ, M., VAN
KALMTHOUT, W., & PLACE, C., Risicotaxatie van
geweld bij vrouwen: ontwikkeling van de 'Female
Additional Manual' (FAM) [Risk assessment of violent
women: development of the 'Female Additional
Manual' (FAM)]. Tijdschrift voor psychiatrie, 54(4),
2012, p. 329338.
25
BABCOCK, J. C., MILLER, S. A., & SIARD, C.,
La naturaleza de los delitos violentos en las
mujeres es diferente a la de los hombres en
términos de gravedad, frecuencia y
victimología,”
24
tendiendo a ser más reactiva
que instrumental.
Sin embargo, investigaron esto más a fondo y
clasificaron a las mujeres de su muestra en
aquellas que eran generalmente violentas y
aquellas cuya violencia ocurría únicamente
dentro de relaciones íntimas.
25
Descubrieron que las mujeres generalmente
violentas tendían a utilizar la violencia de
manera instrumental como medida de control, lo
que refleja el uso de la violencia por parte de los
hombres, y reportaron más síntomas de trauma.
Por el contrario, aquellas mujeres que eran
violentas en sus relaciones íntimas eran
reactivas en el uso de la violencia como medio de
autodefensa o en respuesta al miedo.
Las delincuentes violentas a menudo son
conocidas y tienen una relación preexistente con
la víctima, ya sea familiar o amigos, utilizan
armas con poca frecuencia o como forma de
defensa.
26
Aunque muchos factores de riesgo son
pertinentes tanto para hombres como para
mujeres, la manifestación de estos factores en el
comportamiento y cómo contribuyen al riesgo
general difiere según el género.
5. Conclusiones
La criminología ha sido tradicionalmente uno de
los campos de estudio más androcéntricos
(centrados en los hombres) de las ciencias
sociales.
La mayoría de la investigación y la teoría se
han basado en el estudio de la criminalidad
Toward a typology of abusive women: Differences
between partner-only and generally violent
women in the use of violence. Psychology of
Women Quarterly, 27(2), 2003, p. 153-161.
26
BONTA, J., Risk-needs assessment and
treatment. In A. T. Harland (Ed.), Choosing
correctional options that work: Defining the
demand and evaluating the supply (). Thousand
Oaks, CA: Sage., 1996, pp. 18-32.
93
ANÁLISIS CRIMINOLÓGICO DE LA DELINCUENCIA FEMENINA
¿POR QUÉ PREOCUPARSE POR EL ESTUDIO DE LA MUJER DELINCUENTE?
masculina y las respuestas del sistema de justicia
penal a los delincuentes masculinos.
También la criminología y las teorías
criminológicas ignoraron e invisibilizaron a las
mujeres como sujetos de investigación (tanto en
su calidad de víctimas, como en su rol de
agresoras) han sido subrepresentadas de
manera negativa y estereotipada, con un
enfoque en su incapacidad para adherirse a los
modelos tradicionales de comportamiento
femenino apropiado.
La criminología feminista avanza
significativamente con el tiempo. Sin embargo, a
pesar de que se han publicado estudios
feministas, se puede ver y concluir que aún sufre
numerosas formas de falta de interés.
Lamentablemente tenemos en los sectores
académicos y sistema de justicia a las mujeres
invisibilizadas, por lo tanto, se debe comprender,
mejorar y realizar una integración con
perspectiva de género en ambos sectores,
mejorar la seguridad y el estado de derecho al
facilitar el acceso igualitario a la justicia mejorar
las condiciones de las mujeres privadas de la
libertad, es decir se debe de priorizar a las
mujeres como población de estudio en los
sistemas de justicia penal .
6. Agradecimientos
Quiero agradecer a mi tutor principal el Dr. Eric
García -López por su confianza y enseñanza en la
investigación, también a los integrantes de mi
comité doctoral, la Dra. Luz Anyela Morales
Quintero y el Dr. Alberto Enrique Nava Garcés
por acompañarme en esta travesía académica.
Parte de este trabajo se enmarca en la
investigación doctoral: “Neurocriminología y
lesión cerebral traumática en mujeres con
historial delictivo: una revisión sistemática.”
Conflicto de Interés
La autora declara que la investigación se realizó
en ausencia de relaciones comerciales o
financieras que pudieran interpretarse como un
potencial conflicto de intereses.
94
UBI SOCIETAS IBI IUS EN LÍNEA,
Año II (Vol. III), 2024, pp. 82-96.
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