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e-ISSN: 2992-8184
2024 | Revista Estudios de la Información, 2(1), 71-93.
https://doi.org/10.54167/rei.v2i1.1536
¿Popular o comunitaria? Una reflexión sobre la tipificación de las bibliotecas
[en] Popular or community? A reflection on the typification of libraries
Guadalupe Esquivel Carreón
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, México
RESUMEN
ABSTRACT
El propósito es clarificar las fronteras conceptuales
de las bibliotecas comunitarias y populares para
contribuir en la mejora de la tipología, pues en
algunos casos estos términos se utilizan de manera
diferenciada y en otros no. La investigación se basa
en el análisis de literatura y utiliza el método
analítico-sintético para identificar las
coincidencias y diferencias entre los conceptos, el
análisis se hace desde el concepto de popular, el
concepto de comunitario y la perspectiva de lo
público y privado. Se encontró que no hay grandes
diferencias entre las bibliotecas populares y
comunitarias. Para el concepto de bibliotecas
comunitarias manejado en la literatura, el análisis
apunta a que podrían denominarse bibliotecas
sociales y de esta desprenderse tres tipos:
ciudadanas, comunitarias y de intervención social.
Esta reflexión es relevante porque aporta a los
aspectos teóricos de la disciplina con otros
enfoques para clasificar las bibliotecas.
The purpose is to clarify the conceptual
boundaries of community and popular libraries in
order to contribute to the improvement of the
typology, since these terms are used differently in
some cases and not in others. The research is
based on literature analysis and uses the
analytical-synthetic method to identify the
similarities and differences between the concepts,
the analysis is made from the concept of popular,
the concept of community and the perspective of
public and private. It was found that there are no
major differences between popular and
community libraries. For the concept of
community libraries used in the literature, the
analysis suggests that they could be called social
libraries and from these three types could be
derived: citizen, community and social
intervention. This reflection is relevant because it
contributes to the theoretical aspects of the
discipline with other approaches to classify
libraries.
PALABRAS CLAVE
KEYWORDS
Clasificación de bibliotecas, tipología de
bibliotecas, biblioteca comunitaria, biblioteca
popular.
Classification of libraries, types of libraries,
criteria for classifying libraries, community
library.
Cómo citar (APA 7a edición)
Esquivel, G. (2024). ¿Popular o comunitaria?: Una reflexión sobre la tipificación de las bibliotecas. Revista
Estudios de la Información, 2(1), 71-92. https://doi.org/10.54167/rei.v2i1.1536
Introducción
En un estudio previo para identificar las fronteras conceptuales entre los tipos de
bibliotecas se indicó que hacía falta un análisis más profundo para distinguir las bibliotecas
populares de las comunitarias, pues en algunos casos estos términos se utilizaban de manera
diferenciada y en otros no (Esquivel Carreón, 2023). En ese estudio se dejó de lado el concepto de
biblioteca popular y se aceptó el de comunitaria propuesto por Machado (2009), quien ha venido
reflexionando sobre el tema desde hace más de una década y quien ha señalado las dificultades
en el manejo del concepto como sinónimo de biblioteca pública y popular, tanto en el ámbito
social y como en el académico.
ARTÍCULO
Aprobado para publicación: 2024/06/21
Recibido: 2024/04/28
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El cruce de conceptos puede verse principalmente en Colombia, donde existen bibliotecas
que se denominan popular y comunitaria al mismo tiempo, o populares o solo comunitarias (Red
Distrital de Bibliotecas Públicas, 2015); incluso en 2010 celebraron el Primer Encuentro Nacional
de Bibliotecarios Populares y Comunitarios, en el que sin duda se reconocen los dos tipos de
bibliotecas, y se legitiman en los estatutos de la Red de Bibliotecas Populares de Antioquia
(REBIPOA) al recoger ambas denominaciones (Arango Arango, 2011). Según Jaramillo et al.
(2002) en este país las bibliotecas se clasifican en públicas estatales, públicas privadas y públicas
populares, basados en su origen, la financiación y el funcionamiento; sin embargo, esta tipología
mezcla aspectos de lo público y privado generando confusión.
En Brasil, se pueden encontrar los conceptos de biblioteca popular y comunitaria, las
primeras para referir a las bibliotecas públicas creadas por el Estado que se localizan en zonas
vulnerables, con el fin de sembrar el ideal de proximidad a la comunidad circundante, y las
segundas, son de emprendeduría social (Machado, 2009; Machado y Vergueiro, 2010). En
Argentina, se usa el concepto de biblioteca popular y se reconocen como organizaciones de la
sociedad civil que operan con el respaldo de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares
(considerada dentro del presupuesto nacional) y al amparo de la Ley de Bibliotecas Populares que
fue lograda por este organismo en 1986. En algunos países desarrollados se encuentra el término
de bibliotecas comunitarias para referir a la biblioteca pública situada en la periferia o en
comunidades vulnerables y de minorías (Bastos et al., 2011). Según Almeida Júnior (2013) el
elemento de clases populares siempre está presente en las definiciones de bibliotecas populares y
comunitarias, aunque todavía no hay un amplio consenso en su definición.
El uso mezclado de los conceptos comunitaria y popular para tipificar las bibliotecas
señalan la necesidad de reflexionar sobre ello, por lo que este trabajo tiene como objetivo hacer el
análisis de estos para clarificar sus fronteras conceptuales y buscar una clasificación más clara.
Las preguntas que dirigen la reflexión son ¿cuáles son las diferencias de la biblioteca comunitaria
y popular? ¿qué es lo que hace comunitaria o popular a una biblioteca? ¿cuál es el mejor concepto
para tipificarlas? y ¿las bibliotecas pueden cambiar su tipificación o mezclar varias? Este trabajo
es importante porque contribuye a la reflexión teórica de la clasificación de bibliotecas, además
de mantener el dialogo abierto sobre los tópicos de la disciplina para su avance.
Metodología
El enfoque de la investigación es cuantitativo, al seguir un conjunto de proceso
secuenciales donde cada etapa precede a la siguiente (Hernández Sampieri et al., 2014, p. 4), el
diseño es de tipo no experimental y su alcance es descriptivo al señalarse las diferencias y
similitudes entre los conceptos. La técnica de investigación es documental, se utiliza el método
analítico-sintético para procesar y valorar los diversos conceptos de biblioteca comunitaria y
popular.
El análisis se desarrolla desde tres acercamientos: el concepto de popular, el concepto de
comunitario, y la perspectiva de lo público y privado, en este último se utilizan los 26 criterios de
clasificación de bibliotecas propuesto por Esquivel Carreón (2023) para establecer las
coincidencias y diferencias entre los conceptos. Estos criterios se han seleccionado porque
contemplan las perspectivas de lo público y privado, dónde también radica el problema de
tipificación, y por ser tan específicos que permiten organizar con mayor precisión las
características que pueden ayudar a clasificar a una biblioteca sin confundir criterios que pudieran
parecer semejantes. Estos se agrupan en las tres dimensiones de la organización social propuestas
por Benn y Gaus (1983): agencia, para identificar al agente que tiene el control de la biblioteca;
acceso, para identificar el grado de apertura del lugar, quién y a qué se tiene acceso; e interés, para
identificar a los beneficiarios del espacio.
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Acercamiento desde el concepto popular
La Real Academia Española (RAE, 2024) define popular (del lat. populāris) como un
adjetivo “perteneciente o relativo al pueblo. Que es peculiar del pueblo o procede de él.
Perteneciente o relativo a la parte menos favorecida del pueblo. Que está al alcance de la gente
con menos recursos económicos o con menos desarrollo cultural”, estas definiciones aluden a
cuestiones de clase, y armoniza con lo señalado por Arango Arango (2011) "lo popular es, en
esencia, el convencimiento de la clase a la que se pertenece, con unos valores y unas dignidades
propias” (p. 61). Pero, desde la década de los 80s García Canclini (1987a, 1987b, 1988) ha señalado
que el término popular se ha estado ampliando para ir más allá del concepto de clase incorporando
no solo a los grupos indígenas y tradicionales, sino “a otros actores y formas culturales que
también representan la condición de los sectores subalternos” (1988, p. 211), se ha estado
transformando por la interacción de lo local y lo global, la entremezcla de lo culto y lo popular, y
por la influencia de los medios de comunicación masiva que rompen las fronteras culturales.
Por otro lado, Franco (1977) señalaba que la complejidad de los movimientos sociales que
se gestan como formas de organización social “cambiaron de tónica, abandonando el término
«popular» por «ciudadanía» o «sociedad civil» […]. Pero ya no podemos describir a esos grupos
como «clases populares»” (pp. 69–70), pues estas involucran a personas de diversos estratos
sociales. Para este autor hay una crisis en la terminología en dos sentidos,
dado que los significados más antiguos de la palabra «popular» ya no corresponden a
grupo alguno estable … En otro sentido, la crisis de lo popular también puede verse como
un problema de representación dentro de las sociedades neoliberales, en donde la
estratificación social se entiende en términos de consumo y los movimientos sociales son
capaces de traspasar los límites de las clases (p. 73).
En cuanto a la formación de bibliotecas, el concepto de lo popular, según refiere García
López (2007), se gesta en un contexto revolucionario liberal, cuando la biblioteca pública
comenzó a ser vista desde dos enfoques: la biblioteca erudita”, para aquellos letrados de mayores
recursos intelectuales; y la “biblioteca popular”, que “sería el tipo de biblioteca dominante en la
política bibliotecaria que se practica durante el Sexenio Revolucionario, tras el derrocamiento de
Isabel II” (p. 13) para los menos privilegiados, quienes en su mayoría eran poco letrados, y con
ello crear el imaginario de acercamiento al nivel intelectual de estos grupos sociales y de generar
un sentido de pertenencia; con ello se involucra la noción de clases en las bibliotecas públicas
como una iniciativa de quienes no pertenecen a la clase popular y una separación de los otros.
Almeida Júnior et al. (2020) señala que “existe la concepción de que popular es algo vinculado a
acciones realizadas por el pueblo y para el pueblo. Cualquier cosa fuera de esta idea no podría
entenderse como una acción popular” (p. 79), aunque advierte que muchas de estas acciones
“transmiten y difunden concepciones e intereses que no son los del pueblo” (p. 79). En este
sentido, Alves (2020) señala que, en Brasil, el término popular “era utilizado por la sociedad para
referirse a proyectos genuinamente populares, es decir, que surgían del pueblo. Por esta razón,
algunas bibliotecas comunitarias también llevan el término popular en su nombre” (p. 4).
Considerando lo señalado por García pez (2007) los actuales tipos de bibliotecas
podrían dividirse en dos grupos, las eruditas y las populares, pero solo se visualizarían desde una
dimensión de acceso intelectual y de clase (Figura 1), criterios que resultan insuficientes para
establecer una clasificación a partir del concepto de lo popular. En este escenario no resulta
apropiado utilizar el término para clasificar a las bibliotecas.
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Figura 1. Clasificación de bibliotecas según su nivel intelectual
Acercamiento desde el concepto comunitario
La RAE define comunitario como un adjetivo “perteneciente o relativo a la comunidad” y
el concepto de comunidad tiene diferentes acepciones, que se corresponden con distintos
enfoques teóricos y necesidades prácticas (Diéguez, 2000, p. 12). Hombrados Mendienta (2012)
entiende el concepto de comunidad como “el conjunto de grupos de población que viven juntos
en un lugar, ya sea urbano o rural, bajo unas condiciones específicas de organización y cohesión
social y cultural. Los miembros de la comunidad están ligados por características comunes, y/o
por intereses y aspiraciones que pueden devenir comunes” (p. 99), y se refiere a sentido de
comunidad como un concepto multidimensional que implica aspectos de membrecía, la
influencia, la satisfacción de necesidades, y la conexión emocional. “Una comunidad está formada
por intereses y realidades comunes” (Almeida Júnior et al., 2020, p. 9).
Siguiendo el trabajo de Hombrados Mendienta (2012) y de Viegas Fernandes (2000) se
identifican seis formas de visualizar la comunidad: como conjunto de personas que comparten
características comunes; como lugar, concentración de individuos en un espacio determinado o
no territorializado; como identidad, sentido de pertenencia; como sistema social, red de
interrelaciones; como construcción teórica de la realidad y como una entidad simbólica (Anexo
1). No se refiere al concepto de clase, sino al adjetivo de lo común, lo que da lugar a que lo
comunitario no es exclusivo de la clase, en cualquier clase social puede haber relaciones
comunitarias si comparten intereses, territorio o características comunes. De acuerdo Diéguez
(2000, p. 12) es la identidad compartida la que hace posible la cooperación del grupo hacia fines
comunes. Lo comunitario alude a formas de relación entre los miembros de una comunidad
(territorializada o no) para lograr unos fines comunes. Es preciso aclarar que una localidad y una
comunidad no son lo mismo, la primera solo alude a un lugar donde puede haber múltiples
comunidades, y la palabra comunidad aunque también es utilizada para referirse a una localidad
en la que viven personas, refiere a “un grupo de personas que se autoidentifican como una
comunidad debido a experiencias, historias, valores, religiones o culturas compartidas” (Centro
para la Salud y Desarrollo Comunicario de la Universidad de Kansas, 2023, párr. 11).
Considerando las perspectivas vistas en Anexo 1, como conjunto de personas una
biblioteca comunitaria debe representar a un grupo de personas; como lugar, debe formar parte
del paisaje local; como identidad, representar los intereses comunes y ser apropiada por los
miembros de la comunidad; como entidad simbólica, debe formar significado y resignificar a la
Bibliotecas
Eruditas Populares
Públicas
Académicas
Especializadas
Personales
Públicas
Comunitarias
Escolares
Personales
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comunidad; como sistema social, deben darse negociaciones entre los miembros involucrados y
articularse con otras entidades de la comunidad y fuera de ella; como construcción teórica, debe
ser una propuesta para el desarrollo sociocultural. En el Anexo 2, se han descompuesto diversas
definiciones para biblioteca popular y comunitaria para establecer sus diferencias, pero como
puede observarse, es claro que cada concepto describe al mismo tipo biblioteca, esto ya había
señalado por Machado (2009) para el caso de Brasil; por ello, se puede decir que el concepto
popular se usa inapropiadamente como sinónimo de comunitario para clasificar una biblioteca;
sobre este argumento y lo señalado en la Figura 1, este no resulta ser un concepto apropiado para
tipificarlas, por lo que es relevante preguntarse si ¿se debe aceptar el uso del término comunitario
como el ideal para clasificar a las bibliotecas?
Lo polifacético de lo comunitario hace complejo visualizar las fronteras de este concepto,
y complica con los diversos agentes que intervienen en la creación de bibliotecas, que Almeida y
Machado (2006) denominan del tercer sector (ONG, organizaciones de asistencia social,
fundaciones, por mencionar las principales). Estos pueden apreciarse en Cárdenas Puyo y
Suarique Gutiérrez (2010), quienes señalan dos perspectivas en que se crean las bibliotecas
comunitarias, desde afuera de la comunidad, denominadas “bibliotecas comunitarias
implantadas” y desde el interior, que se denominan “bibliotecas de gestión comunitaria”. En las
primeras, sino las organizaciones o agrupaciones sociales que no viven en el sector y llegan desde
fuera a crearlas buscando la organización social de la propia comunidad como red de
interrelaciones para que la biblioteca la gestionen ellos mismos. La segunda, que nace del seno
comunitario, es una forma de reconocimiento de necesidades comunes, se identifica una
consciencia de sí, de una identidad y de una forma de articulación para llegar a unos fines (Figura
2).
Machado y Vergueiro (2010) también señalan estos dos aspectos de lo externo y lo interno
en la creación de las bibliotecas comunitarias, pero desde cuatro perspectivas
que
se derivan de
iniciativas
individuales
y
colectivas.
Para las iniciativas colectivas, existen los proyectos que se
dieron por agentes internos y externos a la comunidad; los primeros, se identificaron
principalmente como agentes colectivos representados por jóvenes; para los segundos, las
iniciativas que llegan desde exterior de la comunidad a implantarse en ella. En las iniciativas
individuales pueden suceder dos escenarios, uno donde una persona como miembro de la
comunidad crea la biblioteca y "mediante acciones pedagógicas, construye estrategias para que el
proyecto, que comenzó como una acción individual, se convierta en una acción colectiva” (p. 147);
y otros casos donde una persona toma la iniciativa, y al cambiar su posición social a través de la
biblioteca, se cierran las puertas a la participación comunitaria (Figura 2).
el “agente individual cambia su posición en el grupo y en la sociedad como resultado de la
iniciativa y la biblioteca se convierte en su pasaporte para incorporarse a un nuevo grupo
o mundo. Están en juego espacios sociales y formas de poder. Cuando esto se convierte en
la razón de ser de la biblioteca, se cierran las puertas a la participación comunitaria y la
biblioteca pasa a ser "propiedad" (p. 146).
Un ejemplo de iniciativas individuales, sin participación comunitaria y cambio de posición
social del individuo, se puede ver en el estudio de Murillo Barrientos (2018) quien describe la
transformación de una biblioteca formada con libros de la basura, que nació de la iniciativa
individual y se denominó biblioteca comunitaria, pero que a partir de la popularización en los
medios de comunicación y el exceso de libros recibidos, se transformó en biblioteca-fundación, es
decir, cerró su operación como biblioteca para convertirse en un medio para repartir libros a otras
localidades. Para el caso de bibliotecas implantadas, en Reyes Escalante et al. (2023) se identifica
una que se creó por una empresa y otra por una fundación empresarial, por un tiempo la gestión
y equipamiento estuvo a cargo de su creador y con apoyo comunitario para lograr la apropiación
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de estas, incluso, en una de ellas se formalizó un comité ciudadano para asegurar su continuidad,
sin embargo, después las instancias creadoras cedieron al sector público estas bibliotecas,
cambiando sus dinámicas y su tipificación. Aunque el comité ciudadano sigue interviniendo en
una de ellas, las dos bibliotecas se encuentran en el catálogo de bibliotecas públicas municipales.
Estos dos ejemplos muestran la vulnerabilidad de la implantación externa de bibliotecas y de que
sean creadas por iniciativas individuales, pues sin una intervención fuerte de la comunidad, están
destinadas a convertirse en otro tipo de biblioteca o en desaparecer.
Figura 2. Agentes que intervienen en la creación de las bibliotecas comunitarias
Fuente: Interpretación basada en Machado y Vergueiro (2010) y Cárdenas Puyo y Suarique
Gutiérrez (2010).
Por otro lado, en Blank y Sarmiento (2010) se aclara que para este tipo de bibliotecas la
participación de la comunidad en la gestión y en la determinación de las políticas y objetivos la
harán verdaderamente comunitaria. En esta gica parece que la única vía de tipificar una
biblioteca comunitaria es porque sea gestionada por un conjunto de personas de la misma
comunidad, como una fuerza que dialoga los intereses comunes y lucha por ellos, esto no niega la
posibilidad de que puede articularse con organizaciones sociales y gubernamentales para asegurar
su continuidad y desarrollo. Esta concepción dejaría parcialmente fuera lo señalado por Almeida
y Machado (2006) en el sentido de que la intervención del tercer sector en la creación de
bibliotecas rompe con la idea de que lo comunitario solo debe ser creado por la comunidad y para
ella.
El término comunitaria se ha usado para tipificar las bibliotecas que son creadas por
cualquier instancia que no provenga del Estado, sean iniciativas ciudadanas u organizaciones no
gubernamentales (Figura 2). Por otro lado, se ha sugerido que, sin la gestión de los miembros de
la comunidad, ninguna debería considerarse comunitaria, por lo que aparece una contradicción
en la conceptualización de estas. Como ya fue señalado, la creación de las denominadas bibliotecas
implantadas o las iniciativas individuales, no garantizan que se vaya a dar la intervención de la
comunidad, por lo que no podrían llamarse comunitarias.
Agentes:
Biblioteca
Comunitaria
Una persona
Una familia
Líder de una
comunidad
Dentro de la comunidad
Fuera de la comunidad
Iniciativa individual
Iniciativa colectiva
Agentes:
Colectivos sociales
Grupo de vecinos
Directiva ciudadana
Asamblea ciudadana
Organizaciones de
asistencia social
Fundaciones
Asociaciones civiles
ONG
Agentes:
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El término también se ha usado en algunos países desarrollados, para referirse a las
“bibliotecas públicas situadas en la periferia de los grandes centros urbanos o en comunidades
rurales” (Bastos et al., 2011, p. 89), mientras que en América Latina, se utiliza para tipificar a las
bibliotecas creadas por individuos, la comunidad y entidades del tercer sector, pero
principalmente se ha utilizado para distinguir cuestiones de clase al recalcar que este tipo de
bibliotecas se ubican en zonas marginadas. En algunos casos mexicanos también para denominar
a las públicas que se ubican dentro de los centros comunitarios creados por el Estado.
Algunas posibles causas en la confusión del concepto de bibliotecas comunitarias, pueden
derivarse de la fragmentación teórica del concepto de comunidad, que de acuerdo con el análisis
de Santillan Ortega (2022), a partir de la década de los años setenta “los estudios comunitarios
experimentaron un franco declive, una crisis que posteriormente produjo una 'fractura de los
significados de la comunidad'” (p. 226) dando lugar a una “carencia de unidad conceptual” (p.
227). Actualmente, dicha fragmentación “conduce a una cacofonía confusa, una ambigüedad
difusa y vaga que desafía la claridad del pensamiento [asimismo lleva a que exista] un conjunto
duradero de dualidades o contrastes ambiguos con respecto al concepto de comunidad” (Santillan
Ortega, 2022, p. 22). En la reflexión de Machado (2009), al analizar el uso de “popular” y
“comunitario” señala que se usa uno u otro término dependiendo del tiempo, el espacio y las
ideologías.
Esta fragmentación conceptual pudo dar lugar a la ampliación del concepto de biblioteca
comunitaria, que en sus primeras definiciones partían del hecho de que eran creadas y
gestionadas por iniciativas civiles para el beneficio comunitario; pero que, con la intervención de
organizaciones no gubernamentales en la comunidad, se buscó extender el concepto para abarcar
a estas también. Así lo dan a entender Almeida y Machado (2006) al señalar que “la idea
generalizada de que lo que caracteriza a una biblioteca comunitaria es que se trata de una
iniciativa de los miembros de la comunidad, cuyo público objetivo es la misma comunidad que la
mantiene, ya no tiene en cuenta todas las formas de acción comunitaria que se están desarrollando
en la actualidad” (p. 2).
En México, parte del problema radica en que a cualquier acto que se atomice en una zona
periférica o marginado se haga llamar comunitario, sin importar si este es desarrollado por el
Estado o por cualquier otro ente social; ello se concreta principalmente en los llamados centros
comunitarios que buscan concentrar una serie de servicios para el desarrollo personal y local, y
dar la idea de atención cercana, accesibilidad y pertenencia. Estos centros crean el imaginario de
servicios ad hoc para una localidad, de atención social especial, inmediata y cercana al salirse de
los centros de atención urbanos. Bajo esta modalidad parece que el Estado busca penetrar en las
comunidades apartadas del centro, y se convierten en la estrategia para evidenciar acciones en el
desarrollo comunitario concebido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) “como un
proceso destinado a crear condiciones de progreso económico y social para toda la comunidad,
con la participación activa de ésta (Gardea Morales, 2016, p. 59). Mientras que los centros
comunitarios pueden ser creados por el Estado y por cualquier otra instancia; para no
gubernamental, para el caso de las bibliotecas esto no es así, pues las creadas por este se clasifican
como públicas, y se ha dado el término comunitaria a aquellas que no son creadas por los
gobiernos sino por iniciativas ciudadanas y de organizaciones no gubernamentales.
En este contexto, el concepto de la biblioteca comunitaria puede estar basado en el
fenómeno de la intervención comunitaria que se ha señalado. Sin embargo, desde esta perspectiva
cualquier biblioteca que abra sus puertas al público podría ser comunitaria, incluyendo a las
bibliotecas públicas, pues su misión es intervenir en la sociedad para mejorar las condiciones de
esta.
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Acercamiento desde la perspectiva de lo público y privado
Con el análisis realizado a partir de la revisión de literatura sobre los conceptos de popular
y comunitario, se advierten algunas dificultades para esclarecer las fronteras conceptuales. Por
ello, en esta sección se intenta profundizar en los límites del concepto y encontrar una mejor
forma de tipificar las bibliotecas. Partiendo de las propuestas de Machado y Vergueiro (2010) y
Cárdenas Puyo y Suarique Gutiérrez (2010), representadas en la Figura 1, se procedió al llenado
de la matriz de criterios para diferenciar los tipos de bibliotecas con perspectiva de lo público y
privado propuestos por Esquivel Carreón (2023) y se pudo observar que el concepto de biblioteca
comunitaria, que hasta ahora se ha venido señalando, salvo algunas excepciones, engloba
distintas formas de agencia, acceso e interés (Anexo 3 al 5), por lo que a partir de estas diferencias
se pueden delimitar las fronteras del concepto en cuatro formas, divididas en dos grupos: las que
surgen de las iniciativas de los propios habitantes y las creadas por iniciativas externas a la
comunidad, en la Figura 3 se representan estas formas.
Las bibliotecas que surgen de iniciativas dentro de la comunidad
Individuales internas. Las bibliotecas se crean por iniciativa de una persona (miembro
de la comunidad) quien permite el acceso al público; sin embargo, de acuerdo con los criterios de
clasificación, al ser propiedad de un ciudadano, el régimen sería privado, con una función del
espacio privado si ha dispuesto su casa o la de alguien más, o publico si utiliza un parque para
instalarse, y un uso del espacio público al permitir el acceso a miembros de la comunidad (Anexo
1); por lo que solo refieren a bibliotecas personales de propiedad de un ciudadano que decidió
abrir las puertas al público, pero ello no la tipifica como comunitaria, del mismo modo que una
biblioteca pública no se puede tipificar como comunitaria por el solo hecho de abrir sus puertas a
la comunidad, por lo que surgen las preguntas ¿es necesaria la intervención de la comunidad para
tipificarla como comunitaria? Y si ello no sucede ¿debería tipificarse esta iniciativa solo como una
biblioteca ciudadana o personal de acceso público? En la Figura 3 se puede observar este agente
en el cuadrante uno, donde se indica con una flecha que a menos de que se permita la participación
de la comunidad en su gestión y desarrollo, el individuo puede cerrar las puertas cuando quiera
al ejercer su derecho de propietario, según señalan Machado y Vergueiro (2010).
Colectivas internas. Surgen de un conjunto de personas miembro de una comunidad
y para ellos, quienes concientizan las necesidades que devienen comunes y se organizan para
atenderlas, y sobre la base de esa organización pueden articularse con diferentes instancias
externas para su continuidad y desarrollo. “El hecho de que sean creadas por la comunidad las
convierte en un dispositivo de interés colectivo, para que la información y las acciones sean
construidas por todos y cumplan los deseos del grupo los miembros de las bibliotecas
comunitarias forman parte de la comunidad y mantienen una influencia política en todas sus
acciones (Alves, 2020, p. 8). Sobre estas iniciativas surgen las preguntas ¿estas bibliotecas
verdaderamente son comunitarias por que surgen de un conjunto organizado de personas que
luchan por el bien común? Este agente puede verse en el cuadrante cuatro de la Figura 3, donde
se sugiere que estás iniciativas podrían ser las genuinas bibliotecas comunitarias.
Las bibliotecas que surgen de iniciativas externas
Individuales externas. Estas bibliotecas se crean por voluntad de una persona que no
vive en la comunidad donde se busca incidir. Esta iniciativa estaría en las mismas circunstancias
que las propuestas individuales de miembros de la comunidad, serán de propiedad privada, con
una función del espacio privado si se ha dispuesto la casa de alguien o publico si utiliza un parque
u otra propiedad pública para instalarse, y el uso del espacio sería público al permitir el acceso a
miembros de una comunidad (Anexo 3), por lo que este tipo de iniciativas replica el mismo
escenario y preguntas señaladas para las iniciativas individuales internas. En la Figura 3 se puede
observar este agente en el cuadrante dos, tipificada como una biblioteca ciudadana o personal de
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acceso público, las flechas indican que para converger a ser comunitaria se requiere de la
participación de sus miembros.
Colectivas externas. Estas bibliotecas se crean por instancias ajenas a la comunidad,
que son organizaciones no gubernamentales de propiedad privada, con una función del espacio
público, privado o administrativo y un uso del espacio público o privado. En este caso se tiene una
figura externa que actúa como organizador comunitario que puede creer saber qué es lo que
necesita la comunidad, pero “una lección fundamental para el organizador comunitario es que no
se organiza a la gente para que haga algo que uno cree necesario; por el contrario, se trata de
descubrir qué es importante para ellos y de ayudarles a alcanzar esos objetivos” (Centro para la
Salud y Desarrollo Comunitario de la Universidad de Kansas, 2023, párr. 9).
Pero son iniciativas particulares de agentes externos, que, aunque instalan bibliotecas y
buscan el apoyo comunitario para su apropiación, esto no está garantizado, pues como señala
Flusser (1980), “la biblioteca de acción cultural no se implanta, sino que surge de un proceso de
emergencia cultural. Al venir ‘de dentro’, no corre el riesgo de ser rechazada porque responderá a
las aspiraciones reales de su comunidad. Ya no será una biblioteca para una comunidad, sino una
biblioteca de la comunidad” (p. 37).
El término implantada”, como refiere este autor y otros (Cárdenas Puyo y Saurique
Gutiérrez, 2010; Machado y Vergueiro, 2010) no parece ser una buena forma de diferenciarlas de
otro tipo de iniciativas, pues la palabra sugiere lo impositivo, por lo que “intervención” resulta
más apropiado, al ser un término que alude a la mediación. Para este tipo de iniciativas surgen las
preguntas ¿estas bibliotecas son comunitarias o tendrían que tipificarse de otra forma? ¿es
determinante que sean gestionadas por la comunidad para que puedan tipificarse como
comunitarias? Desde una perspectiva rigurosa las bibliotecas creadas por entidades externas se
acercan más a la esencia de la biblioteca pública, que también llega como entidad externa a
intervenir en una comunidad, pero estas no pueden tipificarse como comunitaria al ser creada por
un organismo público, ello sugiere que tampoco las bibliotecas creadas por otras organizaciones
no gubernamentales deberían llamarse comunitarias.
Esta idea puede visualizarse en el cuadrante tres de la Figura 3, donde se sugiere que estas
iniciativas resultan ser bibliotecas sociales particulares, que son llevadas a las comunidades, como
cualquier otro tipo de servicio, la flecha indica la necesidad de involucrar a la comunidad para
apropiarse de ellas y crear un sentido de comunidad, de lo contrario tampoco podrían tipificarse
como comunitarias.
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Figura 3. Agentes sociales que intervienen en la creación de las bibliotecas con acceso público
Al analizar los cuatro tipos de agentes sociales creadores de bibliotecas vistos en la Figura
3, y considerando que la entidad creadora de la biblioteca es por la que tradicionalmente se ha
buscado tipificarlas como: (1) escolar, porque la responsabilidad y creación recae en una escuela;
(2) académica, porque es creada por una institución de educación superior, donde el órgano
denominado “academiaes quien perfila el rumbo educativo de esta; y (3) pública, porque es
creada por un organismo de carácter público; sería consistente decir que una biblioteca creada
por un grupo organizado de personas de una comunidad sea comunitaria, y las creadas por una
sola persona sea ciudadana o personal, por lo que la idea de biblioteca comunitaria que se ha
venido identificando en la literatura bien podría denominarse de manera general como biblioteca
social en tanto agrupa diversas iniciativas de agentes sociales individuales o colectivos, como la
ciudadanía y entidades no gubernamentales, para atender las problemáticas de acceso a la
información y la cultura; de esta biblioteca social se podrían desprender tres tipos de bibliotecas
y no habría cabida para el término popular por aludir a una clase, nivel intelectual o a una
ubicación geográfica.
a) Biblioteca Ciudadana, o personal, cuando una persona o una familia, viva o no en el
sector de incidencia, crea y gestiona una biblioteca para el disfrute de la comunidad. Es
una acción individual que no da cabida a la participación ciudadana en la gestión de la
biblioteca, por lo que esta es propiedad de la persona (Anexo 3 al 5).
b) Biblioteca Comunitaria, cuando efectivamente sustenta la participación ciudadana de
la propia comunidad que se organiza para formar y gestionar la biblioteca, con ello se finca
una base en la construcción del concepto de comunidad, además que “constituye una
expresión de la capacidad de las comunidades de organizarse para resolver sus
necesidades básicas” (Arango Arango, 2011, p. 59) (Anexo 3 al 5).
c) Biblioteca de Intervención Social, cuando una entidad o agente externo a una
comunidad, constituido como una organización no gubernamental, formal o no
(fundación, asociación, grupos deportivos, empresas, etc.), lleva o crea la biblioteca para
el disfrute de una comunidad, como una acción de intervención social para incidir en su
desarrollo, manteniendo el control y gestión de la biblioteca y sin dar cabida a la
Agentes:
Biblioteca
Una persona
Una familia
Líder de una
comunidad
Dentro de la comunidad
Fuera de la comunidad
Iniciativa individual
Iniciativa colectiva
Agentes:
Colectivos sociales
Grupo de vecinos
Directiva ciudadana
Asamblea ciudadana
Junta vecinal
Organizaciones de
asistencia social
Fundaciones
Asociaciones civiles
ONG
Empresas
Agentes:
Una persona
Una familia
Agentes:
1
2
34
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participación. La biblioteca pertenece a la entidad creadora quien la gestiona como una
estrategia de intervención para lograr unos fines de desarrollo local (Anexo 3 al 5).
Sobre la base de esta tipificación, una biblioteca no puede pertenecer a dos clasificaciones,
no puede ser comunitaria pública, para sugerir que está abierta al público, en este caso solo se
clasifica como comunitaria porque tiene implícita la apertura a la comunidad; tampoco se puede
denominar comunitaria popular, para recalcar que la biblioteca se encuentra en una zona
marginal o que es de un nivel intelectual bajo. En este mismo sentido una biblioteca pública no
puede decirse comunitaria, porque ya tiene implícita como función sustantiva la atención del
público. Sin embargo, cabe la posibilidad de que una biblioteca pueda cambiar su tipo, pero se
necesita la transferencia de propietario.
Conclusiones
Con el análisis propuesto, se logró cumplir el objetivo de clarificar las fronteras
conceptuales entre las bibliotecas comunitarias y populares, y encontrar una tipificación más
precisa. También se encontró que los conceptos de biblioteca popular y comunitaria refieren al
mismo tipo de biblioteca. Otro hallazgo, es que el término popular no es apropiado para
tipificarlas, porque el uso de este adjetivo solo quiere resaltar la clase social y el nivel de acceso
intelectual, convirtiéndose, hasta cierto punto, en un adjetivo degradante.
Los actores que intervienen en la creación de las bibliotecas y los criterios para
diferenciarlas (Anexos 3 al 5), fueron clave para aclarar los alcances de los conceptos; de ello
resultó que el uso que se ha venido dando al concepto de bibliotecas comunitarias, no ha sido
apropiado, pues se acerca más a la idea de bibliotecas sociales, al ser creadas por entidades no
gubernamentales para el disfrute de la comunidad, que a su vez se dividen en tres tipos:
bibliotecas ciudadanas o personales, para las creadas por iniciativas individuales; comunitarias,
las creadas por un conjunto organizado de personas de la comunidad; y la de intervención social
o sociales, las creadas por entidades del tercer sector. Las etapas recorridas para llegar a estos
resultados pueden verse en la Figura 4, donde se ilustra la tipificación de bibliotecas propuesta.
Figura 4. Proceso de análisis desarrollado
A partir de la clasificación propuesta, se señala que no se puede denominar biblioteca
comunitaria a todas aquellas que son creadas por entidades no gubernamentales y que abren las
puertas al público; pero podrá cambiar de clasificación en la medida que haya una transferencia
de propietario. Otro aspecto es que no deben manejarse dos clasificaciones juntas, esto es, que las
públicas no pueden colgarse el término comunitario ni la comunitaria debe adherirse el término
popular, etc.
La ubicación de una biblioteca en una clasificación permite entender sus alcances y límites
para su correcta gestión, pero ello, no ciñe la participación de otros entes, por ejemplo, que una
biblioteca pública pueda tener apoyo comunitario a partir del voluntariado o de otras acciones, o
Concepto
Popular
Concepto
comunitario
Perspectiva
de lo
público y lo
privado
Revisión de literatura
Agencia
Acceso
Interés
Dimensiones
Revisión de literatura
Agencia
Acceso
Interés
Bibliotecas ciudadanas
Bibliotecas comunitarias
Bibliotecas de
intervención social
Bibliotecas
Sociales
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que una biblioteca comunitaria (en los términos que se ha propuesto en este trabajo) pueda recibir
fondos públicos o de otras instancias para su financiamiento o funcionamiento. Estas acciones
solo muestran la capacidad de articulación de la biblioteca, pero no debe entenderse como una
combinación de clasificaciones.
Esta reflexión es importante porque ha permitido sugerir nuevas ideas para abordar e
intentar entender los alcances de los conceptos de bibliotecas comunitarias y populares, y también
porque ha propuesto otra forma de tipificar a las bibliotecas que son creadas por los entes sociales
para el disfrute de la comunidad; y con ello contribuye a la disciplina y al dialogo académico.
Se reconoce como limitación que no se exponen profundamente las causas por las que no
se ha logrado establecer con claridad las diferencias entre los conceptos de análisis, ni se presenta
un recorrido histórico de cómo estos se han ido transformando, lo que da lugar a futuras líneas
de investigación.
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Anexo 1. Perspectivas para ver la comunidad
Como
conjunto de
personas
Como lugar
Como
identidad
Como sistema
social
Como entidad
simbólica
Como
construcción
teórica
Camacho
Gutiérrez
(2013)
Un colectivo
de personas
que residen
en un espacio
físico
concreto
Una unidad de
referencia que
se conforma
de distintos
subsistemas
Espacio
sentido como
propio por
sus
residentes,
Se producen
una
multiplicidad
de
interacciones,
en el interior y
el exterior
Hombrados
Mendieta
(2011)
Comparten
características
comunes
Viven juntos
en un lugar
Condiciones
específicas de
organización y
cohesión
Gohn (2005)
El territorio es
el soporte de
las prácticas
identitarias
Proporciona
un sentido de
identidad
Una red con
un sistema de
valores y un
código moral
Genera un
proceso de
construcción de
sentidos y
significados
Smith (1994)
Viegas
Fernandes
(2000)
Asociada en
un lugar -
localidades,
vecindades
Sentimiento
de
pertenencia -
relaciones de
solidaridad y
cooperación
Sistema social
-red de
interrelaciones
sociales
Como lo que
esta
compartido en
común.
Clark (1994)
Viegas
Fernandes
(2000)
Comunidad
como grupo
Comparte el
mismo
territorio
Relaciones
cerradas
Comparte
sentimientos
Comparte
actividades
comunes
Blanco
(1988)
Hombrados
Mendieta
(2011)
Concentración
de individuos
en un espacio
determinado
Sentido de
pertenencia
Relaciones de
grupos y
personas
Estructura y
organización
social
González
Fuentes
(1988)
Diéguez
(2000)
Un modelo
de acción
intersubjetivo
construido
sobre el
afecto, la
comunidad
de fines y
valores
Un modo de
relación social.
Tipo ideal de
acción social
Construcción
teórica de la
realidad “más
emocional que
racional”
Heller et al.
(1988)
Hombrados
Mendieta
(2011)
Lugar concreto
o no
territorializado
Red de
relaciones
Alves (2020)
Grupo de
personas
Conviven en
un mismo
ámbito
territorial
Comparten
condiciones
de vida
similares
sentido de
responsabilidad
y compromiso
Compartir
experiencias y
formas de vida
que
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Como
conjunto de
personas
Como lugar
Como
identidad
Como sistema
social
Como entidad
simbólica
Como
construcción
teórica
promueven
una cierta
cohesión social
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Anexo 2. Las bibliotecas comunitarias y populares en las perspectivas de comunidad
como
conjunto de
personas
como lugar
como
identidad
como
sistema
social
como
entidad
simbólica
como
construcción
teórica
Biblioteca comunitaria
Alves
(2020)
Aparecen en
una variedad
de entornos
que pueden
ser
domésticos,
comerciales,
móviles o
libres
El fuerte
vínculo con la
comunidad
Amplia
capacidad de
negociación
Cavalcante
y Feitosa
(2011)
Dialogo y
negociaciones
entre los
sujetos
involucrados
Legitimados
por los
residentes
Machado
y
Vergueiro
(2010)
Dirigida por un
grupo
organizado de
personas
Rescatar la
identidad
Espacio de
negociación
Espacio de
apropiación
Interferir en la
dirección de la
sociedad
Cárdenas
Puyo y
Suarique
Gutiérrez
(2010)
Surge de uno o
varios líderes
Un terreno
cercano.
Hace parte
del paisaje,
Se ejerce la
autonomía de
las
comunidades
No
institucional.
Estructura
organizativa
del trabajo en
red
Forma el
significado y
sentido del
lugar. El
pacto es
invisible pero
fuerte.
Acercar o
significar el
mundo a través
de los libros.
La palabra
comunidad se
resignifica y se
vive día a día
Machado
(2009)
Liderados por
un grupo
organizado de
personas
Entidad
autónoma
articulada con
organismos
públicos y
privados
locales
Un proyecto
social con
miras a su
emancipación
social
Vergueiro
et al.
(2007)
Un grupo o
una
colectividad
Comparten
los mismos
sentimientos
e ideas
Arango
Arango
(2011)
Propuesta de la
comunidad.
Lideradas por
personas de la
misma
comunidad u
otros grupos
culturales,
educativos,
religiosos
deportivos, etc.
El barrio, la
vereda, la
localidad y
sus sectores
vecinos.
Locales que
las
comunidades
aportan
Tienen en
común las
mismas
dificultades
económicas y
de negación de
oportunidades.
Apropiación
espacios
Institución y
entidad
sociocultural
Apropiación
de
determinados
espacios
Propuesta de
desarrollo
sociocultural.
Democratizar
el
conocimiento
Biblioteca popular
Laudano
(2008)
Los vecinos
Un barrio o
localidad
Autónomas,
administradas
por una
comisión
directiva
elegida en
asamblea de
socios-as
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como
conjunto de
personas
como lugar
como
identidad
como
sistema
social
como
entidad
simbólica
como
construcción
teórica
Bianchi
(2011)
Grupo de
vecinos
Una
localidad o
barrio
Asociaciones
civiles
autónomas, se
articulan con
organismos
públicos
locales,
provinciales y
nacionales
para su
sostenimiento
El acceso al
libro y la
lectura, al
conocimiento
de los derechos
y la
participación
cultural
Jaramillo
et al.
(2002)
Un grupo o
grupos de la
comunidad
Surge en un
sector o
barrio
popular
Apropiación de
la comunidad
de un espacio
Es una
institución
Reducir la
brecha entre
quienes tienen
acceso a la
información, el
conocimiento y
quienes no lo
tienen
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Anexos 3. Dimensión de agencia
Criterio
Biblioteca Comunitaria
Biblioteca
Ciudadana
Biblioteca Social
Propiedad ¿cuál es el
régimen de
propiedad?
Carácter privado
Carácter privado
Carácter privado
Función ¿cuál es su
función como
espacio?
Privado o público
(dependiendo si se usan
propiedades privadas o
públicas)
Privado
Privado, público o
administrativo
(dependiendo si se usan
propiedades privadas o
públicas)
Uso ¿cuál es su uso
como espacio?
blico
Público
Público
Creación
¿quién las crea?
Por iniciativas
colectivas (de un grupo
de personas de la
comunidad) (Vergueiro
et al., 2007)
“surgen del deseo de un
líder de una comunidad
organizada que inicia
un proceso de gestión
individual, que luego se
hace comunitaria”
(Cárdenas Puyo y
Suarique Gutiérrez,
2010).
Agentes de la
comunidad, por
iniciativas individuales
(individuo) que no dan
cabida a la
intervención de otros
en su gestión
“Entes preocupados por
las situaciones sociales de
diversos contextos, … que
deciden hacer entrega de
bibliotecas a la
comunidad” (Cárdenas
Puyo y Suarique
Gutiérrez, 2010).
Agentes externos a la
comunidad como ONG,
fundaciones y empresas.
Fundamentación ¿por
qué se crean?
Incentivar la lectura y el
acceso a la información.
Crear espacios de
interacción y
socialización.
“significar el mundo a
través de los libros”
(Cárdenas Puyo y
Suarique Gutiérrez,
2010).
Para promover la
lectura entre la
comunidad.
Para intervenir en el
desarrollo de la
comunidad (Cárdenas
Puyo y Suarique
Gutiérrez, 2010)
Responsabilidad
¿de quién dependen?
¿la responsabilidad
de su gestión?
Grupo de vecinos,
directiva ciudadana,
junta vecinal
Familia y ciudadanía.
Colectivos sociales,
asociaciones civiles, ONG
y empresas privadas
Estructura
¿de quién
dependen? ¿con
quién se vincula?
la estructura
administrativa de la que
depende la biblioteca
es la del propio grupo
de personas
organizadas. A la
estructura de
organizaciones que
puedan apoyar su
desarrollo, sean
privadas o públicas
A su propia estructura
de trabajo o a la
estructura de alguna
organización si recibe
apoyos de ella.
Se vincula a la estructura
de la propia organización
creadora de la biblioteca.
Operación ¿quién las
opera?
Grupo organizado de
personas (Machado,
La ciudadanía, una
familia, voluntarios.
Una ONG sin fines de
lucro, miembros de
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Criterio
Biblioteca Comunitaria
Biblioteca
Ciudadana
Biblioteca Social
2009). Grupo de
miembros de la
comunidad, voluntarios,
asamblea de socios.
colectivos sociales,
personal ajeno a la
comunidad remunerado
por la comunidad o por
otros.
Financiación ¿quién
la financia?
Aportes de los socios-as,
cuota por servicios
brindados,
Aportaciones de grupos
de la comunidad,
organizaciones
benéficas,
organizaciones no
gubernamentales,
empresas
Aportes de comunidad,
cuota por servicios
brindados, agencias de
financiación privadas,
ONG
Son bibliotecas que
poseen financiación
(Cárdenas Puyo y
Suarique Gutiérrez.
2010).
Por organizaciones
benéficas,
gubernamentales,
empresas, etc.
Legislación
¿cuál legislación la
norma?
No forma parte de las
disposiciones legales
sobre bibliotecas
No forma parte de las
disposiciones legales
sobre bibliotecas
No forma parte de las
disposiciones legales
sobre bibliotecas
Tipo de organización
Entidad autónoma
(Machado, 2009).
Institución y entidad
sociocultural (Arango
Arango, 2011).
Organización informal
Persona física
Organización privada
Organización informal
Asociación civil
Institución social
Institución pública
Organización social
Articulación ¿con
quién articula sus
relaciones?
Articulación local a
través del trabajo
voluntario y acción
participativa. Se
relaciona con
instituciones educativas
y públicas. Articulada
con organismos
públicos y privados
locales (Machado,
2009), con agentes
culturales de la
localidad.
Se podría articular con
agentes culturales de la
localidad u
organizaciones
benéficas.
Se articula con agentes
culturales de la localidad,
organismos públicos y
privados locales,
nacionales o
internacionales. Se
relaciona con
instituciones educativas y
públicas.
Localización
¿dónde surge la
biblioteca?
En diversos puntos de
las ciudades, lugares
céntricos, en área
periféricas, zonas
rurales.
En entornos domésticos
(garaje, balcón, jardín),
comerciales
(panaderías,
restaurantes, tiendas),
entornos móviles o
libres (neveras,
papeleras, bicicletas,
paradas de autobús) o
en un espacio dedicado
a este fin (Alves, 2020).
Pueden surgir en
cualquier lugar de una
población. En alguna
propiedad del agente.
En las comunidades
donde se busque
intervenir o en las
instalaciones de la propia
organización.
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Anexo 4. Dimensión de interés
Criterio
Biblioteca Comunitaria
Biblioteca
Ciudadana
Biblioteca Social
Destinatarios ¿Para
quién se crean?
La población de una
localidad o una
comunidad.
La población de una
comunidad o
localidad.
La población de una
comunidad o localidad.
Propósito
¿Para qué se crean?
Emancipación social,
satisfacer las necesidades
de información y cultura
(Machado, 2009).
Brindar servicios y
actividades de carácter
educativo, informativo,
recreativo y cultural.
Resolver una situación
común que no ha sido
resuelta por otras
instancias. Ampliar el
acceso de la comunidad a
la información, a la
recreación, la lectura, la
educación y a la cultura.
Incidir en una
comunidad para
promover la lectura y
la cultura
Mejorar el acceso a la
información, al
conocimiento y la cultura
Perspectiva de
creación ¿qué motiva
su creación?
Desarrollar un sentido de
pertenencia, apropiarse del
espacio y rescatar su
identidad.
Inclusión, gratuidad, libre
acceso a la información,
creatividad, innovación y la
participación ciudadana
activa (USAID). Crear un
espacio de negociación,
apropiación y rescatar la
identidad (Machado y
Vergueiro, 2010).
Suplir la inexistencia
de bibliotecas
públicas y escolares
en el sector.
Interferir en la dirección
de la sociedad y
particularmente en la
comunidad de
intervención para
transformarla y mejorar
sus condiciones
Legitimación
¿Quién las legitima?
Legitimación por parte de
los residentes.
(Cavalcante y Feitosa
(2011)
Los residentes de la
comunidad
Los residentes de la
comunidad
Contenido y servicios
Sus colecciones se
componen de donaciones,
libros de la basura. El
acervo es de carácter
general, servicios
bibliotecarios básicos y
gratuitos o con tarifa
subsidiada
El acervo puede ser
de carácter general o
no y puede atender
las necesidades y
preferencias de su
propietario. El
servicio bibliotecario
podrán ser básicos y
limitados
Las colecciones pueden
desarrollarse a partir de
compras y donaciones,
con temas generales y
sobre una base fuerte de
obras literarias para
promover la lectura. Los
servicios bibliotecarios
básicos y gratuitos o con
tarifa subsidiada
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Anexo 5. Dimensión de acceso
Subdimensión
Criterio
Biblioteca
Comunitaria
Biblioteca
Ciudadana
Biblioteca Social
Acceso a los
recursos
¿Cuáles son los
recursos a los que
se tiene acceso?
Colecciones y
servicios
¿A qué recursos
tiene acceso?
Acceso a
colecciones,
instalaciones,
servicios de
información
Acceso a
colecciones e
instalaciones
Acceso a colecciones,
servicios de información,
acceso a tecnología,
becas, donaciones, etc.
Uso de los
recursos ¿quién
tiene derecho a
usar los
recursos?
La población de
una localidad o
una comunidad.
Un sector de la
población (niños,
adolescentes,
grupos
vulnerables,
adultos mayores,
etc.)
El agente
quienes este
considere
El agente.
La población de una
localidad o una
comunidad.
Un sector de la población
(niños, adolescentes,
grupos vulnerables,
comunidades indígenas,
etc.).
Acceso a los
espacios
¿A qué espacios
se tiene acceso?
Áreas de
servicio
¿cuáles áreas de
servicios se
tiene acceso?
Al espacio
diseñado para
usuarios.
La estantería si es
abierta
Al espacio
dispuesto
para
usuarios.
A las áreas para usuarios.
Algunas áreas podrían
ser de uso exclusivo para
personas con condiciones
especiales (adultos
mayores, salas
infantiles). Otras podrían
estar restringidas para
personal
Lugar ¿Quién
tiene derecho de
estar ahí?
Los responsables
de la gestión.
Miembros de una
comunidad o
localidad
El propietario
y los
miembros de
la comunidad
Los responsables de la
gestión.
Miembros de una
comunidad o localidad
Acceso a las
actividades
¿Quién tiene
acceso a las
actividades
desarrolladas?
Actividades de
Formación
¿Quién tiene
acceso a las
actividades de
formación?
Depende de las
actividades que
pueden diseñarse
para toda la
comunidad o solo
para un sector
(niñez,
adolescentes,
adultos mayores,
etc.)
Quien
designe el
propietario
de la
biblioteca si
diseña
actividades
Depende de las
actividades que pueden
diseñarse para toda la
comunidad o solo para
un sector (niñez,
adolescentes, adultos
mayores, etc.)
Actividades
culturales
¿Quién tiene
acceso a las
actividades
culturales?
Depende del tipo
de actividades
culturales que se
diseñen, pueden
incluir a un sector
o localidad
Quien
designe el
propietario
de la
biblioteca si
diseña
actividades
culturales
Depende del tipo de
actividades culturales que
se diseñen, pueden
incluir a un sector o
localidad
Acceso a la
información
Protección de
datos
¿Quién tiene
acceso a la
El gestor de la
biblioteca,
El propietario
de la
biblioteca
El gestor de la biblioteca.
El patrocinador de la
biblioteca.
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Subdimensión
Criterio
Biblioteca
Comunitaria
Biblioteca
Ciudadana
Biblioteca Social
¿Quién tiene
derecho y acceso
a la información?
información
generada por la
biblioteca?
directiva
ciudadana, junta
vecinal
Acceso a la
información
¿Quién tiene
acceso a la
información
generada por la
biblioteca?
(solo datos
anonimizados).
Los miembros de
la comunidad
El propietario
de la
biblioteca.
Los
miembros de
la comunidad
El público en general.
Instancias
gubernamentales